Estado del arte

ESTADO DEL ARTE: EDUCACION DE JOVENES Y ADULTOS (EDJA) EN ARGENTINA

DESDE UNA PERSPECTIVA HISTORICA

1) RESUMEN EJECUTIVO

El presente trabajo se propone revisar algunas de las discusiones e investigaciones del campo de la Educación de Jóvenes y Adultos (EDJA) en Argentina. Para ello el análisis se orientará desde una reconstrucción histórica del tema referido.

2) OBJETIVO

El objetivo es describir cómo el campo de la “Educación para Jóvenes y Adultos” (EDJA) en la Argentina se ha ido adaptando y redefiniendo en función de los diversos contextos históricos, así como también mostrar las visiones de las diferentes investigaciones y discusiones en torno a dicho campo, en el marco del estudio de la historia de la educación argentina con foco en la educación escolar y alfabetización de los jóvenes y adultos, y de los análisis de las instituciones en diversas periodicidades siguiendo una cronología en el tiempo.

3)  INTRODUCCION

En consonancia con nuestro objetivo, y conforme se menciona en el Informe de Investigaciones y Estudios en torno a la Educación de Jóvenes y Adultos en Argentina de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DINIECE) dependiente de Ministerio de Educación Nacional, abordaremos la temática EDJA dentro de los siguientes contextos históricos:

1840-1880: La Instrucción Pública y las primeras ideas publicadas sobre escuelas para adultos: Según lo señala la fuente mencionada las primeras experiencias educativas de escolarización de adultos se vinculan a diferentes gestiones de Sarmiento. En el marco del modelo de la Instrucción Pública –focalizado en la escolarización de los niños- Sarmiento creó “Escuelas de Adultos” en los colegios nacionales donde a través de cursos libres los obreros podían aprender diversos oficios.

1880-1930: Discusiones sobre la educación de adultos en los inicios y expansión del sistema escolar nacional: Como lo señala la fuente, en la década del 80 del siglo XIX se institucionaliza el sistema escolar argentino en el  marco de la conformación del Estado Nacional. En este período la escolarización de los adultos fue tema de debate, comenzando en el Congreso Pedagógico Sudamericano de 1882 donde se destacó la importancia de educar a los adultos y sirviendo de antecedente a la ley 1420 de 1884, ésta último incluyó en su Art. 11 la creación de escuelas para los “ineducados” como “escuelas especiales de enseñanza primaria”. Asimismo en el Art. 12 estableció qué debía enseñarse a los adultos entre lo que se destacaba la enseñanza de “los objetos más comunes que se relacionen con la industria habitual de los alumnos”.

1930-1945: Consolidación de la educación de adultos en el sistema educativo nacional y producciones sobre alfabetización de adultos: En este período la educación de adultos ocupó un lugar importante y se enfatizó la relevancia de la formación profesional. La fuente mencionada cita a David Kraiselburd quien sustentaba la centralidad del papel del estado en la enseñanza y la cultura, funciones a las que consideraba “absolutas y excluyentes”, tanto como la administración de la justicia y la defensa del territorio. Asimismo se señala en el informe de DINIECE que el Consejo Nacional de Educación en esta etapa se posicionaba como defensor de la idea de una educación de adultos supletoria de los déficits educativos y sostenía una enseñanza para adultos que no tenía que limitarse a la alfabetización, reivindicando a las escuelas complementarias creadas en la década del 20. Aunque en simultáneo no reconocía el papel desempeñado por las sociedades populares, cuestión que daba continuidad al control estatal impulsado desde la década anterior y que terminó teniendo efectos en el declive de estos espacios.

1945-1955: La educación de adultos en el gobierno peronista y las primeras conferencias internacionales sobre educación de adultos (CONFINTEA): De los trabajos de investigación sobre este período se puede decir que en esta época el énfasis estuvo en el aspecto social del accionar de las escuelas de adultos, y que las prácticas educativas adoptaban, modalidades informales -como conversaciones sobre política- y modalidades formales, como la participación en actos o conferencias donde hablaban dirigentes invitados, y practicas usuales en barrios, apoyo escolar, deportes, enseñanza de corte y confección. A nivel internacional, se iniciaron las primeras conferencias Internacionales sobre “Educación de adultos” (CONFINTEA) en Dinamarca en 1949, donde la educación de adultos fue tratada como un elemento de complementariedad.

1960-1980: Transformaciones internacionales y nacionales en las producciones y prácticas en torno a la educación de Jóvenes y adultos. En 1960 se llevó a cabo en Montreal, Canadá, la 2° CONFINTEA cuyo título fue “La Educación de Adultos en un Mundo Cambiante”. Dentro de las estrategias propuestas se priorizaron los procesos de alfabetización. También se invitó a los Estados participantes a promover institutos de investigación en torno a la educación de los adultos. Durante el gobierno de Illia se promovió una campaña de alfabetización nacional masiva estatal, denominada “Programa Intensivo de Alfabetización y Educación de Adultos” y se creó la Dirección Nacional de Educación del adulto (DINEA). En 1972 se realizó la 3° CONFINTEA en Tokio, Japón. Allí se sugirió que la educación de adultos sea reconocida en el contexto de la “educación permanente”, como un componente específico e indispensable de la educación y que se aseguren los servicios educativos en este sentido. Desde la DINEA, señala la fuente, “se expresaban ideas sobre la educación de adultos en términos de “educación Permanente”, como una nueva concepción del hombre, la sociedad ya política y se proponía una revisión profunda de los sistemas educativos en relación a sus objetivos, contenidos y extensión; cuestión que significaba la reivindicación de la edad adulta como etapa particular y necesariamente educable, en el marco de decisiones políticas sobre las prioridades educativas para el desarrollo nacional” (DINEA, 1971: 5). En los inicios del gobierno de Cámpora se promovieron campañas (como CREAR) orientadas a erradicar la analfabetismo y deserción escolar de los adultos. A nivel internacional, la conferencia general de la UNESCO de 1976 redefinió a la educación de adultos como “el conjunto de procesos educacionales organizados, cualesquiera que sean los contenidos, niveles y métodos, tanto formales como informales, que prolonguen o reemplacen la educación inicial en escuelas y/o colegios, universidades, de capacitación, vocacionales, etc., a través de los cuales las personas consideradas adultas por la sociedad a la cual pertenecen, desarrollan sus habilidades, enriquecen sus conocimientos, mejoran sus calificaciones técnicas o profesionales, o las reorientan en una nueva dirección, produciéndose un cambio de actitudes y comportamiento en una doble perspectiva: desarrollo personal integral y participación en un desarrollo social, económico y cultural, independiente y equilibrado” (Hernández y Facciolo, 1984: 133) -citado por el informe de DINIECE.-

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