Psicología
Enviado por dania1925 • 7 de Septiembre de 2014 • 1.732 Palabras (7 Páginas) • 158 Visitas
Evolución humana
Tres ideas centrales
• Charles Darwin formulo los principios de selección natural y evolución. (Revolución de la biología)
Su teoría se argumenta con nitidez en la introducción. “Como de cada especie nacen muchos más individuos de los que pueden sobrevivir, y como, en consecuencia, hay una lucha por la vida, que se repite frecuentemente, se sigue que todo ser, si varía, por débilmente que sea, de algún modo provechoso para él bajo las complejas y, a veces, variables condiciones de la vida, tendrá mayor posibilidad de sobrevivir y, de ser así, será naturalmente seleccionado. Según el poderoso principio de la herencia, toda variedad seleccionada tenderá a propagar nueva y determinada forma”. Esta vez sí el éxito fue rotundo y, aunque en esta obra se evita conscientemente el término evolución, desde entonces hasta nuestros días la teoría de la selección natural y la evolución de Charles Darwin se ha convertido en la aportación más relevante de la historia de la Ciencia en este ámbito. Durante su viaje Darwin abandonó el barco frecuentemente para realizar largas expediciones por tierra, durante las cuales pudo reunir gran cantidad de especímenes y observar la diversidad de la fauna y la flora en función de los distintos ambientes. Entre sus pruebas más valiosas, están las que recogió durante su visita al archipiélago de las Galápagos. Allí observó que cada isla era habitada por un pinzón distinto y único adaptado a distintas variedades de alimentos, desde insectos a semillas y todos parecían ser modificaciones de los pinzones de América del Sur. Influenciado por otros intelectuales como: Charles Lyell, Thomas Henry Huxley, Joseph Dalton Hooker y Thomas Malthus, Darwin pudo completar su teoría. Así Darwin gestó la idea de que todos los organismos están relacionados entre sí y que las similitudes muestran que todos deben descender de un antepasado común. Según esta idea, en la naturaleza existen ciertos individuos que están dotados de mejores condiciones para sobrevivir en determinado ambiente, lo que se manifiesta en una mayor posibilidad de dejar descendencia. Con el tiempo y a través de las generaciones, esas características se manifestarán en más y más individuos, hasta afectar a toda la población. Así lentamente, las poblaciones de organismos se alejarán de su conformación inicial hasta convertirse en una nueva especie. En ella argumenta que todos los seres vivos tienen una ascendencia común y las diferentes variedades y especies que se observan en la naturaleza son el resultado de la acción de la selección natural en el tiempo. Darwin dedicó los siguientes años al desarrollo de su teoría evolucionista y la publicó en su libro “El origen de las especies” el 24 de noviembre de 1859, agotándose el primer día que salió a la venta. En 1871 publicó “El origen del hombre”, donde defendía la teoría de la evolución del hombre desde un animal similar al mono, lo que provocó gran controversia en la sociedad de la época. El trabajo de Darwin tuvo una influencia decisiva sobre las diferentes disciplinas científicas, y sobre el pensamiento moderno en general.
• Evolución de la especie humana
La vida del ser humano durante el Paleolítico era difícil. Como todos los seres de la prehistoria, los primeros hombres tuvieron que enfrentarse a peligros que los acechaban a cada momento y cambios climáticos que ponían en riesgo su supervivencia como especie.
Para colmo, el ser humano nunca se ha encontrado adecuadamente adaptado para vivir en cualquier medio natural porque sus defensas corpóreas son generalmente inferiores a las que poseen la mayor parte de los animales.
El hombre no tiene un abrigo de piel semejante al del oso polar, para conservar el calor de su cuerpo en un ambiente frío. Su cuerpo no está especialmente adaptado para la huida, la defensa propia o la cacería. No tiene un color que lo proteja, como el tigre o el leopardo; ni una armadura, como la tortuga o el cangrejo; ni garras o pico, o un oído o vista agudos; tampoco posee alas para escapar o una gran fuerza muscular para atrapar presas de su tamaño o defenderse de ataques.
Sin embargo, la desventaja corporal del ser humano frente a la mayoría de los animales se compensa con un órgano invaluable: un cerebro grande y complejo. El cerebro constituye el centro de un extenso y delicado sistema nervioso. Gracias a este "equipo", el ser humano puede dar respuestas diferentes, apropiadas a una amplia variedad de objetos y condiciones exteriores que lo afecten. Como la mayor parte de los mecanismos de adaptación se encuentran localizados en el cerebro, cuando las condiciones exteriores cambian el ser humano puede adaptarse a ellas y garantizar así su supervivencia y multiplicación.
Las distintas especies humanas contaron con cerebros de distintos tamaños que dotaron al ser humano de la inteligencia necesaria para construir sustitutos para la carencia de defensas corpóreas, como abrigos para el frío, armas para la defensa y cacería o habitaciones para refugiarse. Pero este proceso de aprendizaje y trasmisión del conocimiento no fue continuo ni homogéneo, por eso pasaron miles de años antes de que la especie humana pudiera hacerse de rasgos culturales complejos, como el lenguaje articulado, la escritura, el uso de metales o el pensamiento religioso.
En el momento en que los seres humanos fueron capaces de evitar las catástrofes mediante la prudencia, la previsión y la habilidad, empezó a funcionar una nueva fuerza en el proceso de selección, algo muy semejante a lo que se denomina
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