PRODUCCIÓN DE PLÁNTULAS DE TOMATE EN BANDEJA PARA VENEZUELA

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE AGRONOMÍA

DEPARTAMENTO DE AGRONOMÍA

CÁTEDRA DE MANEJO AGRONÓMICO DE HORTALIZAS

PRODUCCIÓN DE PLÁNTULAS DE TOMATE EN BANDEJA PARA VENEZUELA

Maracay, Octubre de 2011

 INTRODUCCIÓN

La producción de tomate en Venezuela alcanzó para 2008 las 199.319 toneladas y el área cosechada un total de 9.226 Ha, datos que hablan de la importancia de esta hortaliza en la agricultura nacional, agregando a esto el importante hecho de que el tomate tuvo un valor de producción bruta de 496 millones de dólares también para 2008 (FAOSTAT, 2011).

La importancia del tomate hace que se requieran métodos más tecnificados de producción que permitan aumentar los rendimientos y reducir costos. Uno de las tecnificaciones que permite mejorar el vigor de las plantas de tomate, y por consecuencia el rendimiento es la producción de plántulas en bandejas para luego ser trasplantadas ya sea a condiciones de campo o a invernaderos donde crecerán sobre sustratos artificiales o suelo.

Las ventajas de la producción de plántulas en bandeja radican en que esta condición permite un mayor control de las variables ambientales, debido a que estas pueden tenerse en ambientes en menor o mayor medida controlados evitando plagas y enfermedades, optimizando el uso de las semillas (generalmente muy costosas), se mejora el desarrollo radicular, entre otras tantas. Teniendo como puntos en contra la mayor inversión (aunque mejor relación costo-beneficio que la siembra directa), requiere más manejo y mano de obra capacitada (Lardizabal, 2007).

Es por ello que se traza como objetivo de esta investigación la consecución de una plántula ideal, que permita a los productores plantas más vigorosas y con mayor productividad. Las características principales de una buena plántula es que la misma sea compacta, posea un tallo robusto, color verde oscuro, un buen sistema radicular, con un pilón que resista el manipuleo, sin plagas o enfermedades y que tenga la edad adecuada para el transplante (Ver anexo 1).

BANDEJAS

Para la producción de plántulas, lo primordial es decidir que bandeja se va a utilizar. Hay dos categorías de bandejas: las de corta vida que tienden a durar solo un par de años y las de larga vida que  pueden durar 10 años o más (ver anexo 2).

Una vez decidido que tipo de bandeja se va a usar, tenemos que definir que tamaño de celda vamos a usar para nuestro cultivo. Para el del tomate la celda es aproximadamente de 2,5 centimetros cuadrado. La forma de la celda se prefiere piramidal de unos 5  a 6 centímetros de altura y no redonda. La redonda no es deseable ya que tiende a hacer que las raíces se enrollen y le dificulta a la plántula salirse del pilón y establecerse en el campo definitivo (Lardizabal, 2007).

SUSTRATOS

Los materiales utilizados como sustratos deben ser preferiblemente abundantes en la región y de bajos costos. Los sustratos a utilizar en la producción de plántulas deben poseer las siguientes características:

• Bajan densidad
• Alta capacidad de almacenamiento de agua
• Esterilidad (con respecto a enfermedades)
• Intercambio catiónico medio
• Buen drenaje

Sustratos orgánicos: aserrín de coco, fibra de coco, cascarilla de arroz, compost.

Sustratos inorgánicos: arena, vermiculita.

La mezcla a formular entre cada material se debe hacer con un criterio que permita que se cumplan las características citadas anteriormente, y de acuerdo al material escogido el manejo del riego va a variar.

FERTILIZACIÓN

La fertilización es un factor problemático y determinante para la obtención de buenas plántulas ya que por lo general una aplicación excesiva se traduce en un desbalance.

Un vivero es igual que una planta en el campo - requiere de un balance de fertilizante. Los elementos críticos que deben tener un balance adecuado son: N (nitrógeno), K (potasio), Ca (calcio) y Mg (magnesio) que son N:K, K:Ca y Ca:Mg. Además se requiere un buen nivel de P (fósforo) y tomar en cuenta otros elementos que pudieran estar presentes en el agua y los fertilizantes. Además del balance, debemos considerar la cantidad fertilizante a aplicar por que podemos provocar un sistema radicular débil, pequeño y obtener una planta alongada, débil del tallo y suculenta. Todo lo se quiere en una planta para transplante (Lardizabal, 2007). El siguiente cuadro refleja las dosis de fertilizante requerido por litro de agua de riego diario:

Según Villa (2005) el régimen de fertilización influye fuertemente en el crecimiento y calidad de plántulas de tomate. Aplicaciones cada tercer día de altas concentraciones de N, P y K resultaron en mayor altura de planta, área foliar, producción de materia seca, TCR y concentración de N, P y K en la planta. Por lo que una aplicación de 100 mg/L, 170 mg/L y 100 mg/L de NPK, además de 80 mg/L de de Calcio y 40 de Sulfato de Magnesio, podrían ser concentraciones ideales de nutrientes cada 3 días que permitan el buen desarrollo de la mayoría de los cultivares.

SIEMBRA Y RIEGO

Con respecto a la siembra, puede ser manual o mecanizada, dependiendo del volumen que se requiere hacer. Se puede hacer la siembra de una o dos semillas por celda, dependiendo del valor de la semilla y medio. Si es un medio comprado y la semilla es una variedad, podemos sembrar dos semillas por celda y ralear, pero en el caso de ser semillas hibridas no es necesaria ni viable la siembra de dos por celda, debido a lo costosa de la semilla y al alto porcentaje de germinación que las semillas hibridas suelen tener. Es importante no dejar la semilla sin tapar ni profundizarla mucho, para permitir una buena emergencia. (Lardizabal, 2007)

El riego por su parte debe ser concebido como un proceso de reintegración del agua que utilizo la planta, el agua se proporciona mediante goteros o cinta de riego. Por lo agronómicamente, económicamente y ecológicamente es recomendable determinar la frecuencia del riego según el tiempo y el gasto por hora (determinado por el ETc), evitando generalmente regar después de las 3 pm para evitar que el agua quede en estado libre por mucho tiempo dando condiciones para el desarrollo de hongos y otros problemas. Los componentes esenciales del equipo de riego son: bombas y motores, filtros, medidores de flujo y presión, válvulas de paso, goteros y cintas. En invernaderos el riego se realiza aplicando fertilizantes que son añadidos al agua mediante dosificadores tipo Venturi por el tiempo y volumen necesario que requiere el cultivo. (Moreno, 2007).

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