Que aprendemos en la ley mosaica sobre la lepra

“¿Qué aprendemos en la Ley mosaica sobre la lepra?” (10 mins.)

La Ley mosaica contenía normas y reglas sobre prácticamente todo aspecto de la vida de los israelitas, y exponía lo que era limpio y aceptable, y lo que no lo era.

Por ejemplo, en los capítulos 13 y 14 de Levítico que hemos leído esta semana. Encontramos las leyes que se les dieron a los israelitas sobre la higiene y la cuarentena, mucho antes de que se descubrieran los gérmenes y las formas de contagio.

Estas y otras leyes de Jehová sin duda reflejaban conceptos médicos y fisiológicos muy avanzados para su época, y el pueblo se benefició de observarlas. No obstante, dichas leyes no se dieron simplemente a modo de código sanitario ni sirvieron solo como pautas médicas. Formaban parte de la adoración verdadera. El hecho de que influían en la vida diaria de la gente ponía de relieve que Jehová, como Dios suyo, tenía el derecho de determinar para ellos lo que era propio y lo que no lo era en todos los aspectos de su vida dedicada exclusivamente a él.

Si cumplían fielmente la Ley, con todos sus requisitos para permanecer limpios a los ojos de Jehová, podrían servirle y recibir su bendición.

Algunas enfermedades de la piel, particularmente la lepra también hacía inmunda a la persona. La Ley especificaba asimismo lo que debía hacerse en situaciones de inmundicia.

El considerar tales leyes debería hacernos reconocer la necesidad de mantenernos santos como adoradores de Jehová.

Vamos a analizar esta ley sobre la lepra y veamos que podemos aprender de ella.

Vamos a ver que se debía hacer si se sospechaba que alguien tenía lepra.

• Le 13:4, 5. -> 4. Pero, si la roncha en la piel es blanca y no se ve más profunda que la piel ni su pelo se ha puesto blanco, el sacerdote pondrá al infectado en cuarentena por siete días. 5 Al séptimo día, el sacerdote lo examinará. Si parece que la infección se ha detenido y no se ha extendido por la piel, el sacerdote lo pondrá en cuarentena por otros siete días.

Si se sospechaba que alguien tenía lepra, se le ponía en cuarentena

La Ley mosaica estipulaba que los enfermos de lepra debían estar separados de las personas sanas. Esta medida, como hoy día vemos y hemos podido incluso experimentar en esta pandemia que estamos viviendo, sigue siendo útil, efectiva en casos de enfermedades contagiosas.

Los israelitas se beneficiaron de seguro de cumplir con esta ley.

Sin embargo, en otras naciones, no se puso en práctica hasta que surgieron las epidemias de la Edad Media.

Estas y otras leyes de Jehová sin duda reflejaban conceptos médicos y fisiológicos muy avanzados para su época, el pueblo de Jehová se benefició de observarlas.

Jehová les enseñó a los sacerdotes a reconocer la lepra rápidamente Si se sospechaba que alguien tenía lepra, se le ponía en cuarentena para poder así tratar la enfermedad.

¿Cómo nos ayudan esta ley sobre la lepra a proteger nuestra salud espiritual?

Hoy día, los ancianos atienden de inmediato a cualquiera que necesite ayuda espiritual (Snt 5:14, 15). -> 14 ¿Hay alguien enfermo entre ustedes? Que llame a los ancianos de la congregación y que ellos oren por él, aplicándole aceite en el nombre de Jehová.15 Y la oración hecha con fe hará que el enfermo se recupere, y Jehová lo levantará. Además, si él ha cometido algún pecado, será perdonado.

Si nos encontramos débil espiritualmente o detectamos sinceramente que necesitamos ayuda espiritual, pidamos ayuda a los ancianos, que nos ayudarán a recuperarnos espiritualmente. De la misma manera si vemos enfermar a nuestros hermanos en sentido espiritual.

Sigamos leyendo en la Biblia lo que tenían que hacer los enfermos de lepra. Os invito a leer.

• Le 13:45, 46. -> 45 Y el leproso que tiene esta enfermedad debe llevar la ropa rasgada y el cabello descuidado. Además, tiene que cubrirse la boca y gritar: ‘¡Impuro, impuro!’.46 Será impuro todo el tiempo que tenga la enfermedad. Como es impuro, tiene que vivir aislado. Vivirá fuera del campamento.

Los judíos de la antigüedad sentían temor por un tipo de lepra que era común en tiempos bíblicos. Esa espantosa enfermedad podía atacar las terminaciones nerviosas de la persona, produciéndole daños permanentes y desfigurándola. Como no se conocía ninguna cura, se ponía en cuarentena a los enfermos como hemos leído en los versículos 4 y 5.

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