La Agricultura
Enviado por ange4921 • 10 de Septiembre de 2013 • 2.766 Palabras (12 Páginas) • 304 Visitas
AGRICULTURA PRIMITIVA
El hombre primitivo, el que usó por casa las cavernas, sólo contaba con su fuerza, es decir, con su energía muscular, para buscar alimento, para arreglar su vivienda.
Cuando alguien observó que las pepas que escupía o botaba al suelo retoñaban y se convertían en nuevas matas, empezó la agricultura. Sin afanes, el hombre se dio maña para aliviar las cargas de la siembra, el cuidado y la recolección de cosechas.
Revolución del Neolítico: (aproximadamente 1000-4000 a. de C.)
Tras la última glaciación (alrededor del año 10.000 a. de C.) tuvo lugar lo que se ha dado en llamar la Revolución Neolítica, esto es, la revolución ocurrida en la Nueva Edad de Piedra. Aunque la gente del neolítico confeccionó un nuevo tipo de hachas de piedra pulida, éste no fue el cambio más importante experimentado después del año 10.000 a. de C. El descubrimiento de la agricultura y la ganadería supuso un cambio radical en las formas de vida y en la organizado de los seres humanos. La caza y la recolección permanecieron, pero dejaron de ser las únicas formas de subsistencia, y los seres humanos comenzaron a elaborar sus propios alimentos.
REVOLUCIÓN AGRÍCOLA: El verdadero cambio fue que la caza de animales y la recolección de plantas —actividades que se realizaban para ganarse el sustento dieron paso a la producción de alimentos mediante la práctica sistemática de la agricultura.
La siembra de granos y vegetales proporcionó una oferta regular de comida, y la domesticación de animales (como cabras, ganado, puercos y ovejas) añadió una fuente continua de carne, leche y fibras para vestir (como la lana). También se pudieron emplear grandes animales como bestias de carga.
El aumento de cosechas y la domesticación de animales productores de alimentos establecieron una nueva relación entre los hombres y la naturaleza. A los historiadores les gusta referirse a esto como una revolución agrícola. El cambio revolucionario es drástico y requiere un gran esfuerzo, pero la capacidad de adquirir con regularidad alimentos dio a los seres humanos una mayor cantidad sobre su ambiente. También les permitió abandonar sus hábitos de vida nómada, y comenzar a vivir en comunidades asentadas.
La agricultura sistemática quizá se desarrolló de manera independiente en cuatro distintas áreas del mundo entre los años 7000 a. de C. En cada una de estas zonas se cultivaron plantas diferentes: trigo, cebada y lentejas en el Cercano Oriente; arroz y mijo en el sur de Asia; mijo y camote en África occidental; y frijoles, papas y maíz en Mesoamérica.
En el Cercano Oriente, como en cualquier otra parte, la revolución agrícola del Neolítico requirió la presencia de un ambiente favorable. Al principio, las áreas elevadas que se ubican arriba del Fértil Creciente (que en la actualidad corresponden al norte de Iraq y al sur de Turquía) fueron más propicias para un cultivo sistemático que las zonas de los valles ribereños. Aquella región recibía la precipitación pluvial necesaria y era el lugar de origen de dos plantas silvestres (el trigo y la cebada) y de cuatro especies de animales salvajes (el puerco, las vacas, las cabras y las ovejas), que habrían de ser domesticadas para beneficio del ser humano.
Durante el Neolítico, los poblados estaban situados generalmente junto a un río, a fin de tener agua para regar los campos y abastecer con alimentos a la población y al ganado, tanto para criarlo como para alimento del pueblo.
La agricultura permitió a quienes se ocupaban en esta actividad producir más alimento del que precisaban sus familias. Esto significó que las gentes podían dedicarse a otras tareas aparte cultivar la tierra por ejemplo, a la artesanía o el arte y comerciar con sus productos a cambio de algo del excedente de otro agricultor. Por vez primera, los seres humanos hallaron tiempo para pensar en algo que no fuera la próxima comida. Por añadidura, la estrecha convivencia urbana facilitó los intercambios, y las innovaciones e ideas de uno podían ser transmitidas rápidamente a los demás.
Como resultado de ello, el advenimiento de la agricultura y de las ciudades significó asimismo el inicio de un nuevo y más complejo género de vida que llamamos civilización (de una palabra latina que significa ("habitante de la ciudad»). El área civilizada era pequeña al principio, pero fue extendiéndose hasta ocupar virtualmente, en nuestros días, el mundo entero.
La agricultura dio comienzo en el norte del Irak, donde crecían el trigo y la cebada silvestres, y estos cereales fueron los primeros «domesticados». Los granos se molerían para obtener harina, la cual puede almacenarse durante meses sin echarse a perder, y se convierte, tras la cocción, en un sabroso y nutritivo pan.
Pese al incremento del suministro alimentario, los granjeros debieron de ser muy conscientes de su tarea, que equivalía a una forma de esclavitud que el recurso a los animales apenas mitigaba.
En el neolítico se practicaba una agricultura itinerante (y que todavía hoy practican algunos pueblos primitivos), que consistía en abandonar las tierras una vez han sido agotados sus recursos y buscar nuevos suelos productivos.
Las primeras herramientas
Las primeras herramientas utilizadas en las tareas agrícolas del Neolítico eran básicamente las mismas que utilizaban en el Paleolítico para recolectar raíces, las cuales estaban construidas de madera y piedra. Posteriormente, mediante piedras afiladas, sílex, hueso, y maderas más o menos torneadas se armaron azadas para cavar la tierra, hoces para recoger el grano, e incluso arados rudimentarios a base de ramas de árboles convenientemente modificadas para levantar y voltear la tierra a mano, con objeto de prepararla para la siembra. Posteriormente, se adaptó el arado para ser tirado por animales.
Herramientas agrícolas
Las herramientas agrícolas son instrumentos que se utilizan para labrar la tierra, cargar arena, deshierbar, remover la tierra, abrir zanjas, transportar abono o material, etc. Son muchas y muy variadas las herramientas agrícolas, entre las que se mencionan:
Barretones: son palancas de acero terminadas en hoja planta y semiplanta del mismo metal, mango de mediana longitud.
Carretillas: son cargos pequeños que tienen una rueda y sirven para cargar y descargar material agrícola, sea arena, tierra, abonos.
Escardillas: son herramientas con extremo en forma de pala; es de metal con borde inferior de filo cortante; sirve para remover la tierra.
Machetes: son herramientas diseñadas para cortar;
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