LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL Y GESTIÓN EDUCATIVA EN CONTEXTOS DESCENTRALIZADOS.

LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL Y GESTIÓN EDUCATIVA EN CONTEXTOS DESCENTRALIZADOS

Las instituciones educativas, convienen ser dirigidas por profesionales cuyas cualidades y habilidades profesionales, estén vinculadas a la comunicación, motivación y establecimiento de las relaciones interpersonales dentro de una gestión educativa, en la cual tiene un rol protagónico las relaciones humanas, es por ello que el gerente educativo, debe cumplir a cabalidad sus funciones destacando entre ellas el liderazgo transformacional como medio para desarrollar una gestión educativa con una misión y visión organizacional compartida, que le ayuden a planificar su trabajo y a la vez le sirva para controlar, orientar, dirigir y evaluar a los docentes y demás miembros que participan en el proceso educativo.

El liderazgo transformacional es "cambiar" a las personas y a las organizaciones. Cambiar la forma de actuar, precedido de una innovación de como se piensa y siente. El liderazgo requiere de un reenfoque mental, con el fin de una nueva de percepción, es un cambio radical a que el comportamiento sea congruente con sus creencias y motivar a realizar cambios permanentes.

Según Gerstner (1996), “es el proceso de influir sobre las personas para dirigir sus esfuerzos hacia el cumplimiento de determinadas metas” (p.69), es decir el líder o directivo para lograr el cambio en la institución que administra, tiene que ejercer influencias sobre los demás integrantes del equipo, con el cual esta compartiendo y para ello debe cumplir con una series de características indispensables para ser un director con éxito.

Un liderazgo transformacional mejora la gestión educativa de las Instituciones Formativas como soporte de los Programas Pedagógicos, renovando la imagen de los directores como capitales humanos y supervisando el cumplimiento de la normatividad vigente en el sector educación, asegurando el control de los procesos y la transparencia de las acciones de los agentes educativos.

De aquí, que una adecuada formación de los niños y adolescentes desde un liderazgo transformador permitirá el desarrollo personal y profesional, un compromiso ético y social que se verá reflejado en el desarrollo social y económico de la nación y por ende del estado donde se establezca.

De esta forma, es posible acotar, que si queremos cambiar las escuelas y, con ello, mejorar la educación, se necesita contar con personas que ejerzan un liderazgo desde el interior de la escuela que inicie, impulse, facilite, gestione y coordine el proceso de transformación. Personas con una preparación técnica adecuada pero, sobre todo, con una actitud y un compromiso con la escuela, la educación y la sociedad capaces de ponerse al frente del proceso de cambio.

Siguiendo con las aseveraciones que plantea Núñez (2002), considera “seis características básicas de los directivos como líderes gerenciales: habilidad mental, madurez emocional, necesidad intrínseca de logro, habilidad para resolver problemas, empatía y representatividad” (p.3).

De estas características se puede deducir que un director debe: mostrarse ante los demás con inteligencia superior a ellos; poseer madurez emocional, es decir sentirse seguro de sí mismo, de lo que está realizando, como también enfrentar los problemas de la organización con la plena madurez; tener la necesidad interna de cumplir con objetivos, fijarse metas difíciles pero alcanzables y después cumplirlas y por ultimo saber diferenciar entre la causa y el efecto, pero ponerle más atención a la causa y así podrá poseer la suficiente habilidad para resolver las dificultades; Ser empático, es identificarse emocionalmente con los demás y ver las cosas desde el punto de vista del trabajador, esto le permite situarse en una posición privilegiada para poder mandar y como ultima característica la representatividad que no es más que la responsabilidad de actuar como representante de su personal ante las demás organizaciones y jefes superiores.

En resumen a las características planteadas con anterioridad, el líder da la empatía y apoyo, mantiene abierta la comunicación y lugares desafíos antes de los seguidores. Ello abarca también la necesidad de respetar y celebra la contribución individual que cada

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