Manual de Economía Ecológica
Enviado por Josué Gutiérrez • 10 de Julio de 2020 • Ensayo • 1.573 Palabras (7 Páginas) • 197 Visitas
República Bolivariana de Venezuela[pic 1]
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria Ciencia y Tecnología
Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda
Extensión Barquisimeto
Manual de Economía Ecológica
Estudiante: Josué Gutiérrez
C.I.: 26.903.425
Carrera: Ingeniería Industrial
Asignatura: Ingeniería Ambiental (Electiva I)
Semestre: VIII
Sección: U
La economía ecológica.
Habitualmente la economía ha determinado la articulación del medio económico de mercado como un contorno constante que enlaza empresas y familias, mediante una circulación radial de dinero. La asignación de recursos exiguos a finalidades alternativas se efectúa a través del sistema de precios. El precio de equilibrio es aquel en el que coinciden los planes de los demandantes y de los oferentes-productores. De tal modo, los factores productivos, recursos o insumos, son los componentes básicos empleados en la producción de bienes y servicios. Tradicionalmente se clasifican en tierra, trabajo y capital. Asimismo la pugna entre los diversos productores en busca de beneficios define el cómo han de producirse los bienes. La competencia propulsará a las empresas a buscar las mezclas de factores que les posibiliten producir a un mínimo costo.
Por otro lado, la ecología es la ciencia de las relaciones de los seres vivientes, plantas y animales, entre ellos y con su propio medio. La intención de estudio de la ecología está establecida por los ecosistemas; se hace a diferentes niveles de integración. Ahora bien, podemos llamar ecosistema al grupo de ordenanzas relacionadas que enlazan a los seres vivientes entre ellos y a su medio ambiente inorgánico. Por lo tanto, la biosfera desempeña tres funciones principales en la actividad económica: 1) proporcionar recursos; 2) asimilar residuos; 3) brindarnos diferentes servicios medio ambientales. La actividad económica depende por completo de estas funciones del medio ambiente. El nexo entre los distintos perjuicios al medio ambiente es complicado por la interacción que éstos tienen entre ellos. Así como también, la economía se apropia del modo en que se tutelan los recursos (escasos), con la intención de producir bienes y servicios y distribuirlos para su consumo entre los miembros de la sociedad. Un medio económico es un acervo de vínculos básicos, técnicos e institucionales, que califican la estructura económica de una sociedad; a todo tipo de actividad relacionada con la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios.
Cabe destacar que las nuevas técnicas de mercadotecnia y publicidad sostienen a los que compran o consumen enganchados en el hábito de consumo. De igual manera, en el pasado, cuando manaba una necesidad, se buscaba la forma de satisfacerla; en la actualidad se producen artículos y luego se crean necesidades para lograr que el consumidor los adquiera. Es primordial examinar que el consumo de bienes y servicios compromete el uso de energía eléctrica, agua, gasolina, recursos naturales y espacio; todo esto genera desechos y contaminación. Por tanto, resulta muy provechoso aprender a discernir entre las necesidades legítimas y razonables de aquellas que son inducidas artificialmente. Por consiguiente el consumismo no sólo asalta el presupuesto familiar, también es un elemento perjudicial que daña y altera al ambiente. La transición a una sociedad que se desarrolle en forma sustentable debe pasar necesariamente por una modificación de los hábitos de consumo.
Es importante resaltar, en el marco de transición hacia una racionalidad ambiental, la negentropía resulta como elemento central para construir economías sustentables; este componente posibilita constituir un nexo entre la economía ecológica y la ecología política; más allá de la creencia aparente de un incremento económico infinito y del poder de la tecnología para renovar la naturaleza que es engullida por el proceso económico; más allá del ansia de una cierta economía ecológica por sostener y forzar a la economía dentro de las condiciones ecológicas de la naturaleza, la ley de la entropía se ha venido instaurando como la ley madre y la ley límite de la naturaleza. La relación entre la lógica y la dinámica del proceso económico y el medio como esta lógica y este proceso desencadenan la ley de la entropía, abrió la comprensión de la sustancialidad, la irreversibilidad y cuasi inexorabilidad de la degeneración entrópica que instiga la lógica económica y que caracteriza a la crisis ambiental. No hay forma de abarcar esta destinación histórica instituida en el mundo mediante la coherencia de la modernidad gesticulando la articulación del mercado y el poder conveniente de la tecnología. La inviabilidad de reprimir el cambio climático y los progresos en la degradación ecológica del planeta luego de más de 40 años de usanza de implementos tecno-económicos a la geopolítica del desarrollo sostenible, el revés de las pruebas de desmaterializar la producción, son signos expresivos de las restricciones para solventar la crisis ambiental y expulsar la muerte entrópica del planeta con los dispositivos de poder de la tecno-economía. Lo cual nos lleva a redimir el umbral primordial de la vida. Respaldando el sentido originario de una ontología de una contingencia incesante y un acaecer diversificador, se vuelve imperioso recuperar el curso originario de la vida misma en el planeta vivo que habitamos. Si la ley de la entropía desde su sentido no ha dejado de destacar la pérdida ineluctable de energía útil, la diseminación hacia el desorden y la irreversibilidad del tiempo en todos los cursos de orden físico, termodinámico, ecológico y biológico, la negentropía pone palpable ese proceso esencial de conversión de energía radiante en energía química, y en la organización misma de la vida, que ha progresado con la dificultad ecológica de la biosfera. Si la negentropía no fuera un principio activo de la biosfera, simplemente no habría más vida en el planeta Tierra.
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