PSICOLOGIA
Enviado por gbarragan • 20 de Diciembre de 2012 • 4.754 Palabras (20 Páginas) • 286 Visitas
Esta técnica permite conocer los impulsos, emociones, sentimientos, complejos y conflictos (le la personalidad, unos aspectos o tendencias inhibidos y subyacentes en el sujeto que éste no admitiría ni reconocería, porque no es consciente de ellos. Es aplicable a personas con problemas de conducta o afecciones psicosomáticas, a neuróticos y psicóticos y, en general, a cualquier adulto cuando se desea conocer la estructura de su personalidad.
Las historias que el sujeto cuenta a partir de una serie de láminas presentadas, revelan unos componentes significativos de su personalidad porque: a) las personas tienden a interpretar una situación humana ambigua de conformidad con sus experiencias pasadas y sus deseos actuales, y b) cuando se escriben historias se tiende también a recurrir a las experiencias e introducir en ellas los sentimientos y necesidades, conscientes o inconscientes. Presentadas las láminas como en una prueba imaginativa, el sujeto se interesa c implica, junto con su necesidad de aprobación, en una tarea en la que se olvida de sí mismo y dice de los personajes que intervienen en las historias cosas sobre sí mismo, que no hubiera manifestado ante una pregunta directa del examinador. Así la técnica nos revela una radiografía de su personalidad.
El material está formado por 31 láminas, aunque a cada sujeto sólo se le aplican 20; una de ellas está en blanco y el conjunto sirve de base para solicitar del sujeto que relate 20 historias. Salvo la lámina en blanco, las restantes representan situaciones humanas tipificadas que intentan provocar la imaginación del sujeto. Son el final de una serie, con diversas selecciones que comenzó a distribuirse en 1936. Parece ser que esta serie es más reveladora e interpretable cuando presenta al sujeto un mayor número de personas de su mismo sexo; pero esto no significa que sean necesarias dos series de láminas, una para cada sexo (hay algunas que no tienen figuras humanas, otras tienen personajes de ambos sexos y en otras es difícil determinar su sexo).
La experiencia de los autores se ha limitado a sujetos entre los 14 y los 40 años de edad. Con algunas sustituciones o limitaciones, es posible aumentar este ámbito de aplicabilidad. El juego de láminas se aplica en dos series de 10 cada una (la segunda presenta escenas más dramáticas, extrañas o poco comunes que la primera); cada serie puede ocupar una sesión de una hora de duración y se aconseja un intervalo entre ambas de uno o más días.
NORMAS DE APLICACION
El psicólogo clínico sabe lo importante que es la preparación y motivación del sujeto para lograr su cooperación. En algunos casos puede ser aconsejable comenzar los exámenes con una prueba de inteligencia o de tipo manipulativo.
La atmósfera, física y psíquica, de la situación de examen debe recibir una atención cuidadosa; es necesaria para obtener la mayor cantidad de información y de la más elevada calidad en estas circunstancias. Este objetivo depende enteramente de la predisposición y actual creatividad del sujeto cuya floración no puede forzarse en un ambiente rígido, frío o intelectual. Es aconsejable adoptar como rutina una actitud animosa y apreciativa, empática, para provocar el proceso creativo.
1" Sesión.
Cómodamente sentado el sujeto, y preferiblemente dando la espalda al examinador (excepto en el caso de niños o psicóticos), se leen las siguientes instrucciones:
a) (Para adolescentes o adultos de inteligencia media o superior).
"Este es un test de imaginación, una forma de inteligencia. Le voy a mostrar algunas láminas, una a una, y Vd. debe inventar una historia tan viva como le sea posible. Dígame qué es lo que originó lo que muestra la lámina, describa qué está pasando en este momento, lo que están pensando y sintiendo cada uno de los personajes, y lo que va a suceder luego. Cuénteme lo que piensa según se le vaya ocurriendo. ¿Ha comprendido? Como tenemos unos SO minutos para las 10 láminas, podremos dedicarle unos 5 minutos a cada historia. Aquí tiene la primera lámina”.
B) (Para niños o adultos con poco nivel escolar o intelectual, o psicóticos).
"Esta es una prueba de contar historias. Aquí tengo varias láminas que le voy a mostrar para que me cuente una historia con cada una. Dígame lo que haya ocurrido antes y lo que está pasando ahora; dígame lo que piensa y siente cada una de las personas del dibujo, y lo que pasará luego. Puede contar la historia que más le guste. ¿Ha comprendido? Bien, entonces, aquí tiene la primera lámina. Tiene 5 minutos para cada historia. Vamos a ver qué tal lo hace".
Estas instrucciones verbales pueden alterarse, de acuerdo con el examinado, pero no conviene comenzar por un: "Aquí tiene una oportunidad para mostrar su imaginación libre", pues puede provocar la sospecha del sujeto de un examen del tipo de asociación libre (como en el psicoanálisis). Esto alteraría la espontaneidad. Es preferible que crea que el interés está en la capacidad literaria o creativa.
Una vez acabada la primera lámina, se puede continuar (si el sujeto siguió fielmente las instrucciones), o bien recordarle las instrucciones con un: "Ha contado una interesante historia; pero olvidó decirme cómo se comportó el niño cuando su madre le criticó, y así dejó cortada la historia. No tuvo un final Tardó tres minutos y medio en la historia. Las que vienen pueden ser un poco más largas. Vamos a intentarlo ahora con la siguiente lámina", u otras frases de este tipo.
En el resto de la aplicación no conviene dar más explicaciones, excepto para: a) comunicar al sujeto si se queda corto o largo en seguir las instrucciones, b) animarle de vez en cuando (pues es el único medio de estimular la imaginación), c) recordarle la omisión de algo crucial (el pasado o el futuro de la escena). En ningún caso el examinador debe meterse en una discusión con el sujeto sobre el tema.
Ante una historia muy larga, puede cortarla con un: "¿Y qué pasó luego?", e indicarle que se quiere el esquema de la historia, no todos los detalles. Si el sujeto pregunta sobre un detalle de la lámina, se le puede indicar un: "Imagínese lo que más le guste".
Los niños, personas de otras culturas o psicóticos pueden necesitar una mayor estimulación, incluso una promesa di premio (en el caso de niños).
Uno de los criterios por los que el examinador puede medir su capacidad para cumplir su función es la longitud de las historias recibidas. El promedio en los adultos es de unas trescientas palabras, y de unas ciento cincuenta en los niños.
Caso de no
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