Importancia de la Higiene de la Piel
Enviado por dubraskitadd • 16 de Octubre de 2014 • Ensayo • 1.511 Palabras (7 Páginas) • 391 Visitas
Importancia de la Higiene de la Piel
El olor del cuerpo puede afectar las relaciones sociales, como el olor del sudor. Numerosas patologías cutáneas como las dermatitis, el impétigo y ciertas micosis, están condicionadas por la falta de higiene de la piel. Como la mayoría de los mamíferos la piel humana tiene dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas que producen líquido para refrescar el cuerpo y las apócrinas, cuya secreción transporta las grasas y proteínas de las células al exterior. El sudor que producen las glándulas apócrinas se vierten hacia los folículos capilares y no directamente sobre la piel. Esta secreción, sumada a los productos del metabolismo de las grasas y proteínas secretadas, es digerida por las bacterias que están sobre la superficie cutánea produciendo el olor desagradable del sudor. Hay que recordar que la higiene de la piel tiene que ser más intensa según las razas o etnias. Los estudios sobre características raciales (que fue una preocupación en la primera mitad del siglo XX), constataron que los europeos y africanos poseen una mayor cantidad de glándulas sudoríparas apócrinas y por lo tanto generan más cantidad de sudor. Los mongoles tienen una menor cantidad y los japoneses casi no tienen olor de sudor en las axilas. En cambio las etnias negras tienen un olor más fuerte que las personas de piel clara. Hay personas que padecen una patología en las glándulas sudoríparas conocida como Hiperdroxis Axilar exceso de sudor en las axilas que dejan grandes manchas en la ropa
El Cigarro
El cigarrillo, cigarro, pitillo, porro o pucho es uno de los formatos más populares en el consumo de tabaco. Un cigarrillo es una planta seca (popularmente tabaco) picada recubierta por una hoja delgada en forma de cilindro. Comúnmente presenta integrado un filtro para reducir los daños a la salud.
Fue definido ya por Bartolomé de las Casas en su Historia de las Indias como «ciertas hojas secas envueltas en otras hojas, también secas, parecidas a los petardos... Se encienden por un extremo y se chupan por el otro... para introducir en los pulmones ese humo con el que adormecen el cuerpo y así se embriagan.
La Nicotina
La nicotina es un compuesto orgánico, un alcaloide encontrado principalmente en la planta del tabaco (Nicotiana tabacum), con alta concentración en sus hojas (constituye cerca del 5% del peso de la planta y del 3% del peso del tabaco seco)1 estando también presente en otras plantas de la familia Solanácea aunque de forma marginal (en el rango de 2–7 µg/kg), como en el caso del tomate, la berenjena, el pimiento y la patata.2 En cantidades aún más marginales, ha sido encontrado en otras plantas como la coliflor, la pimienta verde o el té negro.3 La nicotina debe su nombre a Jean Nicot, quien introdujo el tabaco en Francia en 1560. Se sintetiza en las zonas de mayor actividad de las raíces de las plantas del tabaco y es trasportada por la savia a las hojas verdes. El depósito se realiza en forma de sales de ácidos orgánicos.
Es un potente veneno e incluso se usa en múltiples insecticidas (fumigantes para invernaderos). En bajas concentraciones, la sustancia es un estimulante y es uno de los principales factores de adicción al tabaco. Es soluble en agua y polar.
Efectos sobre el Sistema Nervioso
El tabaco es un estimulante el sistema nervioso central que, sin embargo, en los adictos produce relajación. El hábito de fumar aumenta la tolerancia (se aguanta más), con lo que los efectos agudos (mareos, vómitos, sudoración), se notan cada vez menos.
A nivel psicológico la nicotina facilita la concentración, activa la memoria y, hasta cierto punto, controla el aumento de peso al aumentar el gasto de energía, disminuir los sentidos del olfato y el gusto, y mantener al fumador ocupado en el acto de fumar en vez de comer. Cada persona además tiene sus consideraciones particulares respecto a las sensaciones que el tabaco les otorga.
A nivel físico, la nicotina aumenta la frecuencia cardiaca, el ritmo respiratorio, la presión arterial y el flujo coronario. Durante la combustión del tabaco, algunos de sus elementos se transforman en monóxido de carbono, emisión venenosa que contribuye al surgimiento de enfermedades cardiacas. Cuando el monóxido de carbono entra al torrente sanguíneo, tiende a reemplazar el oxígeno contenido en las células rojas de la sangre formando carboxihemoglobina. En los fumadores, hasta el 10% de la hemoglobina total puede ser carboxihemoglobina, lo cual equivale a decir que sus tejidos reciben 10% menos de oxígeno.
A largo plazo, el tabaco afecta principalmente a los sistemas broncos pulmonares y cardiovasculares. Las estadísticas señalan que el tabaco es la principal causa de cáncer de pulmón, aunque por supuesto existen
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