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La educación intercultural en México

zoraya1822Tutorial24 de Septiembre de 2013

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La construcción de sociedades interculturales, sustentadas en la riqueza de la diversidad, el respeto mutuo y la igualdad, es un requerimiento para la supervivencia pacífica y el desarrollo futuro de la humanidad.

Pero la interculturalidad no va a venir a nosotros; nosotros, todo, tenemos la necesidad y responsabilidad de buscarla, de construirla.

Índice

1.-Introducción……..pag.4

2.-Educación intercultural

1) Definición………………………….pag.5

2) Surgimiento……………………….pag.7

3) Métodos/técnicas………………...pag.9

4) Aplicación en México…………….pag.15

3.- Conclusión…………………………pag.19

4.- Bibliografía…………………………pag.20

5.- Glosario…………………………….pag.21

INTRODUCCION

La educación intercultural en México busca formar a los alumnos de una manera consiente y responsable ante la problemática de la discriminación de las cultural indígenas y la injusticia social. Buscando crear en el alumno un pensamiento ético para tratar el asunto de la interculturalidad dentro del aula, y así el alumno se relacione a esta situación.

La constitución mexicana, a través de sus gobiernos, busca eliminar la discriminación de los grupos étnicos y ofrecerles mayores oportunidades de educación, como becas; para que estas personas tengan más oportunidades de una educación libre y sin etiquetas. Concientizando a las personas que el vivir con una cultura diferente y hablar en un idioma (dialecto) distinto no es motivo para la discriminación, sino de una sociedad con una diversidad cultural.

Este enfoque que se le da a la educación intercultural permite tener en cuenta que existen diferentes grupos culturales en la sociedad, y es en la escuela donde se le debe enseñar a los alumnos las habilidades necesarias para involucrarse con los alumnos que hablen un idioma (dialecto) diferente.

DEFINICIÓN

La interculturalidad significa “entre culturas”, pero no simplemente un contacto entre culturas, sino un intercambio que se establece en términos equitativos, en condiciones de igualdad. La interculturalidad debería ser entendida como un proceso permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre personas, grupos conocimientos, valores y tradiciones distintas, orientadas a generar, construir y propiciar respeto mutuo y a un desarrollo pleno de las capacidades de los individuos, por encima de sus diferencias culturales y sociales. La interculturalidad intenta romper con la historia hegemónica de una cultura dominante y otras subordinadas y, de esa manera, reforzar las identidades tradicionalmente excluidas para construir en la vida cotidiana, una convivencia de respeto y de legitimidad entre todos los grupos de la sociedad (Walsh, 1998).

La interculturalidad no es una descripción de una realidad dada o lograda, ningún atributo casi natural de las sociedades y culturas (Guerrero, 1999), sino un proceso y actividad continua; debería pues, ser pensado menos como sustantivo y más como verbo de acción, tarea de toda la sociedad (Gaden-zei, 1996).

La educación interculturalidad es:

• Un proceso dinámico y permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre culturas en condiciones de respeto, legitimidad mutua, simetría e igualdad.

• Un intercambio que se construye entre personas, conocimientos, saberes y practicas culturalmente distintas, buscando desarrollar un nuevo sentido de convivencia de estas en su diferencia.

• Una meta para alcanzar.

Incluir la interculturalidad como elemento en el sistema educativo implica que se asume la diversidad cultural desde una perspectiva de respeto y equidad social, una perspectiva que todos los sectores de la sociedad tienen que asumir hacia los otros. Esta perspectiva tiene que partir de la premisa de que todas las culturas tienen el derecho a desarrollarse y a contribuir, desde sus particularidades y diferencias, a la construcción del país.

(Velez, 1997) Para que la educación sea realmente intercultural, es preciso que todas las culturas implicadas en el proceso educativo se den a conocer y se difundan en términos equitativos; contemplando en los contenidos curriculares los múltiples elementos de conocimiento y sabiduría de las diferentes culturas; factibilizando la enseñanza con metodologías diversas y adecuadas a la realidad pluricultural; con recursos didácticos funcionales.

