La Mente Nueva Del Emperador En Torno A La Cibernética, La Mente Y Las Leyes De La física CONSEJO
Enviado por emyemely • 13 de Noviembre de 2013 • 1.191 Palabras (5 Páginas) • 381 Visitas
I. ¿CABE LA MENTE EN UNA COMPUTADORA?
INTRODUCCIÓN
DURANTE LAS ÚLTIMAS DÉCADAS, la tecnología de las computadoras electrónicas ha hecho
enormes progresos. Y estoy seguro de que en las próximas décadas tendrán lugar nuevos
progresos en velocidad, capacidad y diseño lógico. Nuestras computadoras actuales nos
parecerán tan lentas y primitivas como hoy nos lo parecen las calculadoras mecánicas de antaño.
Hay algo casi estremecedor en el ritmo del progreso. Las computadoras ya pueden realizar con
mucha más velocidad y precisión tareas que hasta ahora habían estado reservadas
exclusivamente al pensamiento humano. Desde hace tiempo estamos acostumbrados a que las
máquinas nos superen ampliamente en las tareas físicas. Esto no nos causa el menor desasosiego.
Antes bien, nos gusta tener aparatos que nos lleven por tierra a grandes velocidades —más de
cinco veces la velocidad del más veloz atleta humano— o que puedan cavar hoyos o demoler
estructuras que nos estorban con una rapidez que dejaría en ridículo a equipos compuestos por
docenas de hombres. Estamos aún más encantados de tener máquinas que nos permitan hacer
físicamente cosas que nunca antes habíamos podido hacer, como llevarnos por los cielos y
depositarnos al otro lado del océano en cuestión de horas. El que las máquinas obtengan tales
logros no hiere nuestro orgullo. Pero el poder pensar, eso sí ha sido siempre una prerrogativa
humana. Después de todo, ha sido esa capacidad la que, al traducirse en términos físicos, nos ha
permitido superar nuestras limitaciones físicas y la que parecería ponernos por encima de otras
criaturas. Si las máquinas pudieran llegar a superarnos algún día en esa cualidad en la que nos
habíamos creído superiores, ¿no tendríamos entonces que ceder esa superioridad a nuestras
propias creaciones?
La pregunta de si se puede afirmar o no que un artefacto mecánico piensa —quizás incluso que
experimenta sentimientos, o que posee una mente—, es antigua.1 Sin embargo, ha recibido un
nuevo ímpetu con la llegada de la moderna tecnología de las .computadoras. Es una pregunta que
implica profundos temas de filosofía. ¿Qué significa pensar o sentir? ¿Qué es la mente? ¿Existe
realmente la mente? Suponiendo que sí existe, ¿en qué medida depende de las estructuras físicas
a las que está asociada? ¿Podría existir la mente al margen de tales estructuras? ¿O es
simplemente el modo de funcionar de ciertos tipos de estructuras físicas? En cualquier caso, ¿es
imprescindible que las estructuras importantes sean de naturaleza biológica (cerebros) o podrían
también estar asociadas a componentes electrónicos? ¿Está la mente sujeta a las leyes de la
física? ¿Qué son, de hecho, las leyes de la física?
Éstas son algunas de las cuestiones que intentaré tratar en este libro. Pedir respuestas definitivas
a preguntas tan fundamentales estaría fuera de lugar. Yo no puedo proporcionar tales respuestas;
nadie puede, aunque hay quien trata de impresionarnos con sus conjeturas. Mis propias
conjeturas jugarán un papel importante en lo que sigue, pero trataré de distinguir claramente tales
especulaciones de los hechos científicos brutos, y trataré también de dejar claras las razones en
las que se fundamentan mis especulaciones. No obstante, mi principal propósito aquí no es hacer
conjeturas, sino plantear algunos temas aparentemente nuevos, concernientes a la relación entre
la estructura de las leyes físicas, la naturaleza de las matemáticas y el pensamiento consciente, y
presentar un punto de vista que no he visto expresado hasta ahora. Es un punto de vista que no
puedo describir adecuadamente en pocas palabras, y ésta es una de las razones por las que he
tenido que realizar un libro de este tamaño. Pero en resumen, y quizá de manera algo equívoca,puedo al menos afirmar que mi punto de vista sugiere que es nuestra actual incomprensión de las
leyes fundamentales de la física la que nos impide aprehender el concepto de "mente" en
términos físicos o lógicos. No quiero decir con esto que las leyes no sean nunca conocidas del
todo. Por el contrario,
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