Estudio De La Personalidad
Enviado por daianaboneck • 27 de Mayo de 2015 • 1.869 Palabras (8 Páginas) • 216 Visitas
EL ESTUDIO DE LA PERSONALIDAD
El estudio de la personalidad tiene una larga tradición en el campo de la psicología. Se considera que la personalidad no es una cosa o entidad sino un cons-tructo teórico, es decir, una abstracción, y se intentó explicarla desde distintas vertientes de la disciplina. El mismo término "personalidad" es polisémico, y sólo puede comprenderse según el contexto teórico en el que se menciona. En el año 1937, el psicólogo norteamericano Gordon Allport describió cincuenta significados diferentes de ese vocablo y de otros relacionados: "self" ("sí mismo"), "persona", "carácter".
El conocimiento popular, así como algunos autores, suelen considerar la personalidad como una entidad, como algo que se posee en mayor o menor medida. Por ejemplo, se dice de alguien que "tiene mucha personalidad" o que "no tiene personalidad". (La operación que consiste en considerar las construcciones teóricas o los procesos como cosas o entidades se denomina reificación o Gasificación.) Pero la personalidad, como la inteligencia, los deseos o la esperanza, no es una entidad ni puede ser reducida a "algo que se tiene" de la manera en que se "tienen" un hígado, un cerebro o dos ojos. ¿De qué se habla, entonces, cuando se habla de personalidad? ¿Cuáles son los diferentes enfoques en el marco de la psicología de la personalidad?
LA PERSONALIDAD SEGÚN LA
PSICOLOGÍA DE LOS RASGOS
Las teorías de los rasgos clasifican a las personas en función de un número de rasgos. El rasgo puede definirse, en términos generales, como una marca distintiva. Gordon Allport lo define como una predisposición, una actitud o tendencia a responder de una manera determinada. Para él, se trata de "un sistema neuropsíquico (peculiar del individuo) generalizado y localizado, con la capacidad de convertir muchos estímulos en equivalentes funcionales y de iniciar y guiar formas equivalentes de conducta expresiva y adaptativa". El componente adaptativo de la conducta se refiere a su contenido ("qué" conducta), mientras que el componente expresivo se refiere a "cómo" se realiza tal conducta. Diferentes personas pueden realizar una misma actividad (el "qué") pero de maneras muy diversas (el "cómo"); por ejemplo, se puede participar en una conversación de manera entusiasta, agresiva o complaciente. El componente adaptativo (conversar) es la misma actividad en todos los casos, mientras que el componente expresivo sería la manera entusiasta, agresiva o complaciente en que se realiza tal actividad.
Los rasgos son características distintivas o cualidades que existen en las personas. Allport propone que "el rasgo tiene una existencia normal; es independiente del observador, está realmente ahí". De esta manera, el autor reifica el rasgo, lo concibe como algo que existe por sí mismo. No todos los autores con-cuerdan con esta idea.
Para algunos, por ejemplo, el rasgo se trataría de una abstracción teórica, y estaría constituido a partir de las regularidades y los patrones que se pueden observar en las conductas de los individuos. Por eso, definen al rasgo como una etiqueta verbal que caracteriza las diferencias individuales.
RASGOS
Comunes
Individuales
• Cardinales
• Centrales
• Secundarios
Allport propone una distinción entre rasgos comunes y rasgos individuales. Los rasgos comunes son aquellos que se pueden aplicar a todo un grupo de personas que comparten un mismo contexto cultural, étnico o lingüístico. Por su parte, los rasgos individuales forman un conjunto de disposiciones personales que se basan en experiencias individuales e implican formas únicas de organización del mundo por parte de una persona.
Los rasgos individuales pueden, a su vez, clasificarse en cardinales, centrales y secundarios. Los rasgos cardinales son tan dominantes que casi todo el comportamiento de un individuo se encuentra bajo su influencia (por ejemplo, un sujeto dominado por la ambición o la avaricia, como el personaje de El avaro, de Moliere, o Shylock, de El mercader de Venecia, de William Shakespeare). Se trata de rasgos muy destacados en un individuo y que lo diferencian radicalmente de otros, aunque se afirma que no es muy común que las personas posean un rasgo de tal predominancia.
Los rasgos centrales constituyen las tendencias características de la individualidad y es bastante simple inferirlos a partir del comportamiento de un sujeto. Son aquellos que dan forma a la manera que adopta una persona para confrontar con el mundo que lo rodea (por ejemplo, agresivo, entusiasta, solitario). Para Allport, bastan cinco o diez rasgos centrales para conocer de manera adecuada la personalidad de un individuo. En la película La cena de los idiotas, por ejemplo, el protagonista es invitado a la cena que se realiza todos los miércoles. Este personaje tiene algunos rasgos salientes que lo hacen inconfundible y lo muestran como peculiar frente a los ojos de los demás. Estos rasgos parecen afectar la forma en que se relaciona con los otros y su manera particular de afrontar las situaciones que la vida le plantea.
Los rasgos secundarios se manifiestan en menor medida y son menos importantes a la hora de definir las características de la personalidad de un individuo. Suelen tener menor influencia en la organización vital del individuo. En general, se los relaciona con los gustos personales y las creencias de diferente índole, que no determinan perfiles característicos de la individualidad.
Gordon Allport considera que todas las funciones del ego o de la persona (el sentido de la identidad, el sentido del cuerpo, el sentido del amor propio, el pensamiento racional y la autoimagen) deben considerarse como funciones de la personalidad.
Para dar cuenta de la conducta de un individuo, Allport plantea que "el modo en que se comporta una persona es resultado de, por lo menos, cuatro condiciones: a) las
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