Economia Ecologica
Enviado por negropaul71 • 13 de Abril de 2013 • 1.460 Palabras (6 Páginas) • 623 Visitas
La economía ecológica privilegia el medio ambiente desde el punto de vista de las ciencias de la naturaleza, basándose en los grandes ciclos biogeoquímicos4 y el intercambio de energía. Los ambientalistas marxistas, por su parte, privilegian el punto de vista social, interpretando los problemas ambientales como socialmente construidos, y entienden el valor como una relación social entre los seres humanos.
Francis Bacon5, uno de los mayores exponentes del positivismo moderno del siglo XVII, argumentaba que la naturaleza debía ser subyugada, dominada, y puesta al servicio del hombre. En concordancia con la tradición cristiana, la naturaleza se hizo para el usufructo del hombre. Las prácticas agrícolas con las cuales la población se esforzaba en obtener comida, abrigo, y otros medios de sobrevivencia eran más explotadas que preservadas. Según Laslett6 (2001), hasta el siglo XVIII los intelectuales europeos veían lo agreste con cierto horror y la limpieza con satisfacción. No obstante el carácter explotador de dichas prácticas, no eran y tampoco lo son hoy en día, consideradas como insustentables, ya que la escala de la producción era localizada y su intensidad restricta, lo que daba un margen a la naturaleza para su resiliencia.
A mediados del siglo XVIII, los formuladores de la historia natural (Linneo y Humboldt, 1758) reconocían que, aunque el hombre domine sobre el orden natural, pertenece al mismo. El hombre tiene su lugar en la gran cadena de los seres vivos, y también se somete a las leyes de la naturaleza. De esa forma, la economía humana tiene la posibilidad de desarrollarse y enriquecerse, pero también debe permanecer sintonizada con la economía natural. En otras palabras, la naturaleza pasa a ser digna de atención del hombre, justamente porque le es útil.
Los fisiócratas7 (primera escuela del pensamiento económico, contemporánea con los historiadores naturales) compartían esa misma visión con relación a la naturaleza. Quesnay8 consideraba a la agricultura fuente de todas las riquezas del Estado.
La teoría fisiocrática, en el contexto de su época, era menos un anuncio del nuevo tiempo, representado por la industrialización, y más una racionalización del orden antiguo, el de la aristocracia de la tierra.
La concepción de la naturaleza de los fisiócratas presentaba un cierto carácter idílico, así como una tradición teológica, que influenció a la historia natural. Del encuentro de la fisiocracia, el saber natural, la teología y el romanticismo, nacieron las primeras manifestaciones de protección al medio ambiente.
A finales del siglo XVIII, por primera vez en forma explícita, los economistas clásicos9 inauguraron la época del “mundo finito”. Tanto la teoría de la dinámica demográfica de Malthus10, como la teoría de los rendimientos decrecientes de la tierra de Ricardo11, apuntan al límite ambiental que significaría la insuficiente oferta de tierras de buena calidad.
Atribuyen un papel relativo a la tecnología, reconociendo que ayuda, pero que no resuelve el problema de la tendencia a los rendimientos decrecientes. De allí que propongan el “estado estacionario” como algo inevitable. John Stuart Mill12, también economista clásico, al contrario que los anteriores, exalta este estado, como siendo deseable y más humano que el que existía, pues permitiría que la sociedad se desprendiera de las ataduras materiales, y se dedicara al arte de vivir, dejando en paz a la naturaleza.
1.1.3 La Revolución Industrial y su participación en el medio ambiente
En el siglo XIX, la Revolución Industrial, basada en la termodinámica (potencia motriz del calor) marca una ruptura en la cuestión ecológica. Con la revolución técnico-científica aplicada a la producción, la problemática ambiental se extiende a una escala geográfica cada vez mayor.
Eso despertó, ya desde comienzos de ese siglo, una generación de ingenieros románticos, llamados “ingenieros economistas”, precursores de la economía ecológica,
quienes basándose en principios de la termodinámica, demostraban y preveían las repercusiones.
La fisiocracia argumentaba que el único trabajo productivo era el derivado de la actividad agrícola, porque sumaba el trabajo humano al proceso natural de reproducción y crecimiento, con lo cual se podía, «con una semilla obtener cientos de otras y muchas plantas», para decirlo en forma metafórica.”
En la medida en que crece la población y el aumento de las necesidades de alimentos, se incorporan tierras cada vez menos fértiles, que presentan costos de producción cada vez más altos. Por lo tanto, aun cuando la fertilidad original de las tierras continúe siendo la misma, los rendimientos agrícolas, medidos en valor, decrecen.
David Ricardo dice que el progreso obliga a utilizar
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