Rotación del personal de enfermería
Enviado por lanitaaa12 • 24 de Abril de 2022 • Trabajo • 1.654 Palabras (7 Páginas) • 284 Visitas
Rotación del personal de enfermería
La rotación del personal de enfermería está influenciada por características asociadas con la carga de trabajo, el estilo de dirección, el empoderamiento y la autonomía, las oportunidades de promoción y los horarios flexibles. La investigación ha demostrado que cuanta más autonomía, poder en el trabajo y recursos tienen las enfermeras y cuanto más fuerte es el liderazgo presente en el trabajo, es más probable que el personal esté satisfecho con su posición actual. La investigación también indica que la alta rotación del personal de enfermería afecta negativamente al volumen de trabajo, el entorno de trabajo y la prestación de cuidados en salud. La rotación del personal de enfermería incluye tanto costes directos como indirectos para la organización. Los costes directos incluyen, anunciarse, reclutar y contratar. Los costes indirectos incluyen bajas, orientación y instrucción, y productividad menor del nuevo personal. La rotación del personal de enfermería también puede contribuir a una moral y productividad del grupo decreciente. Los costes indirectos asociados con reemplazar al personal de enfermería son de 10.000 hasta 60.000 dólares por enfermera dependiendo de la especialidad. El coste total por una enfermera nuevo contratado tiene una media de 15.825 dólares, mientras que el coste de productividad reducida varía entre los 5.245 hasta 16.102 dólares. Por tanto, los investigadores recomiendan que las intervenciones políticas y administrativas para mejorar la calidad de la vida laboral y la cultura del entorno laboral son imperativas para una resolución a largo plazo.
Riesgos laborales
Los entornos de la práctica enfermera tienen a menudo peligros biológicos, químicos, físicos y psicológicos. Estos factores ponen al personal de enfermería en riesgo de desgaste profesional, estrés, enfermedades laborales, exposición a patógenos de transmisión sanguínea y desórdenes músculo esqueléticos. Como tales, la dirección de enfermería y el personal de enfermería individualmente son los dos responsables de minimizar, donde sea posible, estos riesgos en el lugar de trabajo. El personal de enfermería de forma individual debe aceptar la responsabilidad de protegerse a ellos mismos incorporando medidas de protección en su prácitica diaria, al mismo tiempo que se reconoce a su superior como el responsable de proveerle mecanismos que aseguren que se realizan estas acciones. De acuerdo con las guías de la OSHA, cada una de las enfermeras contratadas tiene el derecho a un lugar de trabajo libre de riesgos y lesiones físicas, (p.ej. el control de pinchazos accidentales es posible mediante la implementación de un modelo de prevención).
Si las acciones del personal de enfermería están comprometidas por unas cargas de trabajo crecientes, falta de equipo o estrés psicológico, los resultados muestran que cuanto mayor tiempo de espera y de estancia en el hospital, mayor es el riesgo de que ocurran infecciones nosocolmiales, y úlceras por presión en los enfermos. El elevado absentismo del personal de enfermería se ha asociado también con resultados peores en los pacientes.
Los riesgos para la seguridad del personal de enfermería puede variar dependiendo del entorno laboral, p.ej. las enfermeras hospitalarias que trabajan con pacientes agudos están expuestas a amenazas hacia su seguridad diferentes a las de las enfermeras comunitarias que van a atender pacientes a su lugar de residencia o colegios. Las enfermeras comunitarias no siempre conocen a qué se van a enfrentar cuando llegan a su lugar de trabajo. A pesar de ello, las organizaciones que envíen enfermeras a domicilio pueden comunicar la responsabilidad compartida que tienen familiares y pacientes de mantener el entorno en condiciones de seguridad óptimas y ayudar a las enfermeras a prepararlas para afrontar desafíos en el entorno de trabajo maximizando la seguridad del personal mientras se minimiza la disrupción del cuidado y el servicio.
Las enfermeras y la violencia en el lugar de trabajo
La violencia en el lugar de trabajo es un factor clave que afecta a las decisiones del personal de enfermería a la hora de permanecer en la profesión. Las investigaciones indican que la violencia en el entorno laboral es un riesgo grande en la salud ocupacional en el sector de la atención sanitaria e influye negativamente en las tasas de retención de personal. La violencia es un problema significativo en entornos basados en la atención sanitaria, tanto en el hospital como en la comunidad y afecta a una gran variedad de profesionales y lugares de trabajo en el ámbito de la salud. A pesar de ello, las autoridades y los investigadores de todo el mundo coinciden en que los miembros de la profesión de enfermería son los que están más expuestos al riesgo.
La violencia en el lugar de trabajo es un riesgo confrontado por las enfermeras que trabajan en todos los ámbitos de asistencia sanitaria.
La violencia puede tomar muchas formas: agresión, acoso, intimidación y asalto y está directamente correlacionada con la baja por enfermedad, el desgaste profesional y una baja tasa de retención de empleados.
El sesenta y siete por ciento del personal de enfermería encuestado por la RNAO informó que había experimentado abuso verbal en su trabajo; el treinta y seis por ciento habían sido maltratados físicamente y el once por ciento habían sufrido abuso sexual. Aunque hay estadísticas al alcance que indican que la violencia en el lugar de trabajo es omnipresente, existe una “infra información” y en consecuencia una “infra evaluación”. Es vital que las organizaciones y direcciones de enfermería reconozcan la magnitud de la violencia en los entornos laborales de enfermería y desarrollen estrategias para corregir la escasez de personal de enfermería causada por la violencia. El fracaso en hacer frente a la violencia que sufren las enfermeras en el trabajo tendrá implicaciones profundas para la atención del cuidado sanitario futuro
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