Gerencia En El Ambito Militar

1) Confianza: Un buen líder tiene que tener confianza en sí mismo y en el proyecto que dirige. Tiene que transmitir seguridad a sus seguidores. Un líder inseguro, no es un líder, sino alguien dudando de sí mismo.

2) Aprender de los errores: Aprender a capitalizar los errores puede ser una de las principales diferencias entre un buen líder y un mal líder. Cuando uno acepta los errores, es consciente de lo que hizo mal y se dispone a aprender y a no volver a cometer esos errores.

3) Sentir pasión: Un líder tiene que sentir pasión por lo que hace. Un líder es dinámico, ágil, es un emprendedor en sí mismo. Un líder sabe cómo contagiar esa llama y ese espíritu en los demás, entiende que solo podrá lograr lo mejor de su equipo, si logra que este, sienta gran pasión por lo que hace.

4) Disfrutar de la presión: Una persona que disfruta del proceso y de la presión por conseguir un objetivo, transmitirá a los demás optimismo y ganas por conseguir esa meta. Un líder que transmita desagrado por su trabajo, un líder que se queje todo el tiempo, será percibido como alguien negativo que no está a la altura de la misión.

5) Saber delegar: Un buen líder sabe delegar, entrega su confianza a los demás, permitiéndoles ser un engranaje importante del proyecto, motivándolos emocionalmente a dar lo mejor de sí. Dar un paso al costado en algunas tareas es de buen líder. Alguien que quiera acaparar todo el trabajo y que no de lugar al crecimiento de los demás, es un mal líder.

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