Lavado ótico
Enviado por martaber • 12 de Febrero de 2015 • 1.843 Palabras (8 Páginas) • 685 Visitas
INTRODUCCIÓN
La irrigación del conducto auditivo externo es el proceso otorrinolaringológico más frecuente que se realiza en atención primaria (1). Es una técnica clásica que realizan con frecuencia las enfermeras en los servicios de Atención Primaria; se considera una técnica con escasas complicaciones, pero no exenta de posibles iatrogenias. Sus indicaciones son el lavado del cerumen y la extracción de cuerpos extraños (2).
El cerumen es una secreción natural que protege el oído y sólo debe limpiarse cuando da síntomas o si es necesaria la visión completa del tímpano con finalidades diagnósticas (1). El tapón de cerumen es una de las causas más frecuentes de consulta por hipoacusia y su incidencia llega hasta el 5% de adultos sanos (3). Los síntomas que pueden aparecer con más frecuencia encontramos: hipoacusia de inicio agudo o gradual, vértigos, mareos, tinitus, otalgia y tos (2,4).
Los factores que favorecen la aparición de tapones de cerumen son: intentos de extracción del cerumen por parte del paciente, canal auditivo externo estrecho o retorcido, oídos que producen demasiado cerumen (probablemente un factor hereditario), presencia de abundantes pelos en el canal auditivo externo, la edad (en ancianos el cerumen es más seco y duro), historia previa de tapones de cera impactados, lavarse en exceso con jabón o champú, uso habitual de audífonos o sistemas de audición que implica la introducción del dispositivo en el canal auditivo externo (4).
La extracción de cerumen es una técnica de enfermería que se realiza mediante un lavado ótico con agua y una serie de instrumentos (jeringa, guantes, etc.), más la habilidad por parte del profesional de enfermería (5).
El tema presentado muestra la importancia de que el personal de enfermería de Atención Primaria reflexione sobre este procedimiento, los materiales utilizados, junto con las recomendaciones previas y posteriores a la extracción del tapón de cerumen. Todo ello con el objetivo de evitar sus posibles complicaciones y ofrecer al paciente la educación sanitaria necesaria para que éste pueda ejercer su propio autocuidado y disminuir la prevalencia de la formación del tapón de cerumen.
El objetivo es dar a conocer las últimas evidencias científicas sobre la extracción de tapones de cerumen a los profesionales de enfermería de Atención Primaria.
MATERIAL Y MÉTODO
Realizamos una búsqueda bibliográfica en las bases de datos de Cochrane plus, Pubmed, Web Of Science (WOS), Scielo y Cuiden. Consultamos también en revistas especializadas de enfermería y guías de práctica clínica.
No hacemos distinción de año de publicación, encontrando artículos publicados desde el año 1997 hasta el año 2014.
Hemos utilizado diferentes estrategias de búsqueda introduciendo los términos: lavado ótico, tapón de cerumen, irrigación, earwax and straction.
RESULTADOS
Después de la lectura de la bibliografía encontramos los siguientes puntos clave que pasamos a reflejar en forma de protocolo.
INDICACIONES
• Cuerpo extraño en el conducto auditivo externo.
• Cerumen impactado (6).
CONTRAINDICACIONES
• Otitis media y externa
• Sospecha de perforación timpánica.
• Historia de otitis crónica y supurada.
• Cirugía otológica previa (miringotomía), salvo estapedectomía y estapedotomía.
• Herida reciente de tímpano y conducto auditivo externo.
• Tapón epidérmico
• Existencia de drenaje transtimpánicos en población infantil.
• Historia previa de complicaciones con los intentos de extracción.
• Fisura palatina y paladar hendido.
• Dolor o perforación en irrigación previa o con la entrada de agua en el oído.
• Paciente confuso o agitado (1,4,5,6).
PREPARACIÓN PREVIA DEL PACIENTE
Se recomienda la preinscripción de cerumenolíticos como: agua del grifo, aceite de oliva, agua oxigenada diluida al 50%, glicerina y gotas o spray que contienen bicarbonato sódico o hidróxido potásico; se recomienda la instilación de entre tres y cinco gotas, tres o cuatro veces al día durante los dos o tres días previos a la extracción (4, 7).
Se aconseja al paciente que no debe introducir algodón en sus oídos tras aplicar las gotas, ya que en tal caso el algodón absorbe las gotas y éstas no hacen efecto, que debe permanecer con la cabeza apoyada sobre el lado contrario de la cara a la instilación de las gotas y que debe mover ligeramente el pabellón auditivo para facilitar el efecto de las gotas (5,8).
Si el uso de las gotas provoca al usuario un dolor o escozor intenso e inmediato, debe suspender el tratamiento y el paciente debe ser remitido al otorrinolaringólogo, ya que puede ser indicio de que existe una perforación timpánica o intolerancia a las gotas utilizadas (5,8).
MATERIALES
• Agua a temperatura corporal, tibia o agua oxigenada diluida con agua al 50%.
• Batea arriñonada.
• Jeringa de 20 ml de un solo uso
• Guantes
• Otoscopio con espéculo adecuado.
• Toalla o empapador (4, 5, 9).
PROCEDIMIENTO
• Explicar el procedimiento al paciente y obtener el consentimiento informado verbal.
• Preguntar sobre antecedentes de complicaciones en lavados anteriores, infecciones en el oído en las últimas 6 semanas, uso de cerumenolíticos y detectar alguna contraindicación.
• Siente al paciente y póngale una toalla/empapador en el cuello.
• Lavado de manos y colocación de guantes limpios.
• Examen del conducto auditivo externo con otoscopio, moviendo suavemente el pabellón auricular hacia atrás y hacia arriba en adultos y hacia atrás y hacia abajo en niños, para alinear mejor el conducto auditivo.
• Cargar la jeringa con el agua tibia, expulsando cualquier resto de aire que haya quedado en la jeringa, ya que esto produce un ruido muy molesto para el paciente.
• Pida al usuario que sujete la batea arriñonada a nivel del hombro, para recoger el agua del lavado y el cerumen extraído.
• Traccione el pabellón auricular hacia arriba y hacia atrás en adultos y hacia atrás y hacia abajo en niños.
• Solicite al paciente que incline la cabeza hacia el lado del procedimiento,
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