MORAL A EUDEMO

FILOSOFÍA DEL DERECHO

MORAL A EUDEMO (ARISTÓTELES)

(PARA LA SEGUNDA PREGUNTA):

El autor cuestiona cómo se relaciona la ética con la moral en el cuarto capítulo, a partir de la página 9. Plantea que el individuo está moralmente constituido de cierta manera que no necesita ejecutar “acciones de cierta especie”. Habla así mismo, de dos tipos de virtudes: la moral y la intelectual. Las obras que inspira la virtud son siempre dignas de alabanza. En la página 7, el autor empieza a discutir lo bueno, lo bello y lo agradable: "Lo justo es lo más bello; la salud lo mejor; obtener lo que se ama es lo más grato al corazón." Menciona que no está de acuerdo con esta idea, porque en su opinión, la felicidad, que es la más bella y la mejor de las cosas, es, a la vez, la más agradable y la más dulce.

El autor de este texto menciona que para entender lo ético es necesario partir de entender qué es la felicidad. El origen de la dificultad para encontrar la felicidad, según el autor, proviene de una de estas dos causas: o procede del favor de los dioses que nos la conceden, a manera que inspiran a los hombres que se sientan movidos por una pasión divina y abrasados en entusiasmo bajo el influjo de algún genio, o bien procede del azar, porque hay muchos que confunden la felicidad y la fortuna.

Es necesario plantearnos si para actuar con ética basta que el individuo esté moralmente constituido de cierta manera o si hace falta que ejecute acciones de cierta especie. En el texto que estamos analizando, se indican tres elementos de felicidad y señalado más arriba estos tres bienes como los más grandes de todos para el hombre, la virtud, la prudencia y el placer, también se menciona que hay tres géneros de vida, entre los que cada cual prefiere uno tan pronto como puede elegir libremente; la vida política, la vida filosófica y la vida del placer y del goce. La vida filosófica sólo se tan pronto como puede elegir libremente: la vida política, la vida política a las acciones bellas y gloriosas, y entiendo por tales las que proceden de la virtud; en fin, la vida del goce es la que consiste en entregarse por entero a los placeres del cuerpo.

En la página 22 de la obra que estamos estudiando, se mencionan dos clases de virtudes: 1) moral, 2) intelectual; se dice que no admiramos a las personas sólo por ser justas, sino también por ser inteligentes y sabias. La virtud o las obras que ella inspira son dignas de alabanza, y si la sabiduría y la inteligencia no obran por sí mismas, provocan, por lo menos, los actos que proceden de ellas. Las virtudes intelectuales van siempre acompañadas por la razón, y, por consiguiente pertenecen a la parte racional del alma, la cual debe mandar al resto de las facultades, en tanto que está dotada de razón. Por lo contrario, las virtudes morales corresponden a esta otra parte del alma que, sin poseer la razón, está hecha, por naturaleza, para obedecer a la parte que posee la razón; porque, hablando del carácter moral de alguno, no decimos que es sabio o hábil, sino que decimos, por ejemplo, que es dulce o ardiente.

la virtud es en el orden ético una disposición particular del alma producida por los mejores movimientos, y que, por otra parte, inspira los mejores actos y los mejores sentimientos del alma humana; las mismas causas, obrando en un sentido u otro, hacen que la virtud se produzca o se pierda. Tanto la virtud como el vicio se refieren a los placeres y a los dolores, porque los castigos morales proceden en el mismo orden, de estos opuestos, el placer y el dolor.

La virtud moral se refiere a todo lo que pude causar placer o dolor. Lo moral, como lo indica su nombre, viene de las costumbres, es decir de los hábitos; y el hábito se forma poco a poco, como resultado de un movimiento que no es natural e innato, sino que se repite frecuentemente, con cierta disciplina, sucediendo lo mismo con los actos que con el carácter. Las plantas, los animales y los objetos, no están dotados de ninguna virtud moral; por lo tanto, sólo las personas tenemos moralidad, el carácter moral del alma, relativamente a la razón, que debe mandar siempre, será la cualidad especial de esta parte que sólo es capaz de obedecer a la razón. ¿Es que realmente somos humanos, cuando actuamos sin obedecer la razón de la naturaleza?

Para mí, el autor aúna la ética con la moral al mencionar lo siguiente: “el carácter moral es necesariamente bueno o malo, según que se buscan o se evitan ciertos placeres o ciertas penas. Esto mismo resulta evidentemente de las divisiones que hemos sentado entre las pasiones,

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