Jitomate

JITOMATE

Para el cultivo del jitomate en invernadero se colocan las semillas en charolas para su germinación y el desarrollo de las plántulas. Pasados de 30-35 días en clima cálido y de 35-40 en clima frio se puede realizar el trasplante siempre y cuando el porte de la raíz se encuentre con pelos radiculares.

La separación entre plantas es de 16 cm aproximadamente y entre surcos de 1.92 metros. La temperatura dentro del invernadero debe estar entre los 28° y 30° C, el suelo es arcilloso y presenta un pH de 5.5. La aplicación de fertilizante dependerá de un análisis de suelo, este análisis se repite cada doce o trece meses y si es necesario se cambia la fórmula de fertilización. Teniendo en cuenta que es un sistema cerrado es necesario la polinización diaria de las flores utilizando una sopladora.

Algunas plagas que se pueden encontrar son la mosquita blanca, el creps, araña y ácaros. En este caso se aplican insecticidas biológicos, por ejemplo, extracto de ajo y canela, con una aplicación semanal. En el suelo se presenta el hongo fusareum, la única maleza que se presenta es de hoja ancha. Las enfermedades más comunes que atacan a este cultivo son la cenicilla en tiempo nublado y en ocasiones uno muy agresivo para el cultivo que es el tizón.

 El tipo de riego que se utiliza es fertirriego (goteo), se riega 8 minutos en la mañana y 8 minutos en la tarde, de tal manera que la humedad del suelo se encuentre entre 45 y 60%.

En cada racimo se obtiene aproximadamente entre 5 y6 jitomates. Teniendo una producción de 20 kilos por m2, en ciclos de 7 meses se llega a obtener hasta 200 toneladas por hectárea. El proceso de la cosecha es manualmente cada 3 veces por semana, el producto obtenido se separa en tamaños grande, mediano y chico.

Para la comercialización es empacado en cajas de 30 kilos en promedio. Hasta hace 2 años se exportaba principalmente a Estados Unidos y Canadá, actualmente a incrementado la venta nacional en los estados de Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro.

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