Entrevista al arquitecto Renato Bocchi
Enviado por luzcofe • 6 de Febrero de 2014 • Trabajo • 4.220 Palabras (17 Páginas) • 276 Visitas
Entrevista al arquitecto Renato Bocchi
MVG: En sus clases, usted nos ha hablado sobre la experiencia del proceso de proyecto no como parte de una metodología sino como metodología misma. En lo referente a la interpretación-proposición proyectual ¿puede comentarnos dónde se encuentra la riqueza de sus argumentos exploratorios en esta manera no sistemática de exploración?
RB: No se si viene antes la teoría o si viene antes el proyecto. Este es un poco el problema. Yo no estoy seguro que la teoría nazca a través del proyecto. Creo que no siempre es así. El problema, en la contemporaneidad, en la situación de la arquitectura contemporánea es que en este momento el pensamiento sobre la arquitectura, el pensamiento teórico es bastante escaso y no tan frecuente; y la producción de las arquitecturas y la producción editorial sobre arquitectura está muy ligada al problema de que el arquitecto produce una obra propia la cual es estudiada por los críticos como parte de una obra completa, donde es difícil encontrar una teoría abarcativa que muestre las relaciones entre estas obras. Yo creo que este es un signo de la época y de que los arquitectos son hoy bastante autorreferenciales presentando por ejemplo un culto a la personalidad. Así son pocos los arquitectos importantes que también son teóricos importantes, como pueden ser Rafael Moneo o Rem Koolhaas, citando algunos aunque no son muchos. Por eso, creo que hay una tarea específica de los académicos (por eso yo intento hacer algo en este sentido) de indagar e investigar en la producción de los arquitectos, no tanto para intentar explicar su obra específica, sino para buscar principios metodológicos o teóricos, que puedan ser de ayuda a una teoría del proyecto, fragmentaria seguramente, de la arquitectura, de la arquitectura urbana, también de su relación con la ciudad o de la relación arquitectura-paisaje, el tema que me interesa. Otro tema que me interesa y que se ve en las clases que doy es el de relacionar cosas con cosas no directamente ligadas o históricamente fundamentadas como una serie de cosas no necesariamente cronológicamente puestas, pero que son relaciones interesantes para construir una línea de pensamiento sobre el espacio, sobre la arquitectura, sobre el paisaje, etc. En este sentido creo que se puede intentar construir trozos de teoría a través del estudio de la obra de los contemporáneos y de los modernos, y también me parece muy importante como intento de relacionar en algunos casos también los modernos con los contemporáneos porque hay líneas rojas bastante claras que no están lo suficientemente explicitadas. En este sentido, se trata de intentar buscar líneas que son opciones diferentes. No me interesa tanto decir «la línea es ésta» o «la teoría es ésta», sino de ver varias posibilidades que nos acerquen a los temas que nos interesan, en este caso el tema de la arquitectura en su relación con el paisaje, o puede ser en otro caso la arquitectura y la ciudad, como en el estudio que tenía en los años pasados como este tema del espacio arquitectónico y de la contribución al sentido del espacio que se puede dar en la composición arquitectónica. Este es un poco el intento que hago con los estudiantes para cubrir un campo que está entre la teoría y el proyecto, un campo últimamente poco frecuentado en las escuelas de arquitectura. En las escuelas como la de Venecia, se tenía en los años pasados una tradición muy importante sobre este tema de la investigación sobre la ciudad y la arquitectura con un sentido netamente metodológico. Ahora este tipo de enfoque es mucho menos frecuente porque se trabaja mucho en el taller con el ejercicio en un sentido bastante anglosajón, o también hay cursos de tipo histórico, pero la conexión entre los dos no es frecuente. Esto que yo hago puede ser un modo de llenar un vacío que hay en la producción teórica. Yo no digo que ésta sea la idea fundamental, sino que probablemente la producción teórica no es la suficiente para llenar este espacio. Creo que puede ser una manera interesante como método propiamente lógico de conectar una cosa con la otra en una suerte de asociación mental, no siempre lineal que puede ser iluminante. Por eso me interesa también de conectar la arquitectura con el arte, con disciplinas paisajísticas más generales, la arquitectura con el urbanismo, conectar disciplinas diferentes y ver si esto puede iluminar cosas, por ejemplo las cosas que intenté conectar en las clases como la escultura de Richard Serra con el pintoresquismo contemporáneo de otros arquitectos como Steven Holl, o conectar la escultura de Eduardo Chillida y Jorge Oteiza o la de Arnaldo Pomodoro con la cuestión del espacio y de la materia en arquitectura.
PSz: ¿Cuál es el origen de su atracción por conectar la escultura con la arquitectura?
RB: Para mí es algo bastante reciente, No tenía un interés particular con el estudio del arte o de la escultura. Creo que un poco nació por un lado por un hecho que está revolucionando de manera importante la relación entre arte y arquitectura, de mucha importancia ya en los años de posguerra, y que por mucho tiempo al menos en Italia no se trató, y que vuelve a ser importante nuevamente como lo fue con la presencia en los años pasados en Venecia de un autor como Franco Purini, quien tiene una relación muy estrecha con este tema y fue algo que me acercó a esta cuestión. Otra causa fue ocasional en mis frecuentes visitas al País Vasco y al conocer a estos escultores vascos en el momento en que estaba reflexionando sobre la obra de Arnaldo Pomodoro, como un episodio bastante importante sobre la relación arte y paisaje; fue el momento en que me decidí a formalizar una conferencia sobre el tema de la relación arte, arquitectura y paisaje, que he titulado como Landarchitecture, en el que Arnaldo Pomodoro vino a hablar de su obra, vino el crítico más importante sobre Chillida, también estaba Carme Pinós y Carlos Ferrater como arquitectos que trabajaban este tema, y fue un conferencia muy interesante, un poco ocasional, pero fue la ocasión de profundizar una cosa que empezaba a interesarme particularmente, porque me atraía (allá por 1998) el problema de trabajar sobre la arquitectura en relación con la tierra y el paisaje; una arquitectura no absoluta, muy comprometida. Esto parecía un tema importante en ese momento, el cual estaba relacionado con este acercamiento al tema del paisaje en contraposición al tema que era tradicional para mí, que era el estudio de la relación entre la arquitectura y la ciudad. Me parece entonces que en este momento, el tema de la ciudad es insuficiente, pues ella tiene una expansión en el territorio, no tiene una identidad como la tenía antes, y que la morfología de la ciudad se reconoce a través de la forma del territorio. Esto fue un poco el pasaje para mí. Mi
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