La importancia del desayuno

Actividad: Hoja informativa para familias sobre la importancia del desayuno

Un día exitoso depende de un buen desayuno

1. Bienestar cada mañana: ¿Por qué es tan importante el desayuno para los niños?

El desayuno es tradicionalmente conocido como la comida más importante del día. Lo cierto es que, al ser la comida que rompe con el ayuno nocturno, debe además ser una comida sana y equilibrada. Proporciona entre el 20 y el 35% del total de las necesidades de energía diaria.

El desayuno nos permite restaurar los niveles de energía del cuerpo, que se encuentran en sus más bajos niveles tras el descanso nocturno, y reponer también los niveles de líquidos. Además, con un buen desayuno nos aseguramos de que el niño pueda, desde por la mañana, mantener tanto una actividad física como intelectual adecuada. Existe un vínculo directo entre un buen desayuno y su desempeño mental durante el día. Desayunar bien ayuda al niño a estar más atento, menos cansado, menos irritable y contribuye a un mejor desarrollo de las tareas que requieren buena memoria y concentración.

Además, dispone la ocasión ideal para que toda la familia se reúna. Y la comida en familia se asocia a patrones de ingesta de dietas más sanas. Asimismo, convertir el desayuno en un momento agradable, hará que el niño valore la situación e incorpore el hábito saludable más fácilmente.

1. El desayuno ideal: ¿Qué no puede faltar en el desayuno de un niño?

Sugerimos un desayuno compuesto de lácteos, que aportan calcio y proteínas; cereales o pan, que contienen hidratos de carbono complejos y fibra; y alguna fruta –mejor entera en lugar de exprimida, para aportar vitaminas y minerales.

Se debería evitar la bollería industrial y controlar la bollería casera, los cereales “de desayuno” y el pan de molde, debido a sus elevadas cantidades de azúcares sencillos y grasas trans.

• Carbohidratos: para conseguir un buen aporte energético, necesitamos aportar hidratos de carbonos de cadena larga. En este apartado se puede incluir cereales integrales (copos integrales, el muesli o las gachas de avena son una buena alternativa, siempre que no lleven azúcar añadido) tostadas o panecillos integrales.
• Proteínas: mejor si son de alto valor biológico, como la proteína animal, incluyendo alimentos como jamón o huevos. Los frutos secos y las semillas aportan proteína de menor calidad, pero su aporte de ácidos grasos esenciales, vitaminas liposolubles y minerales, como el zinc o el magnesio, potencian su atractivo.
• Vitaminas y minerales: las frutas de temporada, consumidas en piezas enteras, son la elección ideal.
• Calcio y vitamina D: estos micronutrientes son esenciales para el crecimiento. La leche y los productos lácteos contienen la combinación ideal para que el calcio se absorba al máximo, por lo que no deben faltar en la dieta del niño. Los yogures tienen, además, un beneficio añadido ya que aportan bacterias lácticas capaces de equilibrar y mejorar la microflora intestinal, un elemento clave del sistema inmune.

1. “¡No tengo tiempo!”: 10 ideas de desayunos saludables para niños:

Para finalizar, conviene recordar que un desayuno saludable no tiene por qué ser el que conocemos de manera tradicional, sino que podemos escoger otras opciones para nuestros hijos y complementarlas:

1. Restos del día anterior como tortilla de patata o pechuga  de pollo

2. Bocadillo de queso fresco tipo Burgos  

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