PARASITISMO INTESTINAL EN NIÑOS.
Enviado por JESUS LOSADA • 14 de Febrero de 2016 • Apuntes • 921 Palabras (4 Páginas) • 289 Visitas
PARASITISMO INTESTINAL EN NIÑOS
Los parásitos intestinales, han sido nuestros compañeros ancestrales desde hace muchos miles de años. Se han encontrado descripciones de parásitos (especialmente de helmintos) en escritos tan antiguos como el papiro de ebers, los cuales habrían sido hallados durante los procesos de momificación en el antiguo Egipto
Es de capital importancia a fin de entender el parasitismo intestinal como una enfermedad, que al hablar de parásitos intestinales los hay tanto unicelulares, así como complejos organismos adaptados a través de su existencia a su hospedero, lo cual les permite poderlo parasitar de forma exitosa. Se tiene como precepto, que el mejor parásito es aquel que no causa síntomas en su hospedero, lo cual significa que se ha adaptado completamente al mismo. Al contrario, existen parásitos generadores de importantes síntomas de enfermedad, como es el caso de las zoonosis, causadas por parásitos que han evolucionado para depender de diversos animales y cuando el ser humano interfiere en su ciclo vital natural, o se encuentran de forma accidental, se producen manifestaciones en ocasiones graves con repercusiones serias para la salud.
El ser humano puede ser hospedero de organismos unicelulares como: Entamoeba histolytica/dispar, Giardia lamblia, Criptosporidium spp, Balatnidium coli, entre otros.
Así mismo, es parasitado por organismos tales como: Ascaris lumbricoides, Taenia solium, Strongiloides stercoralis, Necator americanus. Ancylostoma duodenale. Puede ser infestado por otros parásitos procedentes de animales (zoonosis) como Toxocara canis, Diphillobotrium, fasciola hepática, por mencionar algunos.
En el caso de los niños, son una población en riesgo toda vez que están en contacto directo con aguas estancadas y tierra, siendo ésta última el reservorio de los huevos de parásitos como Ascaris y helmintos en general. Siendo los geohelmintos los parásitos más frecuentes en la población en general, es importante hacer énfasis en éstos.
Los geohelmintos como su nombre lo indica, tienen un ciclo de vida que tiene en común la tierra como reservorio de sus huevos, en la cual tienen algunos días de maduración para hacerse infectantes y posteriormente ingresar por vía oral para pasar al intestino, eclosionar y abrirse paso por vía hematógena hacia los pulmones, donde realizan su maduración final, ascienden por la vía respiratoria e ingresan a través de la glotis al esófago para alojarse en el intestino del hospedero.
Es importante conocer el ciclo de vida del parásito para comprender las manifestaciones de la enfermedad. Así, en el caso del ciclo pulmonar, se puede producir síntomas respiratorios inespecíficos, denominados propiamente “síndrome de Löefler”.
Por otra parte, parásitos como Giardia lamblia, encuentran el intestino delgado como su reservorio. Esto tiene gran importancia, dado que es ahí donde se absorben la mayoría de los nutrientes que se ingieren en la dieta. Por ésta razón, ésta parasitosis puede generar de alguna forma compromiso nutricional del niño por consumo de nutrientes por parte del parásito. En raras ocasiones, se puede producir diarrea por malabsorción, pero la infección suele ser asintomática.
Otro parásito que requiere especial atención es Taenia solium, ya que la ingesta de huevos de la misma existentes en verduras y aguas contaminadas, produce cisticercosis. Los cisticercos pueden alojarse tanto a nivel muscular como cerebral, ocular y en general cualquier órgano con riego sanguíneo, incluyendo el sistema nervioso central, donde se produce el mayor compromiso de la salud del niño. Por otra parte, el consumo de carne infectada con el cisticerco, usualmente proveniente del cerdo, produce en el ser humano teniasis. Dicha teniasis, tiene un riesgo elevado de producir cisticercosis debido a que el niño puede llevar los huevos excretados por él mismo a su boca y producir el ciclo descrito previamente.
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