Positivismo y la comunicación ¿Qué es el positivismo?
Enviado por jmguerrerob • 16 de Febrero de 2016 • Apuntes • 1.985 Palabras (8 Páginas) • 1.092 Visitas
Positivismo y la comunicación
¿Qué es el positivismo?
De acuerdo a Meza (2014):
Para Kolakowski (1988) el positivismo es un conjunto de reglamentaciones que rigen el saber humano y que tiende a reservar el nombre de “ciencia” a las operaciones observables en la evolución de las ciencias modernas de la naturaleza. Durante su historia, dice este autor, el positivismo ha dirigido en particular sus críticas contra los desarrollos metafísicos de toda clase, por tanto, contra la reflexión que no puede fundar enteramente sus resultados sobre datos empíricos, o que formula sus juicios de modo que los datos empíricos no puedan nunca refutarlos. (p. 1)
Con el fragmento anterior, se entiende al positivismo como una corriente fuertemente influenciada por el conocimiento empírico, de modo que los resultados obtenidos a través de un proceso positivista sean lo mas cercanos a lo real y a lo tangible como sea posible. Sobre las características principales del positivismo. Profundizando, Méndez (2004) resume el positivismo de manera que sea una corriente científica con un rango de estudio universal, con una base epistemológica en los conocimientos empíricos. Méndez (2004) explica:
Aunque, como sucede con todas las teorías filosóficas, existe un extenso debate sobre su naturaleza y sus límites, se puede decir que sus tesis principales son las siguientes: a) sólo existe realmente aquello que puede ser experimentado por los sentidos; b) esta realidad es de hecho el centro de atención de la ciencia como tal; c) sólo el conocimiento científico puede llegar a ser conocimiento verdadero, y, en efecto, prácticas cognitiva como el mito, la religión o la metafísica terminan por ser falsas e inútiles en última instancia. (p. 22)
Por último, Pardo (2007) habla del motivo por el cual al positivismo se le conoce de esta manera:
El nombre de positivismo se debe a que sólo acepta los datos empíricos (o positivos); y el apellido de lógico se debe a que aceptar como verdadero sólo lo verificado empíricamente es un modo particular de concebir la lógica (disciplina que se encarga de analizar el lenguaje y de examinar las conexiones de las afirmaciones que realiza el lenguaje entre sí y con la realidad).
Origen del positivismo
Sobre el surgimiento del positivismo, Rodríguez afirma (2011):
El positivismo se sitúa en la primera mitad del siglo XIX europeo, cuando las grandes revoluciones políticas del siglo anterior (americana y francesa) habían producido un clima intelectual adverso y negativo contra el cambio social. Augusto Comte entonces reacciona frente al negativismo predominante en la Europa académica y científica, con un “positivismo” cuya finalidad epistemológica es la de enunciar “leyes naturales invariables que gobiernan todos los fenómenos”. (p. 1-2)
Martínez (2006) profundiza en el pensamiento de Comte en el siguiente fragmento:
Comte había partido de la ley de los tres estados (mítico-teológico, metafísico y positivo), y veía en la historia una fuerza irreversible para llegar al tercer estado. Decía que la vida social del hombre se fundamenta en leyes análogas a las de la Naturaleza; por lo que daba preferencia a la ciencia natural y a los métodos ‘objetivos’, y decía buscar el orden y el progreso de la Humanidad (Sosa, 1985: 62-63), pero en esa precisa relación: primero orden para poder tener progreso. (p. 31)
Martínez (2006) de igual manera explica como el positivismo es un resultado directo del periodo de la Ilustración:
[En el positivismo] … hay dos mundos separados entre sí: el mundo de los objetos (el real) y el mundo de los sujetos (el subjetivo). En el mundo de los objetos hay una sola ‘verdad’, abstracta y objetiva, dentro de un vacío mental. Para el positivismo el hombre puede llegar a esta verdad objetiva, siempre que no entren las subjetividades (lo cual nunca ocurre, pues en el hombre siempre está presente la subjetividad (p. 32).
La influencia del positivismo en la comunicación
Sobre la influencia que ha tenido el positivismo en la comunicación, Martínez (2006) menciona que de acuerdo al positivismo, “la comunicación pública debe estar al servicio del caudillo, pero dando libertad de acción en temas no relacionados con él. De esta libertad sólo podían usar y abusar las élites, como ocurría en los tiempos de las teorías liberales” (p. 32). De acuerdo a este orden de ideas, Martínez (2006) ejemplifica sus afirmaciones a través del periodismo hoy en día: éste ha adoptado una posición positivista, en la cual se separan los hechos de la opinión, manteniendo una postura objetiva en la que la opinión resulta algo subjetivo, intangible, mientras que la nota que únicamente reporta hechos, limitándose de expresar perspectivas no respaldadas por datos concretos, se mantiene en el orden positivista.
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