Insumos De Un Laboratorio De Quimica
Enviado por PAU20011 • 21 de Abril de 2013 • 1.235 Palabras (5 Páginas) • 1.019 Visitas
Los Cuatro Pilares de la Educación: ¿una Propuesta Pensada para el Mundo?
ESCRITO POR RODOLFO CRUZ VARGAS
La sociedad del siglo XXI vive cambios y transformaciones radicales en todos los ámbitos de la vida. Muy probablemente, sea la primera ocasión en la historia, en que se acumulan tantas y tan intensas variaciones estructurales. El sistema educativo no escapa a esta serie de hechos sociales, donde tanto docentes como dicentes están involucrados junto con todo el sistema educativo mundial.
Los nuevos tiempos reclaman, día con día, que cada una de las partes de su estructura se ajusten, volviéndose funcionales, es decir, atendiendo las exigencias de un sistema globalizado que no admite objeciones en su inserción.
En ese tenor, el papel de la educación y de sus profesores, requiere de cambios drásticos e inmediatos que permitan cubrir las expectativas de un nuevo modelo de orden mundial donde el sistema educativo en su conjunto, juega un papel histórico y trascendente para la humanidad.
Todo esto no es claro, sin embargo nos surge una primera pregunta: ¿Qué tipo de educación es la qué debe predominar en el nuevo milenio? Parece ser que la UNESCO dio respuesta con el informe de Delors, sin embargo nos surge una segunda inquietud: ¿qué tan viable es esta para la realidad latinoamericana?
Crovi (2006) en su trabajo intitulado “Educar en la era de las redes. Una mirada desde la comunicación”, expone una asociación entre el trabajo de Delors: “La educación encierra un tesoro” [1]y el informe MacBride [2]. Considerando que ambos trabajos coinciden en una misma preocupación: un mundo desigual. Y considera que no se puede todavía hablar de una Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC), ya que existen grandes diferencias en cuanto al uso y apropiación de las Tecnologías de Información y comunicación (TIC). Lo cual puede apreciarse aun más específicamente si hacemos referencia a la educación superior, donde aunado al informe de Delors, aparece dos años después la “Declaración mundial sobre la educación superior en el siglo XXI: visión y acción y marco de acción prioritaria para el cambio y el desarrollo de la educación superior”. Ambos documentos destacan las características que debe adoptar por la educación del siglo XXI y donde las TIC juegan un papel determinante como instrumentos de cambio.
La respuesta de las naciones a tales lineamientos no se hizo esperar. Las instituciones públicas y privadas de educación básica, media superior y superior en el caso de nuestro país, iniciaron proyectos incorporando el uso de las TIC [3] y modelos educativos basados en los cuatro pilares: Aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser; y promoviendo modelos instruccionales constructivistas, que atendieran de mejor manera las necesidades de las nuevas generaciones de educandos, también conocidos como generación N [4] e inmersos en un contexto de cambios sociales, movimientos migratorios, procesos de democratización, empleo de las tecnologías de la información y telecomunicaciones, diversidad y multiculturalismo, en fin, en un mundo globalizado. Donde se requiere que sus sistemas educativos pasen de aprendizajes lineales a la adopción de nuevos ambientes de aprendizaje; de la enseñanza memorística a la construcción social del conocimiento; de aprendizajes escolares a aprendizajes para la vida; de la dependencia a la interdependencia y de un aprendizaje obligado a un placer por aprender.
Sin embargo, consideramos que todos estos hechos sociales, innegables e ineludibles, que caracterizan la época que vivimos como una sociedad de la información y del conocimiento, dicho esto en palabras de Castells (1998), y como una sociedad de la educación [5] , en palabras de Orozco (2003), representan una cara de la moneda. Pues si bien es cierto que el proceso de globalización en el cual el mundo entero está inmerso, y donde la educación es determinante, según lo expuesto por la UNESCO a través del informe de Delors, parece ser que se olvida de la tesis de Marini (1987) al referir la dependencia histórica [6]de América Latina, que no
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