Economia Ecologica
Enviado por pairuiz7 • 20 de Agosto de 2013 • 1.418 Palabras (6 Páginas) • 368 Visitas
mano con fibra de palma en colores blanco y negro por los artesanos del distrito de La Pintada de Coclé en Panamá .
Por otro lado, las playas de Farallón, Santa Clara y Río Hato de Coclé en Panamá son ideales para disfrutar momentos de esparcimiento y diversión con la familia.
Hace unas semanas estuvimos por el Valle de Antón y nos encontramos con varios nuevos lugares muy poco visitados dentro del Valle; tuvimos la dicha de llegar hasta el orquideario u orquidáceo llamado por sus siglas APROVACA: Asociación de productores de orquídeas del Valle y Cabuya, que increíblemente es una asociación NO lucrativa que se dedica básicamente a la conservación de hermosas especies nativas y se estableció el 15 marzo de 2001 con el motivo de proteger especies endémicas de orquídeas en peligro de extinción y de contribuir a la conservación de la biodiversidad excepcional de la región y de la República de Panamá.
Aunque aún no han determinado el número exacto, estiman que la República de Panamá es el hogar de por lo menos 1,500 especies de orquídeas, y así se convierte en uno de los países donde se encuentra la mayor variedad de orquídeas en el mundo. No obstante, la destrucción de bosques tropicales, acelerada por el crecimiento reciente y rápido de la economía panameña, está privándoles de su hábitat. Justamente en el Valle, algunos habitantes ilegalmente continúan arrancando especies en peligro del bosque local y las venden en el mercado debido a su situación económica, a precios increíbles. Así, las flores locales se encuentran en una situación verdaderamente crítica.
Esta asociación se mantiene a partir de donaciones de personas e incluso embajadas muy interesadas en este proyecto.
Tienen un espacio especial dedicado a la flor o símbolo nacional de Panamá: la flor del Espíritu Santo. Fue la primera vez que vimos desde cerca esta inigualable y exótica orquídea con su color blanco hueso y esa palomita tan bonita dentro que pareciera que fuese a salir en un vuelo tumultuoso en cualquier momento. Muy emocionante fue poder verla y hasta tocarla, la impresión tiene cabida pues es muy raro, que aún siendo un símbolo de nuestro país, es extraño poder verla de cerca.
Este parque nacional fue creado mediante Decreto Ejecutivo Número 18 del 31 de julio de 1986 e incluido dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas para preservar la gran diversidad biológica de la región central panameña o cordillera central. Se encuentra dentro del Corredor Biológico Mesoamericano.
Para llegar a este parque nacional es de suma importancia ir en auto 4×4 con doble tracción ya que el parque está a 5 kilómetros del Copé y la carretera es muy difícil. De ir en bus, es casi imposible, los buses solo llegan al Chorro las Yayas, enclavado en las faldas del parque.
La temperatura es muy agradable y tiene rangos de medición que oscilan entre los 18 y 29 grados centígrados.
Cubre una extensión de 25,275 hectáreas y dentro de sus límites se encuentran unas siete comunidades: El Potroso, Las Peñitas, El Tigre, La Rica, El Guabal, Río Blanco y Caño Sucio y en sus alrededores se encuentran los poblados de El Copé, Barrigón, La Junta, Cerro Hueco, Belencillo, Aguas Blancas, Bateales y Palmarazo. Protege las cabeceras de los ríos más importantes de la región coclesana, tales como el río San Juan, el río Belén y el Concepción en la vertiente caribeña; y el río Grande, el río Marta y el río Nombre de Dios en la vertiente del Pacífico. En su territorio sobresalen los cerros Negro (1408 metros), Peña Blanca (1314 metros), Blanco (1192 metros) y Marta (1046 metros).
En el año de 1986 la superficie del parque era de seis mil hectáreas, sin embargo, la misma fue ampliada según criterios ecológicos en el año de 1996 a 25,275 hectáreas, con el propósito de incorporar tierras que requerían su conservación y protección.
Al llegar a el Copé vimos una primera entrada hacia el Cerro Marta, seguimos y encontramos otra entrada directo al parque. Fue un recorrido de media hora hasta llegar al Centro de Visitantes. Pasamos por la comunidad de Barrigón, también por la entrada del Chorro las Yayas, incluso pasamos sobre un riachuelo y unos minutos después estábamos en la oficina de control y monitoreo ambiental de Anam, en la cual no había nadie y nos tomamos el beneplácito de seguir. Ya desde ahí la vista
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