Huella Hidrica
Enviado por suankonoir • 20 de Abril de 2014 • 3.967 Palabras (16 Páginas) • 423 Visitas
INTRODUCCIÓN
El agua en nuestro planeta es sinónimo de vida. Nuestro cuerpo está compuesto mayormente por agua; sin ella probablemente no viviríamos más de una semana. Además, para casi todos los fines humanos necesitamos agua dulce: no sólo para alimentación, higiene y quehaceres domésticos, sino también para la producción de absolutamente todos los bienes y servicios que consumimos diariamente. Sin embargo, es un bien escaso, a pesar de que parte del agua presente en la superficie se reponga a través de la evaporación, condensación y precipitación (ciclo del agua). Si bien el 70% de la superficie del mundo está cubierta por agua, solamente el 2.5% es dulce, mientras que el restante 97.5% es agua salada (PNUMA, 2000). De dicha agua dulce, menos del 0,01% está disponible para consumo, ya que la mayoría se encuentra congelada en los glaciares, humedad en el suelo, o yace en profundas capas acuíferas subterráneas todavía inaccesibles para su extracción. Por otro lado, el agua salada del océano, presente en nuestro planeta en abundancia, no es útil para beber, lavar, cocinar, regar el campo o para la mayoría de las aplicaciones en la industria (PNUMA, 2000). A pesar de que actualmente existe tecnología para la desalinización del agua (como los equipos de ósmosis inversa), todavía se utilizan en pequeña escala, con alto costo y alto consumo energético. La permanente intervención del hombre en la naturaleza para extraer recursos y transformarlos para su consumo de forma irracional, sumado a la elevada presencia de gases de efecto invernadero en la atmósfera que ocasionan el fenómeno del cambio climático, y un sistema capitalista basado en una redistribución inequitativa de los recursos, alimenta un círculo vicioso que produce que actualmente el 20% de la población no tenga acceso a agua de calidad suficiente y el 50% al saneamiento básico, sin contar que se calcula que, para el 2025, dos tercios de la población mundial podrían enfrentar la escasez de agua moderada o severa (Naciones Unidas; Objetivos de Desarrollo del Milenio). En este contexto, la reducción del consumo actual de agua y de la contaminación de la misma se vuelve fundamental, de modo tal de retardar las consecuencias de la escasez hídrica el mayor tiempo posible. Esta necesaria reducción implica un estudio previo de las características actuales de la utilización de agua en procesos productivos ya que, a escala mundial, la mayor parte del uso del agua acontece en la producción agrícola, pero también hay grandes volúmenes de agua consumida y contaminada en los sectores industrial y doméstico, asociado a actividades específicas tales como el riego, baño, lavado, limpieza, refrigeración, entre otros procesos. Sin embargo, los estudios científicos acerca de la práctica de gestión del agua son muy recientes, por lo que no se encuentra todavía demasiada información disponible acerca de cómo una industria puede calcular el uso que hace de agua y cómo puede reducirlo. En este sentido, el concepto de “huella hídrica” está cobrando cada vez más fuerza, y muchas instituciones de todos los sectores productivos están comenzando a calcularla, como un primer paso en el camino de la responsabilidad ambiental empresaria. La tendencia es inspirada en la importancia de la medición de las emisiones de dióxido de carbono, que se refiere a la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por un individuo, una organización o una empresa en la elaboración de sus productos. Dicha importancia radica en los actuales y potenciales efectos producidos por el cambio climático que, entre otros muchos fenómenos, ha hecho que los glaciares se reduzcan, erosionando fuentes de agua dulce. El aumento de la demanda global de alimentos y energía es otro de los acontecimientos que eleva más la presión sobre el suministro de agua y lo convierte en un recurso que demanda especial atención. Por eso es que algunas empresas (como la compañía Cola Cola) se están proponiendo metas de compensación, como parte de su política de responsabilidad social empresaria. En el caso de esta multinacional, por ejemplo, para 2020 se plantea el desafío de compensar cada litro de agua que consume para la producción de sus productos, de modo de posibilitar que miles de personas que hasta el momento no tenían acceso al agua potable, puedan tenerlo. ¿Pero cómo saber cuánto compensar, si no se tienen datos certeros sobre el consumo de agua del cual la empresa es responsable en la elaboración de sus productos? Por todo lo mencionado anteriormente, el presente trabajo se propone indagar acerca del Agua Virtual como representación estadística de la actual situación que se vive por la distribución y uso de este recurso fundamental, el agua.
Figura 1: Agua utilizada en la producción de alimentos cotidianos
¿QUÉ ES EL AGUA VIRTUAL?
El agua virtual es toda el agua que se necesita para producir, empacar y transportar los bienes y servicios que consumimos. Se dice que es virtual porque no está presente en los productos finales.
Es muy probable que nunca nos hayamos preguntado cuánta agua se necesita para producir la carne que comemos o mantener limpia la ropa. Quizás porque vivimos en un país en el cual existe abundancia del recurso más preciado del planeta. O tal vez, porque nuestra cultura ha sido muy descuidada a la hora de comprender la dinámica de los recursos naturales que hacen posible nuestras vidas. Pero el mundo está cambiando a alta velocidad. Cada vez la población mundial es más numerosa. Crece el desarrollo tecnológico, industrial y de servicios, y con ello la demanda de mayores volúmenes de recursos naturales. Entonces, la sustentabilidad de los sistemas y del propio desarrollo de la sociedad, se ha transformado en un objetivo de enorme importancia.
En ese abanico de posibilidades, el agua emerge como un asunto estratégico del más elevado interés para la humanidad. Es por eso que importa hablar de la "huella hídrica". Es un indicador de la demanda de agua necesaria para producir los bienes y servicios en cada país, respecto a los recursos hídricos del planeta. También podríamos calcular la huella hídrica individual. Por ejemplo, si nuestra dieta es carnívora supone una huella hídrica muy superior a si somos vegetarianos, debido a que un kilo de carne vacuna requiere 16 mil litros de agua para producirse, mientras que el trigo demanda 1,350 litros o el arroz 3 mil litros (Unesco).
El concepto de huella hídrica está íntimamente ligado al de "agua virtual", ya que éste último se define como la cantidad de agua empleada en los procesos industriales y agropecuarios de producción de bienes y servicios, incluyendo el agua contenida en esos productos. El cálculo del agua virtual pasa
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