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LA ENTREVISTA


Enviado por   •  6 de Noviembre de 2011  •  2.441 Palabras (10 Páginas)  •  481 Visitas

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LA ENTREVISTA.

Una entrevista es un dialogo en el que la persona (entrevistador), generalmente un periodista hace una serie de preguntas a otra persona (entrevistado), con el fin de conocer mejor sus ideas, sus sentimientos su forma de actuar.

EL ENTREVISTADO deberá ser siempre una persona que interese a la comunidad. El entrevistado es la persona que tiene alguna idea o alguna experiencia importante que transmitir.

EL ENTREVISTADOR es el que dirige la entrevista debe dominar el dialogo, presenta al entrevistado y el tema principal, hace preguntas adecuadas y cierra la entrevista.

La entrevista es también información y reportaje, las entrevistas pueden ser reales o imaginarias.

Las reales presentan a una o más personas reales que responden a una serie de preguntas formuladas por un entrevistador.

Las imaginarias son las que una persona adopta el papel del entrevistado artista, escritor y el otro el de entrevistado puede ser un personaje histórico o literario, y el entrevistador es el mismo o algún otro personaje.

PARTES DE UNA ENTREVISTA.

La presentación suele ser breve, pero no suficientemente

informativa. En ella no se habla del entrevistado, sino del tema

principal de la entrevista.

El cuerpo de la entrevista esta formado por preguntas y las

respuestas. Es importante elegir bien las preguntas para que la

entrevista sea buena, las preguntas deben ser interesantes para

él publico, y adecuadas para el entrevistado trasmita sus

experiencias. También deben ser breves, claras y respetuosas.

El cierre de la entrevista debe ser conciso. El entrevistador puede

presentar un resumen de lo hablado o hacer un breve comentario

personal.

LO QUE DEBE SER Y LO QUE NO DEBE SER UNA ENTREVISTA.

Ambiente personas y dialogo.

Una entrevista debe ser simple reflejo de lo que ha sido. Condiciones necesarias, saber describir el ambiente, saber ver que la persona con quien nos entrevistamos y dominar el dialogo.

Para la entrevista se pueden seguir dos métodos: el impresionista y el expresionista.

El impresionismo nos dará como una visión instantánea en la que recogen aquellos rasgos y detalles que destacan del conjunto, lo más llamativo es lo que nosotros, por eliminación de lo accesorio, cuando al paso del tiempo, se va borrando nuestra memoria todo lo que interesa verdaderamente. Se es impresionista por temperamento.

En el periodismo, conviene la técnica impresionista, el expresionismo para l a entrevista de cierta altura, la que de be periódicamente, de cuando en cuando, a personalidades relevantes que exigen un estudio profundo meditado.

NO RECARGAR DEMASIADO.

Un hombre no es una simple suma d rasgos. Lo que interesa es su alma, un carácter que s refleje en algunos de esos rasgos. Lo que interesa, en realidad son los rasgos son principalmente los ojos, la boca y las manos.

No nos queda un recurso:

Estudiar las manos del hombre escurridizo que tengamos ante nosotros.

En las manos, si sabemos mirarlas, encontraremos mas de una vez el verdadero carácter del hombre que estamos observando: si no son huesudas, sí alargadas, y cortas y macizas, sí lánguidas o enérgicas.

Las manos hablan lo mismo que se hallan serena quietud como si están en pleno y agitado movimiento, sin que lo sepa su dueño nos descubren el modo mas intimo de su ser.

Como tercer elemento fundamental de la entrevista nos queda el dialogo. En la entrevista lo que nos interesa, no solo lo que dice el personaje de turno, si no como lo dice. El secreto de este como reside en el matiz. Sin el dialogo carece de vida de dos maneras: Puntuando bien las frases y periodos, de modo que una coma, un punto y coma, un signo de admiración o puntos suspensivos reflejen el tono de lo que se nos dijo.

Otra imperiosa vigencia en el dialogo de la entrevista es la selección, para quedarnos estrictamente significativo.

EL ARTE DE PREGUNTAR

En el modo periodístico se ha impuesto un tipo de intervención a base exclusivamente de preguntas y respuestas, simple dialogo sin matiz alguno. El sistema se ha impuesto por que este procedimiento informativo es el que más fácil redacción de todos. No exige demasiado preocupación literaria ni hay que preocuparse muchos por darles formas a las frases.

Pero lo bueno es enemigo de lo fácil. Y así resulta que este tipo de entrevistas standard, es el personaje entrevistado se esfuma.

Una entrevista no debe hacerse para que el entrevistador luzca con facilidad interrogatorio lo que debe buscar es la fuerza de la personalidad. Y un hombre no se le descubre a la fuerza para interrogarle, si dejándole hablar, que es lo mismo. Hay pues, que saber preguntar en su momento y saber callar cuando es la ocasión lo exige.

La entrevista ha de ser reflejo del dialogo, que nunca exclusivamente una suma de preguntas y respuestas, sino algo más complejo: afirmaciones, negaciones, titubeos, gestos y reservas.

SE DEBEN TOMAR NOTAS

El tomar notas, depende del momento, del interlocutor, de nosotros mismos.

Pero muy buena retentiva que se tenga, siempre convendrá tomar alguna rápida nota (mas o menos disimulada o, terminada la entrevista, al salir a la calle). Tales notas nos servirán para recordar un gesto, una frase, algo característico.

Otras veces, en un cambio, no preciso recurrir apenas a las notas, por lo que nuestro interlocutor se presta mas al trabajo de síntesis que al análisis.

Lo que sí es imperativo, antes de coger un lápiz, es estudiar rápidamente a la persona entrevistada para saber como reacciona. Hay quien nada mas al ver ante sí el cuaderno de notas del periodista advierte la responsabilidad de la palabra escrita y adopta inmediatamente una actitud doctoral, casi siempre es falsa. Otras personas especialmente los científicos hablan con mas aplomo y seguridad cuando ven funcionar una pluma del periodista, saben que si se evita la posibilidad de error en la interpretación de sus manifestaciones.

De Emil Ludwuing se cuenta que, antes de entrevistarse con un personaje celebre. Procuraba hablar con el enemigo o contrincante profesional, político o ideológico de aquel. De este modo, el biógrafo conseguía a alguien le hablase m al de aquella persona con quien pensaba entrevistase, conocía así sus defectos, a veces reveladores. Para su futuro estudio psicológico.

Para este procedimiento no es conveniente siempre ir en blanco a la entrevista. Cuando ignoramos todo una persona, puede engañarnos las apariencias. Saber un poco

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