Estrategias para el fortalecimiento de los procesos cognitivos básicos y superiores para la resolución de problemas de estequiometria de las sustancias.

Estrategias para el fortalecimiento de los procesos cognitivos básicos y superiores para la resolución de problemas de estequiometria de las sustancias.

Liliana Rujano

Instituto Pedagógico de Barquisimeto

“Luis Beltrán Pietro Figueroa”.

En la actualidad, la educación ha sufrido transformaciones tanto en los contenidos como en la manera de enseñar; desde este contexto, el docente dejó de ser el único expositor de la clase y el alumno un ser sumiso dispuesto a escuchar y aceptar todo lo que se le dice ya que se les concede una participación activa en el proceso de enseñanza aprendizaje, donde se les  permite opinar, preguntar y objetar. Además, el proceso de formación de los individuos se da en diversas etapas en las que se desarrollan las habilidades del pensamiento, competencias y actitudes que regirán sus respectivas vidas.

De igual modo, la educación debe significar un cambio transformador; ya que, la labor educativa del docente más que proveer conocimientos, debe incluir estrategias que posibiliten el desarrollo de individuos preparados para que asuman responsabilidades y alcancen su plenitud; al respecto, Díaz y  Hernández (2007:40) expresan que las estrategias son procedimientos o recursos utilizados por el agente de enseñanza para promover aprendizajes significativos, de manera que el maestro consiga que el alumno obtenga un aprendizaje significativo y tenga éxito en su proceso de implementarlas.

Asimismo, la educación debe tener como principal objetivo la superación personal del docente contando con estrategias adecuadas para promover la participación positiva de los discentes. De esta manera, contribuir a la formación de los estudiantes de forma integral, desarrollando competencias y habilidades para fortalecer los procesos básicos y superiores, promoviendo a su vez el interés por esta disciplina de manera que el alumno desarrolle competencias científicas generando un aprendizaje significativo y habilidades de pensamiento que pueda acercarlo al conocimiento y le sea útil en la solución de problemas cotidianos.

Desde esta perspectiva, la Química como área didáctica ha sido y sigue siendo un auténtico problema, tanto para los estudiantes como para los maestros. Para Rivero (1999:53) estas dificultades vienen ocasionadas en muchos de los casos por la falta del desarrollo de distintas destrezas cognitivas implicadas en su aprendizaje; en primer lugar, están determinadas por las estrategias que desarrollan los facilitadores en su labor diaria la cual sigue una estructura típica, en la que éste inicia, dirige, controla, comenta y aprueba respuestas, pero que a la vez exige respuestas verbales o no verbales de los participantes (Villegas, 2000:33); en muchos de los casos, se establecen rutinas en las que las intenciones son siempre las mismas; por ejemplo según las observaciones informales hechas por el investigador se ha evidenciado que los alumnos sólo repiten fórmulas, copian de la pizarra cuando el facilitador lo indique, escriben cuando éste usa tono de dictar, notándose también una aparente dificultad de aplicar lo aprendido a problemas similares cuando se les indica.

Así mismo se deduce el gran impacto negativo entre las que destacan los malos hábitos de estudio, aspectos nutricionales, conflictos afectivos, falta de recursos didácticos y estrategias idóneas para construir conocimientos prácticos; estas situaciones se sitúan repetidamente en la institución en la que se lleva a cabo el estudio en curso, todo esto debido a que tanto estudiantes como docentes dan poca utilidad a los procesos cognitivos básicos como herramienta de construcción de conocimientos en el desarrollo de tareas dentro del aula.

Por lo expresado anteriormente, se hace necesario contar con un conjunto de estrategias de facilitación pertinentes que le ayuden al participante crear su propio conocimiento, obviamente con la orientación del docente, y que le brinden al educando las herramientas necesarias que le permitan desarrollar las habilidades cognitivas, y al mismo tiempo crear en ellos confianza en sus posibilidades de tener dominio sobre la química, estimular su autonomía, así como expresar el grado de comprensión de los conocimientos, facilitándoles mecanismos de transferencia a otras situaciones; todo esto con el propósito de dar respuesta a esta problemática educativa existente en el área de química.

Actualmente, se observa con preocupación cómo los procesos de enseñanza de la química se han venido deteriorando en todos los niveles de la educación venezolana, constituyéndose en uno de los problemas de mayor gravedad. Puede entenderse que esta situación se debe a una excesiva superficialidad, debido a que tradicionalmente la instrucción de la química está centrada en la manipulación y memorización de algoritmos (Olivares, 2001:s/p), que dificultan el desarrollo de las habilidades operatorias y de descubrimiento tan importantes en la resolución de problemas químicos; así como se ha demostrado en diversos estudios, expresando que el uso de estrategias no significativas y poco motivantes son factores influyentes que ocasionan el bajo rendimiento académico en esta área (Rodrigo y Sánchez 2002:07).

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