El desarrollismo y el modelo de la triple hélice en la Argentina de Frondizi
Enviado por Inda Fernandez • 9 de Febrero de 2020 • Ensayo • 8.808 Palabras (36 Páginas) • 148 Visitas
POLÍTICAS PÚBLICAS
DE EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIAS
EN ARGENTINA Y LATINOAMÉRICA
TRABAJO FINAL
El desarrollismo y el modelo de la triple hélice
en la Argentina de Frondizi
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
CÁTEDRA: Currá
ESTUDIANTE: Fernández, Joaquín Indalecio.
INTRODUCCIÓN
El objetivo de este trabajo es esbozar un análisis de las políticas universitarias durante la experiencia desarrollista de la Presidencia de Arturo Frondizi, utilizando el modelo de la triple hélice de relaciones entre el Estado, las universidades, y el sector productivo elaborado por Etzkowitz y Leydesdorf.
Iniciaré el trabajo con una exposición de los preceptos básicos del desarrollismo. Luego se presentara una breve descripción de modelo de la triple hélice, seguida de un intento de identificar los elementos que, durante la Presidencia de Frondizi, influyeron en cada una de las relaciones que el modelo plantea. Como representación del ámbito universitario se tomará a la gestión del hermano del presidente, Risieri Frondizi, en el Rectorado de la Universidad de Buenos Aires. Una vez presentados todos los elementos, trataré de bosquejar, a modo de conclusión, las características que distinguieron al triángulo Estado-universidades-empresas en el período, y como del gobierno de Frondizi impactaron en él.
1. EL DESARROLLISMO
Al llegar Arturo Frondizi a la Presidencia, expresó el deseo de construir un país moderno; presentando a la vía desarrollista como la mas idónea para conseguir ese objetivo. A los ojos del Presidente, Argentina solo podría modernizarse fomentando la industrialización, contrarrestando así el proteccionismo de los países centrales.
“Centro” y “periferia” son conceptos centrales del discurso desarrollista, ya que a través e ellos se explica la estructura de jerarquización que existe entre los países que forman parte del sistema económico mundial. El subdesarrollo no está marcado, según esta visión, por las características internas de un país, sino por como se relaciona con otras naciones:
“Lo que define el atraso de ciertas naciones, las naciones pobres, es la relación entre el desenvolvimiento de las economías primarias y el de las economías industriales de las grandes potencias, en un proceso que conduce inexorablemente a la pauperización creciente de las primeras y el enriquecimiento de las segundas.” [1]
El centro se caracteriza por su estructura productiva diversificada y homogéneamente modernizada, con una gran capacidad de adaptarse de manera fácil a los adelantos científicos y tecnológicos, incorporándolos. La estructura productiva de los países pertenecientes a la periferia, en cambio, todavía cuenta en su interior con elementos coloniales precapitalistas que limitan sus capacidades de crecimiento. Es incapaz de generar o integrar el progreso técnico de la misma manera que los países centrales.
Partiendo de esta diferencia entre países centrales y periféricos, desde el desarrollismo se elaboro una crítica a la teoría económica tradicional, con el objetivo de demostrar que la división internacional del trabajo basada en ventajas comparativas genera diferentes ritmos de crecimiento dependiendo de a que categoría pertenezca un país. En el mercado global, mientras las nuevas tecnologías y las manufacturas que los pises desarrollados producen incrementan su valor de venta, lo generado por los subdesarrollados, en su mayoría materia prima o industrias livianas, es cada vez mas barato. El subdesarrollo se encuentra en una muy mala posición: gran parte de su producto cuesta cada vez menos, pero las maquinarias e insumos que necesitan para producirlos aumentan constantemente de precio. Es incapaz de sustentar el crecimiento de sus fuerzas productivas con el producto de las exportaciones primarias. El capital, en lugar de quedarse dentro de su estructura productiva, se encuentra rumbo a las economías centrales, ya que el intercambio comercial dispuesto las beneficia.
Para salir del subdesarrollo, el desarrollismo se propone transformar la estructura productiva argentina a través de la sustitución de importaciones. Esto no implicaba no concurrir a capitales extranjeros, ya que estos tenían un papel elemental en la etapa inicial del desarrollo, en la que el país debería proceder a acumular capacidades técnicas y humanas propias, para poder prescindir lo antes posible de los elementos extranjeros, y lograr un equilibrio de la balanza comercial. Desde el extranjero no solo llegarían los capitales que ayudarían a llevar a la producción a su máximo potencial, ya que serian los países centrales quienes aportarían los conocimiento del know-how y transferirían las tecnologías que el país deberá utilizar para ponerse al día con el mundo.
No cualquier inversión extranjera era la que se buscaba: la inversión solo se estimularía si estaba destinada a potenciar la fracción de la estructura productiva destinada a las necesidades del mercado interno, o que ayudase al país en el proceso de sustitución de importaciones.
Recurrir a capitales extranjeros no significaba bajo ninguna circunstancia dejar al Estado abierto al juego económico, ya que su rol consistiría en planificar y guiar el proceso de industrialización, pero cuidando de no sofocar al sector privado, del que tiene que surgir el impulso del desarrollo. La política ocupa un lugar central, ya que el Estado es el actor estratégico mas importante, el agente del cambio: de el surgen las políticas modernizadoras, de educación, las garantías del respeto y cumplimiento de los valores democráticos.
Incluso si se lograba atrae el capital indicado, el camino hacia el desarrollo necesitaría de un segundo apoyo: una ciudadanía educada y técnicamente capacitada .Para que todo esto sea posible se propugnaba la necesidad de un cambio en la mentalidad de la ciudadanía. Argentina subsistía en el subdesarrollo en parte porque su sociedad era subdesarrollada. Era imperioso implantar en ella ideas modernas, es decir, las ideas y valores considerados virtuosos en los países desarrollados. El camino hacia el desarrollo solo podía lograrse con valores y creencias democráticas e industrializantes ampliamente esparcidos en el grueso de la sociedad.
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