Fuerza vicio del consentimiento

SERGIO ERNESTO PINCHAO GARCÍA

Ensayo: Fuerza vicio del consentimiento

Materia: Marco Legal para Proyectos

Est. Especialización Gerencia Integral de Proyectos NOC – B

Universidad Militar Nueva Granada

LA FUERZA: VICIO DEL CONSENTIMIENTO

La fuerza que da lugar a la nulidad relativa vicia el consentimiento -según el artículo 1513 del Código Civil- “cuando es capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio tomando en cuenta su edad, sexo, condición”. Dice tal disposición que se considera “como una fuerza de este género todo acto que infunde a una persona un justo temor de verse expuesta ella, su consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal irreparable y grave”.

Lo que podemos apreciar sobre este vicio del consentimiento es principalmente el sujeto es forzado a la fuerza a aceptar o establecer un acuerdo o contrato, esta fuerza puede ser ejercida por quien se beneficia de la misma o por cualquier persona que la hubiere utilizado para obtener el consentimiento. Igualmente, amparado por la ley estable que cuando se produce esta fuerza, esta podrá ser alegada en un plazo de cuatro años que habrá de contarse desde el día en que la misma hubiere cesado, pero a su vez el Código de Comercio en su artículo 900 establece que esta acción correspondiente prescribe en el término de dos años contados a partir de la fecha del negocio jurídico. Pero para la ley esta norma no era factible en el entendido de que el término de prescripción de dos años de la acción de anulabilidad del negocio jurídico que haya sido determinado a la fuerza se contará a partir del día que esta hubiere cesado.

También se puede aclarar que la fuerza no vicia consentimiento sino cuando es capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta todos los entornos su edad, sexo y condiciones. Se mira como una fuerza de este género todo acto que infunde a una persona un justo temor de verse expuesta directamente, su cónyuge, o alguno de sus ascendentes o descendientes a un mal irreparable y grave, la fuerza vicia el consentimiento, aunque provenga de terceras personas. Es decir, no es necesario que la ejerza aquél que es beneficiado por ella, basta que la haya empleado cualquier persona con el objeto de obtener el consentimiento.

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