Resistencia Bacteriana

RESISTENCIA BACTERIANA: UNA AMENAZA INVISIBLE

El problema de la resistencia bacteriana a la penicilina y otros antibióticos, puede decirse que existe desde el inicio de los mismos, este proceso se ha dado y ha evolucionado a través de tiempo, mediante la implementación de mecanismos como: el intercambio de material genético y desarrollo de enzimas especializadas por parte de los microorganismos, que le confieren la ya mencionada resistencia y en algunos casos multirresistencia como es el caso del género Mycobacterium, Pseudomona aeruginosa, Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae entre otros.

La automedicación es uno de los factores que influye en este fenómeno, pues muchas personas toman antibióticos al azar, siendo los más comunes los de amplio espectro, sin saber si la bacteria es resistente y/o susceptible a ellos. Con esto no solo no se curan, sino que además deprimen su biota normal (dentro de ella la benéfica) lo que trae consigo otros problemas como infecciones por microorganismos oportunistas que eventualmente estuvieron inhibidos por determinados integrantes de nuestra biota natural.

Otro factor que propicia la resistencia bacteriana es el uso incorrecto de los antibióticos, pues hay personas que no siguen los tratamientos antimicrobianos como se les ha estipulado. Por ejemplo, si un medico receta un tratamiento por 10 días y si a los 5-6 días se sienten bien, simplemente lo suspenden. Ignorando que, aunque la mayoría de las bacterias han sido combatidas en ese periodo de tiempo, una pequeña concentración de ellas aun queda viable y con resistencia al antibiótico, pudiendo generar la misma patología, más fuerte e imposible de erradicar con el mismo fármaco, comenzado así un círculo vicioso.

Pero no toda la culpa recae sobre el paciente, profesionales de la salud, mas exactamente los médicos recetan antibióticos de manera incorrecta, como los de amplio espectro, que aunque pueden y si logran combatir la infección, también deprimen la microbiota normal y si las bacterias son resistentes no tendrán efecto sobre ellas.

Hay médicos que no se apoyan en exámenes microbiológicos, como la identificación y análisis del perfil de resistencia y sensibilidad de la(s) bacteria(s) (antibiograma) causante(s) de la infección y así poder seleccionar el mejor antibiótico.

Es de pensar que si el personal médico fuese más competente solicitaría estos y más estudios, se elimina la automedicación y se toman correctamente los tratamientos; se evitaría y controlaría en gran medida este fenómeno. Pero si esto sigue así ¿A dónde vamos a parar? Quizá a un tiempo donde las enfermedades infecciosas sean devastadoras, incontrolables y extremadamente mortales, como en el pasado y los antibióticos sean inútiles.

Aunque por otro lado el científico Thomas Steitz afirma “las farmacéuticas no quieren que la gente se cure” y que si se realizan

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