Ictericia Neonatal
Enviado por brendavera • 29 de Marzo de 2012 • 709 Palabras (3 Páginas) • 957 Visitas
Ictericia neonatal
DR. OCTAVIO FAILACHE
¿Ha perdido vigencia la ictericia neonatal?
La ictericia junto con la dificultad respiratoria, son las
entidades clínicas más frecuentes en la etapa neonatal ;
60 a 70 % de los neonatos maduros y 80 % y más de los
neonatos inmaduros desarrollan algún grado de ictericia.
La presencia de hechos fisiológicos tales como:
vida media de los glóbulos rojos reducida ( hasta 60
días en los pretérminos);
poliglubulia;
extravasación sanguínea frecuente;
ictericia “por lactancia ”;
así como la presencia de condiciones patológicas:
hipoxia;
sepsis;
hipotiroidismo congénito;
son responsables de esa mayor incidencia.
El diagnóstico etiológico sigue planteando dificultades.
En una reciente revisión de 88.000 neonatos acaecida
durante dieciocho años en Melbourne, se logró identificar
alguna causa de ictericia en 60% de los pacientes,
ubicándose la hemólisis por isoinmunización en el primer
lugar. Sin embargo, en un grupo grande de recién
nacidos con niveles altos de bilirrubina no se comprobó
ninguna causa de la misma.
Las controversias diagnósticas en las hiperbilirrubinemias
no conjugadas, surgen cuando nos alejamos de
las de origen inmunológicas (hemólisis por isoinmunización).
Con relación a la neurotoxicidad no se ha logrado definir
bajo que circunstancias aparece el compromiso
neuronal o que valores de bilirrubinas pueden determinarla.
¿Cuáles son las cifras de bilirrubinas poco
probables de producir lesiones? ¿Cuál es el
mecanismo por el que la bilirrubina no
conjugada penetra al cerebro y lo daña?
Se han buscado factores facilitadores de lesión neurológica
y se ha llegado sólo a controversias. Quizás es más
lo que se desconoce que lo que se conoce acerca de la
hiperbilirrubinemia y sus consecuencias.
Con relación al tratamiento, no hay una definición
clara de los parámetros dado que existe un amplio rango
en el cual se han comprobado lesiones.
La consideración aislada de las cifras de bilirrubinas,
sin la participación de la experiencia clínica, puede llevar
a un sobretratamiento; por el contrario, criterios más
liberales pueden llevar a un tratamiento insuficiente.
De este breve análisis surge que la ictericia en el período
neonatal mantiene su vigencia y, sin duda, existe
mucho por conocer aún.
Una razón posible de la disminución aparente del interés
por la ictericia neonatal es la mayor incidencia de la
casuística con mecanismo inmulógico y el notable avance
alcanzado tanto en el diagnóstico como en el tratamiemto
prenatal, no llegando a situaciones críticas postnatales
como sucedía anteriormente.
Sin duda nuestras decisiones en la conducción de un
paciente neonatal con ictericia serán más acertadas si
cada situación la consideramos individualmente, valorando
en profundidad toda la información disponible y
canalizando la paraclínica adecuadamente.
¿Cuál es nuestro objetivo principal frente a un
neonato
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