El modelo soja en Argentina

El modelo soja

Los procesos de industrialización registrados en Asia potenciaron las migraciones del campo a la ciudad, aumentaron los ingresos de la población y, en consecuencia, generaron un cambio hacia dietas más proteicas, con mayores requerimientos de productos de origen animal, como carnes y lácteos.

La soja comenzó a jugar un rol central como insumo de la alimentación animal, lo que disparo la demanda global y los precios.

El proceso de reconversión del agro argentino hacia la soja comenzó en los 90 y se aceleró con el paso de los años.

Soja en discusión

El modelo de siembra directa (el paquete de semillas genéticamente modificadas y su herbicida asociado: el glifosato) genero un intenso debate acerca de sus consecuencias sanitarias. Su veloz expansión involucro procesos traumáticos como el desmonte, el desplazamiento de poblaciones originarias y el remplazo parcial de cultivos circunstancialmente menos rentables, como la caña de azúcar y el algodón, así como la reducción de la superficie antes destinada a la ganadería. Además, la ecuación de rentabilidad indujo al monocultivo y la falta de rotación en los campos.

También el nuevo modelo aumento la productividad y bajo los costos de producción. Esto fue consecuencia de la incorporación de tecnología de punta, lo que a su vez profundizo la concentración de la propiedad de la tierra y habilito la emergencia de nuevos actores clave en el agronegocio, como las empresas prestadoras de servicios, los pools de siembra, los fondos de inversión agraria (expresión de la financiación del campo) y los arrendatarios.

Política

Aunque los ambientalistas insisten con los daños ecológicos que produce el monocultivo y aunque existen numerosas denuncias de episodios de violencia asociados a la expansión de la frontera sojera en zonas periféricas, la política parece haber llegado a un consenso: sin soja no se puede. Ocurre que el sector agropecuario es el único capaz de generar los dólares necesarios para que el resto de la economía funcione.

El ultimo intento por intervenir políticamente en el agronegocio -la Resolución 125 que disparo el conflicto entre el kirchnerismo y las organizaciones representantes de los productores- no apuntaba a ponerle limites a la soja, sino a lograr una mayor apropiación, vía retenciones, de las hiperrentas sojeras por parte del Estado. Tras la derrota política el tema fue dejado de lado. En el gobierno de Mauricio Macri ordeno una disminución de las retenciones que, en conjunto con la devaluación, le garantizan a la agroindustria niveles de rentabilidad que la convierten en una de las pocas ganadoras del nuevo modelo económico.

Modelo agrícola industrial transgénico

El papel de Argentina en la producción del modelo agrícola industrial transgénico  fue crucial y fue el país que presento la cabecera de playa de esta expansión para la industria semillera agroquímica mundial.

Organismo estatales como CONABIA, SENASA y la Secretaria de Agricultura (SAGYP en 1996) dieron el visto bueno para la liberación del primer gran evento transgénico a gran escala de América del Sur, la soja RG (resistente a glifosato).

De esta forma, a mediados de los noventa, la empresa Nidera, un consorcio argentino-holandés, liberó las primeras sojas transgénicas basadas en la variedad original A-5403 y su derivada 40-3-2.

Nidera y Don Mario semillas, lideran el mercado con sus dos variedades actuales mas exitosas, la Nidera A5009 RG y Don Mario 4612 RSF. Pero Don Mario es la marca líder en soja contando entre todas sus  variedades con más del 65% del mercado.

El gran perfil exportador de Sudamérica  se debe a que el 75% del comercio mundial de aceite y harina de soja es de origen sudamericano. Argentina lidera el modelo de industria de gran escala, moderna y de costos mas bajos, que procesa en origen y coloca los productos en la arena internacional.

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