MUESTREO DE EPÍFITAS VASCULARES Y NO VASCULARES
Enviado por LorenaIba1 • 23 de Junio de 2016 • Documentos de Investigación • 3.474 Palabras (14 Páginas) • 512 Visitas
MUESTREO DE EPÍFITAS VASCULARES Y NO VASCULARES
El trabajo de caracterización de epífitas presentó tres fases: una fase de pre-campo, una de campo y una post-campo (en esta fase se incluyeron el trabajo en laboratorio y/o herbario y el procesamiento de la información junto con la elaboración de informes).
FASE DE PRE-CAMPO
definición preliminar de coberturas
Previo a la salida de campo se efectuó una definición preliminar de las unidades de coberturas vegetales presentes en el área del proyecto con base en la interpretación de imágenes satelitales, las cuales dieron el primer acercamiento exploratorio de las coberturas.
REVISIÓN DE INFORMACIÓN SECUNDARIA
Se realizó una revisión de la información secundaria existente para el área del proyecto, como estudios florísticos previos y legislación vigente acerca de vedas nacionales y/o regionales.
FASE DE CAMPO
Definición de sitios de muestreo y selección de forófitos
Los sitios de muestreo se definieron de acuerdo a las coberturas identificadas en la fase de pre-campo, debido a que los árboles de las coberturas vegetales son hospederos o forófitos de las epífitas a registrar, por lo tanto se pudo aprovechar la información generada para la caracterización forestal de estas coberturas.
De las parcelas registradas para la caracterización forestal se seleccionaron entre tres o cinco por tipo de cobertura presente en el área (Tabla 1), dependiendo de la accesibilidad, la distancia entre las mismas, la biodiversidad y el tamaño de las parcelas registradas; en cada una de las parcelas se seleccionó un forófito cada 10 metros, estos cumplieron con los criterios de selección mencionados por Wolf (1993) y Gradstein et al. (2003), estos deben ser árboles de gran porte, con diámetros a la altura del pecho (DAP) superiores a 10 cm (dándole prioridad a los de mayor diámetro), cuya corteza sea madura, con fisuras y sin ritidoma, además las parcelas deben estar ubicados en el interior de la cobertura (“Áreas Core”).
Tabla 1: Tamaño de parcelas por cobertura vegetal.
Tipo de Cobertura | Tamaño (m) | Numero de Parcelas |
Bosque de Galería | 100 x 10 | 5 |
Morichales | 100 x 10 | 3 |
Pastos Arbolados | 100 x 10 | 3 |
Vegetación Secundaria Alta | 50 x 10 | 5 |
Vegetación Secundaria Baja | 10 x 10 | 5 |
Arbustales | 10 x 10 | 3 |
Fuente: MCS Consultoría y Monitoreo Ambiental S.A.S., 2013.
Levantamiento de información
Sobre los hospederos seleccionados se efectuaron levantamientos de plantas vasculares y no vasculares, en los cuales se retiraron manualmente los organismos de dos estratos verticales (Figura 1), estos son, el tronco y la base (Johanson, 1974; Comelissen & Steege, 1989) y se realizó un registro fotográfico de cada morfoespecie colectada, además de anotar las características morfológicas y de localización en la planilla de campo. Para el acceso a las muestras que se encontraban en el dosel bajo, medio y externo se utilizó una desjarretaroda.
Cada forófito fue marcado sobre la corteza y se georreferenció su posición con el uso de un GPS, en el cual se anotó el número del transecto y el número del árbol evaluado en la zona de muestreo, acompañados por la sigla EP (asignada para la caracterización de epífitas), con lo que se generó un track con cada posición.
[pic 2]
Fuente: Adaptado de Johansson (1974); Gradstein et al., (1996) y Gradstein et al. (2003).
Figura 1: Estratificación del forófito para muestreo de epífitas vasculares y no vasculares.
Muestreo de epífitas vasculares
Debido a que el tamaño del árbol es variable, y por lo tanto, el de la unidad muestral, y a que a menudo se encuentra correlación entre el tamaño del forófito y el número de especies de epífitas que este lleva (Johansson, 1974; Hietz & Hietz-Seiferr, 1995), algunas medidas del tamaño del árbol (p. ej. diámetro) fueron registradas para todos los arboles muestreados. La especie del forófito tuvo poca influencia sobre el número y/o composición de epífitas sobre este. La especie del forófito puede ser de importancia en el caso en que esta ofrezca sustratos específicos o poco comunes, como por ejemplo, corteza áspera, bases de las hojas persistentes o ramas horizontales gruesas que acumulen grandes cantidades de detritus (Gradstein et al., 1996).
La posición del árbol muestreado pudo tener considerable influencia sobre los resultados y fue cuidadosamente tenida en cuenta dependiendo el propósito del estudio. La composición y abundancia de epífitas en un bosque tropical puede cambiar significativamente alrededor de los 100 metros o menos, incluso cuando la estructura del bosque parece homogénea (Gradstein et al., 1996).
Entre las medidas más usadas para cuantificar la abundancia de las especies de epífitas vasculares se encuentra el conteo del número de individuos presentes en el forófito (Sugden & Robins, 1979; Gentry & Dodson, 1987; Zimmerman & Olmsted, 1992); cuando fue posible se cuantificó el número de individuos por especie, pero en árboles con crecimientos profusos de epífitas, se consideró como mejor opción el conteo del número de colonias o manchones de cada una de las especies (Wolf et al., 2009).
Un parámetro automáticamente registrado cuando se colectaron todas las especies de epífitas sobre un número de árboles, fue el porcentaje de forófitos sobre el cual una especie fue encontrada; este dio una visión útil de la frecuencia, abundancia o rareza de las especies individualmente, además, permitió realizar un análisis de preferencia de forófito por parte de las epífitas censadas (Gradstein et al., 1996).
Muestreo de epífitas no vasculares
Briofitos cortícolas: La mayoría de los briofitos de los bosques tropicales son epífitas cortícolas, habitando la corteza de árboles, lianas, arbustos, arbolitos, entre otros. Según Wolf (1995), el estudio de los briofitos epífitos de los bosques tropicales tiene varias ventajas comparado con el de las epífitas vasculares:
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