La comunicación en el contexto educativo es un proceso social esencial

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

RÓMULO GALLEGOS

DECANATO DE POSTGRADO

AULA TERRITORIAL VALLE DE LA PASCUA

DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

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FACILITADOR:

Dra

PARTICIPANTE:

Esp. Yusmari Infante

Valle de La Pascua, 28 de Noviembre de 2015

        La comunicación en el contexto educativo es un proceso social esencial, para todos sus integrantes, porque es la vía mediante la cual adquieren su humanidad individual, mantiene y desarrolla sus relaciones sociales. La comunicación constituye la fuente del éxito o del fracaso, la posibilidad de alcanzar las metas y la salida fundamental del funcionamiento de una institución educativa. Por lo tanto, la comunicación, es una tarea que involucra mucho más que el dominio de una serie de destrezas y técnicas, pues abarca un compromiso social y una capacidad que depende, en su mayor parte, de las cualidades de todos los que conforman una institución educativa, al ejercer sus funciones de supervisor.

        De allí, que la comunicación resulta así, el tópico clave para  el proceso adecuado de los responsables de la organización, ya que sus logros dependen, de manera decisiva, de la comunicación, disposición, iniciativa, voluntad y coordinado desempeño de todos los miembros de la escuela y estas relaciones solo se producen y crecen en el marco de unas adecuadas relaciones interpersonales que generen el clima organizacional propicio para su desarrollo.

        En este aspecto, el proceso de  comunicación es crucial dentro del proceso educativo, no solamente porque permite relacionarse necesariamente para responder a exigencias sociales específicas, sino que al hacer uso de ella se desarrollen en las instituciones hábitos sociales. Vale acotar que la comunicación resultará favorable para abordar con éxito aquellos compromisos generadores de conocimientos o de experiencias significativas coadyuvadoras para el desarrollo integral.

. En línea con este comentario, Rojas (1998) señala que:

La comunicación es un instrumento eficaz para ejecutar lo planificado, por ello deben tenerse identificados… los canales de comunicación para garantizar una información clara y precisa, cuyos efectos negativos pueden ocasionar daños a la institución… y por ende si no se instrumenta un eficiente sistema de comunicación, no podrá cumplir con sus fines… (p.45).

        Del señalamiento de este autor se deriva, que las instituciones funcionen en forma exitosa, y es por ello que se debe estructurar y poner en práctica patrones de comunicación adecuados que permitan desarrollar los propósitos de la organización, en base a un esfuerzo interactivo de todos sus miembros. La comunicación debe estar, concebida como un proceso humano dirigida a generar los cambios pertinentes en el ámbito educativo.

        De allí que, la institución a través de su acción participativa, y generadora de cambios debe contribuir  al mejoramiento del servicio educativo, para asegurar la formación integral del personal consustanciado con su realidad. En esta trama vivencial de interrelación, la comunicación es el encuentro con el otro planteando una amplia gama de posibilidades de interacción en el ámbito social y personal, puesto que con ella se designan y se delegan funciones, se establecen compromisos y se encuentra sentido de ser parte de ella y que lleva a un ambiente laboral sano; lográndose una base que permite predicciones más seguras del éxito de la institución educativa.

        De igual manera un ambiente laboral signado por la comunicación, pretende buscar soluciones a problemas, a la comprensión, a la flexibilidad y aumenta la eficacia, sobre todo en las organizaciones educativas en función de todas sus metas creado un ambiente en el que es posible encontrar trabajo estimulante que signifique un reto, proporcionando oportunidades a los docentes para influir en la forma  de efectuar el trabajo en la organización y el medio  circundante.

        Al respecto, Robbins (1993), sostiene que, “en cualquier grupo u organización la comunicación cumple cuatro funciones: controlar, motivar, expresar emociones e informar” (p.340). Este autor coincide con Young y Post (1994), en lo referente a “la importancia que la comunicación cara a cara posee dentro de la organización, ya que propicia la máxima cantidad de información, durante un episodio comunicacional”. (Pp.351-357).

        Por su parte, Culligan, Dearkins y Young (1998), señala que “una comunicación eficaz conduce a un mejor desempeño laboral, por lo que la meta de un grupo es saber comunicarse utilizando habilidades para expresarse y escuchar”. (p.50). Mientras que Cogan (1999), al referirse a la comunicación eficaz expone:

La comunicación efectiva es fundamental para todo grupo escolar, porque a través del proceso de comunicación logra intercambiar información, la cual le proporciona la oportunidad de evidenciar su dominio de comprensión en las funciones, que desempeñan dentro de la escuela. (p.240).

             En este sentido se comprende, que una comunicación efectiva garantiza dentro de toda organización educativa, la imagen e incremento de satisfactorias situaciones profesionales, además de que conlleva al respeto mutuo y a las buenas relaciones interpersonales entre sus integrantes garantizando que éstas también resulten positivas.

        Tomando en consideración, lo expuesto anteriormente por los autores, la comunicación dentro del diseño organizacional, se describe como la forma más primaria, directa y personal. Debido a que la comunicación interpersonal es un acto fundamental, que ofrece, tanto al emisor como al receptor en una institución, la posibilidad de una expansión sin límites por la vía del dialogo. Y se logra en consecuencia un elevado grado de interacción y mayores posibilidades de éxito con el intento comunicativo. La comunicación Interpersonal constituye un proceso fundamental clave del desarrollo de toda organización, lo que viene siendo un factor indispensable para los miembros de la institución.                 

         Es evidente que la tarea del gerente educativo tiene como fin orientar al docente asumiendo una posición activa y transformadora en el proceso pedagógico, caracterizada por una formación adecuada. Es evidente el importante papel que desempeña la comunicación en la formación y desarrollo del mismo y de esta forma transmitir la experiencia cultural del supervisor, como orientador y comunicador de cada acción educativa, desempeñando el rol de multiplicador popular por excelencia y un importante y decisivo trabajador.

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