Informe soja en argentina

Informe “Hambre de soja”

La actividad económica argentina estaba orientada principalmente en el sector exterior, a las exportaciones, que generaban los principales ingresos del país. Sus dotaciones biológicas y geográficas (la extensa llanura de la pampa, con su clima templado y sus praderas naturales) eran el sitio ideal para el desarrollo y comercialización de productos primarios como cereales y derivados de la ganadería.

Hacia mediados del siglo XIX la economía Argentina comenzó a experimentar un crecimiento rápido por la exportación de sus materias primas provenientes de la ganadería. Esto marcó el principio de un período significativo de expansión macroeconómica.

Durante siglo XIX la economía rural estuvo casi completamente dedicada a la ganadería y la agricultura. La oferta agropecuaria, constituyó la base del desarrollo económico de la Argentina en el período 1880-1930.

Anteriormente se describió como era la economía de Argentina antes de la “revolución verde” la que se dio entre 1940 y 1970. Ésta consistió en utilizar variedades mejoradas de maíz, trigo y otros granos, cultivando una sola especie en un terreno durante todo el año (monocultivo), y la aplicación de grandes cantidades de agua, fertilizantes y plaguicidas. Con estas variedades y procedimientos, la producción es de dos a cinco veces superior que con las técnicas y variedades tradicionales de cultivo.

En argentina se implementa el monocultivo de la soja transgénica, la cual lleva ese nombre ya que es modificada genéticamente para que sea inmune al glifosato, espermicida altamente toxico utilizado para matar todo aquello que no sea, en este caso, soja transgénica. Para cultivar esta se utilizan maquinarias muy costosas que aquellos que tienen campos chicos no llegan a comprar por su alto valor económico y no pueden cultivar otra cosa que soja ya que una de las consecuencias de la utilización de glifosato es que extrae y debilita los nutrientes del suelo lo que hace que no se pueda cultivar, terminan vendiendo su campo y quedan desempleados. La utilización de las maquinarias no necesita de muchas personas y al ser tan costos esas maquinas reducen los gastos lo que contribuye a la falta de trabajo en esas áreas y al producir falta de trabajo la gente no tiene ingresos económicos por lo que conlleva al hambre.

La producción de soja transgénica es más barata lo que genera mas ganancias para las empresas. A estas empresas les importa solamente su ganancia y no importa los altos impactos ambientales que producen ni dejar a gente sin trabajo porque para ellos es un negocio y mientras que su negocio deje ganancias todo está bien.  

El documental muestra la otra cara de la producción de soja en Argentina, la parte que nadie quiere escuchar esa como que la soja transgénica es utilizada para consumir en los lugares mas precarios como “buen gesto” de parte de las empresas que donan a comedores, mientras que en países como Estados Unidos esta misma es el alimento de animales y la soja transgénica es altamente perjudicial a la salud ya que esta misma absorbe los nutrientes, produce desnutrición, etc. Muestra como antes del bienestar de todos están los negocios los arreglos políticos y económicos que la población actual que sufre desempleo y hambre y de la futura población que habite allí no tenga para cultivar no le es de interés a nadie.

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