Investigacion
Enviado por Karina1281 • 23 de Mayo de 2013 • 1.244 Palabras (5 Páginas) • 310 Visitas
CAPITILO IV
De las sin justicias y agravios, y de lo justo y de lo político, del derecho del señor, del padre y del señor de casa.
Aquí se pone en diferencia hurtar y ser ladrón, adulterar y ser adultero y sus semejanzas, que cayendo en estos vicios son fuertemente castigados.
Que para respetar a la justicia civil deberá regirse a las leyes y no caer en estos vicios, y hacer las cosas con equidad y como se debe. Pero el hecho de caer en estos vicios ya sea por flaqueza no quiere decir que del todo sea in justo. Es por eso que no se permite que el hombre mande, si no, la razón ya que el hombre tomara la mayor parte de las cosas que son buenas y en menor lo que es malo, que por ser justos se les dará el derecho de honra y dignidad y por lo tanto se harán tiranos. El derecho del señor y del padre se asimila ya que nadie se puede hacer daño a sí mismo, como el hijo está bajo protección del padre y se considera parte de ello. De manera que la equidad civil no se puede decir justa ni injusta porque está hecha conforme a la ley.
CAPITILO VII
De lo justo natural y pacífico.
Lo natural que tiene por fuerza ser justo, como la defensión de su propia vida, y otro que se obliga por simple y voluntaria aceptación de los hombres, como pagar por un cautivo diez coronas, o sacrificar una cabra y no dos ovejas que son ordinaciones que se hacen por consejos.
Porque lo natural es, y no se puede mudar y donde quiera tiene una misma facultad, pero hay justo que no es por naturaleza que son por aceptación y porque conviene hacerse. Pero lo natural que se hace por república y el mejor y más perfecto modo de gobierno que rige la ley como los negocios que se hacen son muchos, pero las cosas justas tienen cada una por su propia especie. Aquí se quiere más significar que la justicia parece ser la enmienda del agravio.
CAPITILO VIII
De las tres especies de agravios con que los hombres son perjudicados
Aquí Aristóteles distingue por sus especies los agravios primero en dos especies, forzosos y voluntarios, y otros por ignorancia. Los que son de ignorancia divide en otras tres especies: las de ignorancia crasa, que procede de hacer las cosas por conveniencia propia y son los peores, otros de ignorancia invencible, y otros por fortuna.
Se llama voluntario lo que uno hace por sí mismo entendiendo que está en su mano y no ignorarlo a quien, ni porque, ni cómo. Lo mismo se dice el fin de porque lo hizo y el fin de todo lo hecho, o por ajena violencia, se dice ser forzoso, y lo mismo es en las cosas justas o injustas lo que accidentalmente sucede.
Siendo pues las tres especies de los daños que en las contrataciones suceden, las cosas que por ignorancia se hacen, cuando uno lo hace no entendiendo ni a quien, ni que, ni porque, si no porque sucedió al revés de como se pensó. Mas cuando lo entiende y no lo hace sobre consulta, como lo que por enojo se hace, pero ellos aún no son del todo injustos porque aquel tal daño no procede de maldad. Pero cuando con consulta y elección lo hace, llamase injusto y mal hombre, hace agravios.
De la misma manera el justo cuando de sobre deliberación hiciere una obra justa, la cual entonces la hace, cuando la hace voluntariamente.
Hay cosas forzosas que son dignas de misericordia como las que se hacen por ignorancia, pero también hay que se hacen ignorantemente por alteración no son dignas de misericordia.
CAPITILO
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