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Geografia rural del peru

País de América del Sur situado entre el océano Pacífico y la región selvática del río Amazonas, tiene una extensión de 1.285.216 Kmz; es la nación de esa región del continente que más conserva las tradiciones españolas y, a la vez, la que cuenta con mayor población indígena.

      1. Medio físico. En su territorio se reconocen tres grandes regiones fisiográficas: las llanuras costeras, la cordillera de los Andes (v.) que incluye montañas, depresiones y altiplanicies, y la llamada Montaña, o sea, el declive de las sierras hacia el E, y las llanuras amazónicas que son de clima tropical. Entre Piura y Chiclayo, la región cosiera es una llanura propiamente dicha, cubierta en gran parte de dunas de arena; de Chiclayo a Pisco, las montañas de los Andes llegan hasta el litoral; en la región de Pisco, algunos abanicos aluviales forman una estrecha e irregular llanura, que en algunas partes está interrumpida por las espuelas de montañas; más al S se levanta una pequeña serranía desde las profundidades del mar hasta los 1.000 m. de altitud.

      El clima predominante en las regiones costeras es el seco desértico, aunque en el extremo norte, antes de llegar a los departamentos de Piura y Tumbes, es seco estepario y en el propio Tumbes es tropical con lluvia en verano. La ausencia de lluvia se explica porque la cordillera de los Andes impide que las masas de aire húmedo de los vientos alisios puedan llegar hasta el océano Pacífico, excepto en la región de Tumbes, donde las montañas son menos elevadas; en algunas regiones, la altura anual de la lluvia no llega a 50 mm. y en otras no llueve de hecho. A pesar de que la región carece de elevaciones de importancia sobre el nivel del mar y se encuentra entre el Ecuador y el trópico de Capricornio, goza de temperaturas medias anuales que no son muy cálidas: El Callao, en el centro, 19,2° C; en el S, Mollendo, 18,3° C, y Arica, 18,8° C. El régimen térmico de la región costera está determinado por la influencia de la corriente marina fría de Humboldt o del P., que recorre zonas del océano Pacífico cerca del país desde la frontera con Chile hasta la altura del cabo Blanco, en el departamento de Piura, y que enfría las masas de aire costeras. Entre las consecuencias de la baja temperatura de dichas regiones costeras, puede mencionarse la alta humedad relativa (85% en Lima), la abundante nubosidad y la lluvia fina llamada garúa, que esporádicamente se presenta en invierno.

      La hidrografía de la costa se caracteriza por la existencia de 52 ríos, que drenan los declives del Oeste de la cordillera de los Andes; de ellos sólo 10 fluyen a través del desierto y llegan hasta el litoral, pero 40 contribuyen a formar oasis, los cuales son resultado de condiciones naturales y de obras de riego. Los suelos aluviales de dichos oasis son de naturaleza muy variada, y la vegetación está relacionada con las actividades del hombre, especialmente con las agropecuarias; pero contrastan unos y la otra con las arenas y las xerofitas de las grandes extensiones desérticas que los rodean. Por otra parte, la región costera ha permitido el desarrollo de las ramas más importantes de la agricultura comercial y de los más populosos centros urbanos; es el asiento de significativos baluartes de la economía y de ciudades depositarias de la cultura; es la zona donde predomina la población descendiente de españoles y la mestiza de éstos y de indios.

      La región andina es la más compleja del país, pues como queda dicho está formada por montañas, depresiones y altiplanicies. Se dificulta la descripción de las montañas porque son diversas las formas en que se explica su naturaleza, orientación y demás características. De todos modos, esta región representa más de la mitad del territorio nacional y se halla poblada por la gran mayoría de los indígenas, que también constituyen un contingente abrumador de la población. En dicha región, por otra parte, predominan las formaciones cretácicas, que consisten en una gruesa capa de caliza que descansa sobre areniscas y conglomerados subyacentes. Esos depósitos han sido plegados por compresión y levantados para formar abruptas montañas, las cuales con posterioridad han sufrido fracturas y fallas, así como intensa erosión.

      Los fenómenos tectónicos que determinaron el relieve de la región se iniciaron en el periodo cretácico superior del mesozoico y en los periodos pleoceno y eoceno del cenozoico; tuvieron un punto culminante en el oligoceno, y continuaron durante los periodos mioceno y plioceno; la erosión glacial y el acarreo fluvial han completado el modelado de las regiones altas y rellenado depresiones y valles, durante los últimos periodos de la era cenozoica.

      Las montañas se alinean en dos sistemas principales, a los cuales, en algunos casos, se asocian otros secundarios: los Andes del O constituyen la cordillera Marítima o cordillera Occidental, y los Andes del E la cordillera Vilcapampa o cordillera Oriental. En la cordillera Occidental, las calizas plegadas o que constituían mesetas, en parte han sido cubiertas con lava y material cinerítico de origen volcánico, ya que este elemento montañoso que se extiende desde los límites de Chile y Argentina hasta Ecuador constituye la parte peruana del anillo volcánico que bordea al océano Pacífico. En algunas regiones, la capa de lava es de 2 Km. de espesor y de cerca de 200 Km. de ancho, y la acumulación de material volcánico determina el que la cordillera en algunas regiones tenga 5.000 m. sobre el nivel del mar. En el S, se encuentran volcanes en actividad formando el grupo del Misti con 6.100 m., frente a Arequipa, que incluye al Chachani con 5.800 m. y al Pichu Pichu con 5.400 m. En el N, en el departamento de Ancash, la cordillera se divide por el valle del río Santa en un trecho de 180 Km. y, de un lado, cerca de la costa queda la cordillera Negra, con alturas hasta de 4.800 m., en la que aparecen rocas volcánicas superficiales, y, del otro, más al interior, se halla la cordillera Blanca, donde el Huascaran alcanza 6.768 m. y en la que afloran calizas cubiertas en grandes extensiones por numerosos glaciares, los cuales alimentan lagunas a causa del deshielo por todas partes.

      En la cordillera Vilcapampa u Oriental son frecuentes las areniscas en las que se presentan intrusiones de batolitos de granitos rodeados por esquistos, cuyas rocas forman parte de los plegamientos montañosos de esa región andina. Hay grandes diferencias en la elevación de las sierras, así como en el tamaño de las depresiones intermedias. La nieve cubre una pequeña área restringida de la cumbre de las montañas en la actualidad, aunque son numerosos las morrenas o depósitos glaciales que atestiguan la existencia de otros glaciares en épocas pasadas. Predominan las regiones en las que se precipita la lluvia y existen cuerpos de agua en las depresiones interiores. De todos modos, la cordillera Oriental recibe las precipitaciones ocasionadas por las masas de aire húmedo de los alisios, procedentes del océano Atlántico, que chocan contra esa -barrera montañosa durante el verano del hemisferio Sur. La altura anual de la lluvia, entre 1.200 y 3.500 mm. al E de P., determina una actividad erosiva de tal naturaleza que ha influido en el desarrollo de los grandes valles fluviales tributarios de la gran cuenca del río Amazonas (v.). Al O del río Ucayali, las montañas alcanzan 5.500 m., al E del mismo río no llegan a 4.000 metros, y al E del río Apurímac no sobrepasan los 5.000 m. Más al N, los Andes del E del Marañón, que llevan el nombre del río que es el curso alto del Amazonas, tienen menores altitudes. En la cordillera Vilcapampa, las nieves comienzan a los 4.320 m. de altura, y son perpetuas a los 5.000 m.

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