RESULTADOS DE LOS BONOS DE CARBONO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS ENFOCADOS EN LATINOAMÉRICA

TALLER DE REDACCIÓN DEL ESTADO DEL ARTE

RESULTADOS DE LOS BONOS DE CARBONO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS ENFOCADOS EN LATINOAMÉRICA

El incremento sostenido de los  gases de efecto invernadero durante los últimos treinta años ha desatado preocupación por parte de la gran mayoría de comunidades humanas y países. Como la causa principal del calentamiento global, cuyas consecuencias comprometen el futuro y la calidad de vida de los seres vivos, las comunidades humanas se han visto en la necesidad de generar estrategias que frenen el crecimiento de estos gases. Actualmente, bajo la convención global del “Protocolo de Kioto” se están manejando varios sistemas que buscan la mejoría del medio ambiente mediante un sistema de mercado, donde todos los países cooperen en la creación de un mundo más limpio. Sin embargo, dichas estrategias ambientales han sido objeto de crítica para autores como Lohmann (2012), debido a la inefectividad del manejo que se les han dado, sus respectivos resultados, y la mercantilización de la naturaleza como sujeto sin derechos.

En este contexto, Bazán (2007) resume de manera didáctica el mercado de Bonos de Carbono, deja clara su implementación como un convenio global con la participación de países en proyectos varios como los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) y el Comercio Internacional de Emisiones (IET). A esto se añade el proceso que se lleva a cabo para la validación de un proyecto de esta especie, desde la firma de un compromiso hasta la verificación y certificación que hacen las entidades superiores mediante visitas locales junto a una profundización de la forma de manejo presente en Argentina. De igual modo, el autor gira en torno al fin último del protocolo, el cual es alcanzar la estabilización climática creando un modelo en que se incentive el fluido de capitales desde países industrializados hacia países en vía de desarrollo. Para que esto suceda, algunos de los objetivos trazados para  la disminución de CO2, son: la destrucción de hidrofluorocarburo-23 (HCF23), quema de gas metano, sustitución de combustibles fósiles, entre otros.

Por otro lado, Beljansky (2010), pretende dar una serie de explicaciones que motivan a la utilización de políticas que ayuden a contrarrestar las consecuencias del cambio climático, junto a la implementación de desarrollo sostenible en las actividades económicas del país; pues afirma que, las emisiones desmedidas de gases de efecto invernadero son el resultado de la falta de compromiso del sector energético. Frente a esta necesidad, se hace necesario invertir en energías renovables como el biogas y la rehabilitación o repotenciación de unidades de generación energética existentes como las hidroeléctricas, plantas eólicas y plantas solares.

Para definir la magnitud del problema, es necesario determinar la gravedad de la situación que propició la creación de estas estrategias y la inquietud mundial frente a la situación ambiental del planeta. Con base en esto, Orellana (2005), define a la contaminación como todas aquellas alteraciones que dañan al medio ambiente de manera leve, grave, temporal y permanente. De acuerdo a esto, incluye la contaminación de aguas superficiales, subterráneas, como el tipo de contaminación más relevante además de la contaminación atmosférica. Entre los tipos de contaminación mencionados, el autor se detiene en cada uno de los factores orgánicos e inorgánicos que intervienen y de la forma en la que lo hacen, soportado con formulas matemáticas y tablas de datos.

Planteada así la cuestión, es imprescindible hacer una comparación entre las clases de factores. Si bien, ambos generan un porcentaje de contaminación determinado, a aquellos de origen biológico (plancton, bacterias, toxicidad), es posible controlarlos. Por otro lado, no sucede así con los inorgánicos producidos por la industria y otras actividades antrópicas, responsables por ejemplo, de enfermedades no infecciosas como el cáncer, afecciones del corazón, mutaciones, etc.  Analizados estos factores, el autor se concentra en las consecuencias de la contaminación, el tipo de gravedad y la posibilidad de usar procesos de descontaminación que no tendrán resultados efectivos a menos que haya la disposición suficiente de grandes poderes, para cambiar el modo de vida actual de la humanidad.

Para hacer una relación apropiada, con el manejo de estrategias ambientalistas, es oportuno tener claro el concepto de mercado. Huerta (2011), resume el concepto de acuerdo a la teoría económica, definiéndolo como la interacción de los flujos de cantidades de oferta y demanda. A su vez, hace una lista de sus clases y los factores que determinan su comportamiento, modificando el concepto con base en teoría económica y moviendo a un segundo plano la oferta y la demanda, con el fin de demostrar que hay otros factores, como por ejemplo, el comportamiento de los individuos que intervienen en X mercado y el nivel de agregación, que pueden tener un mayor impacto a parte de los primeros. Dependiendo del nivel de agregación, podríamos presentar el mercado de bonos como un modelo que presenta sólo un producto o servicio, lo que dificulta las posibilidades de analizar la estructura productiva y sus cambios a través del tiempo.

Llegado a este punto, el Instituto Nacional de Ecología (s.f.), menciona la evolución que han tenido los mercados de tipo ambiental desde la década de los noventa y la relación que tienen con el desarrollo de actividades que permitan el mantenimiento del equilibrio biofísico y el desarrollo sostenible. Mediante el cual, los gobiernos deberán adaptar sus actividades e infraestructura y orientarlas en el plano de infraestructura ambiental. No obstante, es claro que estos niveles de adaptación dependen de variables como el aparato regulatorio institucional, las tendencias de crecimiento económicas, los sistemas administrativos y financieros y, el grado de apertura e integración de la economía nacional a los mercados mundiales.

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