(Galino y Escribano, 1990) La educación intercultural es una tendencia reformadora en la práctica educativa que trata de responder a la diversidad cultural de las sociedades actuales. Se utiliza el término educación intercultural con carácter normativo, para designar la naturaleza del proceso educativo deseable.

(Banks, 1989) Podemos delimitarla como programas y prácticas educativas diseñadas implementadas para mejorar el rendimiento educativo de las poblaciones étnicas y culturales minoritarias y, ala vez preparar a los alumnos del grupo mayoritario para aceptar y aprender las culturas y experiencias de los grupos minoritarios.

Surgimiento

La perspectiva intercultural en educación surge como consecuencia de la confrontación de dos o más culturas dentro de una misma sociedad en la cual deben coexistir y supone la última fase de un proceso que se inicia cuando en los años sesenta emergen los movimientos de revitalización étnica. En ese momento las naciones occidentales ya se caracterizaban por una enorme diversidad étnica, cultura y racial en la que podían reconocerse dos grandes grupos:

a) Minorías culturales ya existentes (vascos en España y Francia, alemanes en

Dinamarca, daneses en Alemania, galeses y escoceses en el Reino Unido, amalgamas diversas en EE. UU., Canadá y Australia).

b) Nativos de estas nuevas naciones que habían sido desplazados (negros africanos).

A partir de la segunda guerra mundial se había desarrollado una visión liberal y asimilacionista de la sociedad. La meta nacional era, en cada nueva nación occidental, la creación de una nación-estado en la que una cultura fuera dominante. Esta ideología, asimilacionista considera que todos los grupos étnicos, culturales y raciales pueden participar plenamente en el entramado social: sin embargo, los individuos deben liberarse de las ataduras étnicas y culturales puesto que las culturas tradicionales promueven prejuicios históricos y conflictos culturales (Craft, 1984). En una sociedad modernizada e igualitaria los derechos individuales son magnificados; los derechos de los grupos son secundarios. Los liberales son también críticos con el tradicionalismo pues consideran que promociona la desigualdad, los favoritismos grupales y la estratificación étnica. Como solución se plantea una cultura nacional común en la que todos los individuos puedan ser asimilados y políticas públicas neutrales en cuestiones de raza y etnicidad. En el ámbito educativo se promueven programas compensatorios y de enseñanza de la lengua oficial con objeto de facilitar la integración y el éxito escolar de los niños de grupos minoritarios.

La visión asimilacionista liberal dominaba las sociedades occidentales cuando los movimientos de revitalización emergieron en los años sesenta impulsados por los movimientos pro-derechos civiles de los negros en EE.UU. Continuó con los franceses e indios en Canadá, indios del Oeste americano y asiáticos en Gran Bretaña, indonesios en Holanda y aborígenes en Australia. Durante los años sesenta y setenta la amplitud e intensidad de los movimientos de protesta ponían de manifiesto la incapacidad de la ideología liberal para predecir y explicar adecuadamente el curso de los acontecimientos étnicos y el estatus de los grupos culturales minoritarias. Sociólogos como Park (1950) señalaban que los cuatro procesos básicos de la interacción social eran contacto, conflicto, acomodación y asimilación. También grupos sociales y sus líderes aceptaban esta ideología. Las excepciones incluyen a los galeses en el Reino Unido, franceses en Canadá, movimiento Garvey en EE.UU. y algunos movimientos separatistas aislados en las naciones occidentales europeas que comenzaron tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, hasta los años sesenta, la mayor parte de los grupos en estas naciones trabajaron para alcanzar la asimilación cultural y la integración estructural en sus sociedades.

La educación intercultural bilingüe implica una corresponsabilidad entre la comunidad y la escuela, los indígenas y no indígenas, entre los maestros y sus alumnos para que en la escuela y al interior del aula se manifieste una serie de actitudes y actividades escolares que lleven al conocimiento y valoración de la cultura y de la lengua materna de los niños, así como de la segunda lengua; valorar las costumbres y tradiciones de la comunidad con la finalidad de adaptar, adecuar e implementar las que se consideren convenientes al programa escolar según el tipo de escuela y grado escolar.

La educación multicultural ignora elementos tan importantes en las relaciones sociales como la posición económica de las minorías en relación

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