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La Revolución Francesa, evento histórico


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2011  •  Trabajo  •  1.272 Palabras (6 Páginas)  •  600 Visitas

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La Revolución Francesa, evento histórico prolífico, trajo consigo distintas aportaciones, que, de forma vehemente y profunda, repercutieron en el campo de la educación durante el siglo XIX. Como parte fundamental del desarrollo ideológico, social y político de dicha época, la educación se vio envuelta en una serie de cambios trascendentales que dieron génesis a importantes reformas que en su momento fueron renovadoras y que al día de hoy siguen distinguiéndose en el mundo y en el México actual.

Es sabido, que durante las primeras etapas de la historia de la educación, ésta se desarrollo como medio de instrucción (posiblemente de control) por parte de un sector claramente delimitado, mismo que gozaba de beneficios y facultades cuasi omnipotentes: la Iglesia (constituida como bloque social unitario). A ello, sucedió un cambio radical propulsado por la disolución, en dos instancias, del “poder del pueblo”, un efecto conciliador en el que aparece el Estado como una fuerza, por principio, independiente y distinguida de las labores del clérigo. Iglesia y Estado serían, desde entonces y aún de forma precaria, dos entes distintos con funciones puntuales acordes a su nueva naturaleza; no sin poca controversia proveniente de los sectores conservadores y opositores a la nueva corriente normativa, se contaba con un nuevo régimen.

A partir de ese momento, los gastos destinados por la nación a la instrucción y a la asistencia pública, comenzaron a ser regulados medianamente por el Estado, la nacionalización de los bienes en Francia, no hizo más que confirmar el hecho. Ya con el control sobre la gestión directa sobre las actividades sociales, se logró transformar un estigma que venía arrastrando la educación de antaño: la escuela se volvería social, pasaba a formar parte del servicio público, noción que dentro del parámetro educativo de nuestros días, resulta comprensible. El estado francés se vuelve soberano en cuanto a la gestión y manejo de la educación, paulatinamente, las brechas sociales (castas y privilegios) se van macerando, dado que, las medidas adoptadas por el nuevo régimen tienen como objetivo expandir el foco de alcance educativo, la educación de las masas se vuelve tema central de la educación convencional y se inaugura una nueva política de servicios públicos que actualmente sigue en transformación.

La idea en sí, fue revolucionaria, producto de un proceso lento, gradual y sólido: educación para el individuo, idea que hoy ha trascendido. Atrás quedó la imagen de una instrucción del ciudadano, aquel sin personalidad, un “artesano” dotado de lo necesario para desempeñarse en la sociedad. Distintos pensadores de la época (Diderot, Rousseau, entre otros), comenzaron a tomar como bandera, la idea de una educación que formara a la población (niños y adolescentes entre ellos) acorde a la necesidad nacional, es decir, proyectar una pensamiento de mundo a partir de la óptica nacionalista para crear una base afín a la sociedad: lo deseado, desplegar a través de dicha educación, los fines (de una nación sedienta de progreso) a partir de los requerimientos sociales, es decir, el desenlace natural del desarrollo ideológico alcanzó un culmen mediato en el servicio público. El Estado se volvió protagonista de la educación y, en este cauce, dejó el papel de la Iglesia en una posición sumamente frágil. La educación, desde su profesorado, se volvió laica.

En ésta línea, las ideas provenientes de la Revolución Francesa, otorgaron un matiz singular al nuevo campo educativo: educación para todos. El sistema educativo se transformó, y, en función de los correspondientes movimientos sociales de la época, así como de otros factores políticos y económicos, se abrió al común de la sociedad, expandió su alcance en profundidad y extensión, mostrándose como un sistema (por principio de cuentas) sensible al pueblo, atento a las necesidades del mismo, conducido por el Estado. La educación (y en ello la escuela) se ha vuelto el vehículo idóneo para la transmisión de los valores, conocimientos y

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