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RECOLECCION Y CONSERVACION DE LAS PLANTAS


Enviado por   •  7 de Octubre de 2012  •  2.125 Palabras (9 Páginas)  •  606 Visitas

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RECOLECCION Y CONSERVACION DE LAS PLANTAS

Son recomendaciones personales no comerciales, las comerciales ya las reúne el nuevo decreto de sanidad.

En las farmacias, las herboristerías, y algunos comercios especializados en productos naturales, disponen de una gran variedad de plantas medicinales en diversas presentaciones, que deben de contar con la garantía de los profesionales que nos la suministran, y por lo tanto, es de suponer que estarán bien identificadas y correctamente conservadas.

También podemos aprovechar una salida al campo para recoger nuestras propias plantas; con lo cual, además de disfrutar del aire puro, del paisaje y del ejercicio, nos llevaremos a casa productos de la naturaleza que pueden ser auténticos medicamentos para la salud. Ahora bien, en este caso habrá de tener en cuenta algunos factores que influyen en la riqueza de principios activos de las plantas, así como las técnicas de recolección y de conservación.

Concentración de los principios activos

No todas las plantas de la misma especie producen siempre igual cantidad y concentración de principios activos. Estos pueden variar mucho de una planta a otra, dependiendo de diversos factores biológicos o ambientales. Conviene conocer tales factores, para evitar sorpresas en cuanto a la intensidad de las propiedades medicinales de las plantas recogidas, ya sea por exceso o por defecto.

La edad de la planta cambia sus principios activos.

Los jugos de las plantas jóvenes son acuosos y contienen pocos principios activos en disolución.

A medida que crecen, aumenta su producción y su concentración, para volver a disminuir con el envejecimiento, hasta el punto de resultar finalmente inservibles para aplicaciones medicinales. Conviene pues recoger las plantas cunado no sean ni muy jóvenes ni viejas.

Sin embargo, el momento óptimo para recogerlas varia mucho de una planta a otra, en virtud de la duración de su vida. Así, por ejemplo, en las plantas anuales (que solo viven un año) suele coincidir con el comienzo de la floración, en la primavera. Para las plantas que viven varios años, en cambio, hay que esperar pacientemente a que llegue su madures. Por ejemplo la genciana tarda 10 años en empezar a dar flores y en producir una raíz rica en sustancias medicinales; el alcanforero no produce alcanfor hasta pasados los 30 años de edad; y el castaño no comienza a fructificar hasta los 25 años y hasta los 100 no alcanza la madurez.

Existen algunos principios activos que únicamente se producen en las plantas maduras o desarrolladas por completo, tal es el cazo de los alcaloides, que prácticamente no se encuentran en las plantas jóvenes. Por ejemplo, la lechuga tierna apenas contiene sustancias activas; sin embargo, cuando se espiga y florece, produce alcaloides de efectos sedantes y somníferos, lo mismo ocurre con el acónito, que cuando es joven resulta inofensivo, mientras que cuando madura contiene alcaloides muy tóxicos que pueden provocar la muerte. También con la brionia que en tallos jóvenes se consume en ensalada o tortilla sin ningún problema luego sus alcaloides serán tóxicos, aunque se emplea en homeopatía.

Según el clima y el terreno

Las plantas productoras de esencias, como las de la familia de las labiadas, es interesante comprobar como cada especie vegetal parece tener asignado un lugar donde desarrollar mejor sus principios activos. Las plantas que se crían en las montañas pueden resultar inactivas cuando crecen en las tierras bajas de la costa (como ocurre con la valeriana o la difital), y viceversa.

Hay plantas tropicales, que al trasplantarlas a lugares templados, dejan de producir sustancias medicinales. Tal es el caso del árbol de la quina, del guayaco y de diversas especies propias de climas cálidos.

La calidad del terreno también influye en el rendimiento de las plantas; unas precisan de suelos calcáreos y otras de suelos arenosos o silíceos. Las plantas productoras de alcalides rinden mas en suelos ácidos, pues de esta forma se ven forzadas a producir sustancias alcalinas (alcaloides) para compensar la acides. Por su parte, las plantas destinadas a producir hojas rinden mas en suelos ricos en nitratos, mientras que las que producen semillas se desarrollan mejor en suelos ricos en fosfatos.

Según el cultivo

Cuando se saca una planta silvestre de su ambiente puramente natural y se le abona, se labra su tierra, se le poda y se le riega regularmente, es decir, se le cultiva, se producen interesantes cambios en su fisiología que repercuten en sus propiedades medicinales. Las plantas cultivadas: elaboran mayor cantidad de hidratos de carbono que las silvestres. Diríase que ocurre lo mismo que con las personas, que al adquirir hábitos sedentarios, acumulan mayor cantidad de sustancias de reserva. Así, por ejemplo, el cerezo silvestre da unos frutos menos dulces y vistosos que el cultivado; y sin embargo, las cerezas silvestres son mucho más ricas en principios activos medicinales.

Disminuye su sabor amargo o acre, y se hacen más fácilmente comestibles. Algo aso ocurre, por ejemplo, con la achicoria y el cardo silvestre, que pierden su amargor característico cuando son cultivados; pero a la par, disminuyen sus propiedades medicinales, que en gran parte dependen de las sustancias amargas que contiene.

Siempre que se pueda hay que elegir las plantas silvestres, o bien aquellas que han sido cultivadas en condiciones lo mas parecidas posible a su estado natural.

Recolección

Acaba de amanecer y el azul raso del cielo anuncia que hará buen día. Preparamos la mochila, un libro con buenas ilustraciones, que permita identificar las plantas. Al llegar al lugar elegido, el sol ya a echo notar su presencia, y el roció se acaba de evaporar. Ahora justamente es el momento aprovechamos esas primeras horas de la mañana de la mañana de un día seco y soleado para la recolección.

Técnica de la recolección

Todo el mundo es capaz de recolectar plantas. Pero cuando estas se van a usar con propósitos medicinales, hay que tomar algunas precauciones especiales, como las que se describen a continuación:

1. Evitar las plantas de los lugares contaminados

Desgraciadamente, en pleno campo también pueda haber contaminación química. No recolectar las plantas que se crían en determinados lugares, si no queremos que la tisiana se convierta en un coctel de sustancias químicas venenosas.

Veamos los lugares mas contaminados a evitar:

Las orillas de las carreteras: Ahí abunda la carbonilla, el plomo y otros tóxicos procedentes de los tubos de escape de los automóviles, que impregnan a los vegetales.

Los

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