Principales alteraciones femeninas y masculinas de riesgo que afectan la reproducción humana

Principales alteraciones femeninas y masculinas de riesgo que afectan la reproducción humana

Infertilidad y esterilidad de la pareja. En la fertilidad inciden negativamente el matrimonio de edad avanzada, la concepción tardía, el aumento de enfermedades de transmisión sexual, algunas costumbres de vida, el uso de algunos sistemas de contracepción, el estrés, los vicios (humo, alcohol, etc.) y el nuevo papel social de la mujer que se aleja del núcleo familiar y convive cada vez menos con su cónyuge. Los factores de riesgo que inciden en la salud reproductiva masculina son las actividades deportivas que pueden dañar el aparato reproductor, como el rugby, el fútbol, las artes marciales de varios tipos, el humo de cigarrillo, las drogas, los anabólicos o las enfermedades de transmisión sexual.

Desnutrición y Obesidad.

La carencia de micronutrientes puede provocar una disminución de la tasa de fertilidad, aumento de los abortos, las muertes neonatales y las malformaciones.

Las deficiencias en folatos, vitamina C, A, D, E, B12, zinc, selenio, iodo, calcio y hierro han sido señaladas como las responsables de algunos casos de infertilidad, que se solucionan al corregir la carencia.

En ocasiones los trastornos alimenticios, como la desnutrición o la obesidad, pueden ser una de las causas de infertilidad en hombres y mujeres. Los malos hábitos de alimentación, además de afectar todos los sistemas del cuerpo, también influyen en las hormonas.

Las personas que sufren de trastornos alimenticios se caracterizan por llevar una vida descontrolada y comer de formas anormales. Entre este grupo existen las personas anoréxicas, bulímicas u obesas.

Las mujeres con alguna de estas enfermedades pueden presentar las siguientes situaciones que afectan directamente su fertilidad femenina:

• Amenorrea
• Ciclos menstruales irregulares.
• Deficiente calidad de los óvulos.
• Trastornos o problemas ováricos.
• Ambiente uterino inapropiado o desfavorable.
• Abortos espontáneo.

Los trastornos alimenticios afectan la fertilidad masculina cuando interfieren en el   desarrollo testicular y en el proceso de maduración de las células reproductivas. La mala alimentación puede generar embriones con material genético dañado, generando dificultad en la implantación, así como también ocasionar abortos.

Se estima que alrededor del 75 al 80% de las mujeres podrán concebir un bebé luego de haberse sometido exitosamente a un tratamiento específico para tratar y curar enfermedades relacionadas con los trastornos alimentarios.

Depresión

La incidencia de depresión es igual en los dos sexos hasta la pubertad. Después se observa con más frecuencia en la mujer que en el varón y es la causa principal de inhabilitación entre los 25 y 44 años. En la población femenina se observa la presencia de “trastornos afectivos”. Las mujeren jóvenes tienden a desarrollar trastornos alimenticios (relación varón/mujer de 1/9): anorexia y bulimia representan 90% de la totalidad.

Estrés

El estrés es otro de los factores muy importantes para la disminución de la natalidad. Recientes estudios consideran que los seres que se reproducen más de una vez en la vida pueden evitar o parar el embarazo si consideran que las posibilidades presentes de llevar adelante el embarazo y a la cría son menores que las que asignan al futuro. El cuerpo de las hembras valoraría la edad, el estado nutricional, o el estrés, aunque si estos factores fueran crónicos no se produciría la supresión.

Además, el estrés y el dolor provocan la liberación de opiáceos endógenos y dopamina, que inhiben las sustancias que permiten el desarrollo normal del ciclo ovulatorio. En los humanos el estrés puede venir dado por causas sociales. La ansiedad, la depresión e incluso la baja autoestima se vinculan a una baja tasa de natalidad. Si la situación de estrés es crónica, la mujer acabará quedando embarazada, pues no se interpreta que haya esperanzas de mejoría, pero en situaciones temporales si se notaría ese descenso de natalidad, sumando a eso que la mayoría de niños nacidos en situaciones de estrés serían varones.

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