Seminario De Investigacion
Enviado por cocadan • 12 de Septiembre de 2013 • 2.042 Palabras (9 Páginas) • 397 Visitas
1 El costo de la educación Superior
La educación superior en el mundo es un ámbito de profundas transformaciones, con repercusiones en los planos económico, social, político y cultural. Muchos países están reformando sus sistemas educativos porque avizoran que lo que suceda hoy en las aulas marcará la trayectoria de su futuro.
Como en otras latitudes, la educación superior en México comenzó a adentrarse en el siglo XXI bajo el signo de profundos cambios. La matrícula y la cobertura crecen, se ha consolidado una amplia oferta educativa, la vida académica de las instituciones profundiza su profesionalización, al tiempo en que la calidad de la educación se afirma como una aspiración y un valor ampliamente compartido.
Estos cambios generan enormes expectativas y seguramente, de consolidarse, tendrán efectos observables y duraderos en el entorno económico y social. La formación de técnicos, profesionales y científicos cada vez más competentes, la producción del conocimiento y la generación de innovaciones son contribuciones que la sociedad espera de sus instituciones educativas. Una educación superior pertinente y de calidad no sólo es una aspiración legítima, sino una condición fundamental para impulsar el desarrollo del país, fortalecer la ciudadanía, mejorar la competitividad y lograr una inserción ventajosa en la economía basada en el conocimiento.
Si bien muchos avances son notorios, también persisten rezagos e inercias. La celebración del aniversario XIV del suplemento Campus es una valiosa oportunidad tanto para analizar la situación que guarda la educación superior en el país en los años recientes, como para reflexionar sobre algunos de sus retos y oportunidades.
Existen Mas Jóvenes en la evolución de la matrícula y de la cobertura de educación superior constituye, sin duda, uno de los asuntos de mayor trascendencia para el presente y el futuro de México y de sus jóvenes. Recuérdese que hace cuatro años, en el ciclo 2006-2007, el número de estudiantes (sin considerar el posgrado) era ligeramente superior a 2.5 millones de alumnos. Hoy, en el ciclo 2010-2011, de acuerdo con estimaciones preliminares, la matrícula ya está por encima de los 3 millones y, de ese total, la modalidad escolarizada representa alrededor de 91 por ciento.
Gracias a la expansión de la matrícula, la cobertura total de la educación superior (de nuevo sin el posgrado) alcanzó el equivalente a más de 30 por ciento de los jóvenes de 19 a 23 años, mientras que la cobertura escolarizada se situó en alrededor de 28 por ciento. De esta manera, se logró anticipadamente la meta de cobertura total establecida por el Plan Nacional de Desarrollo para el año 2012; también se avanzó en el cumplimiento de la meta de cobertura escolarizada formulada por el Programa Sectorial de Educación para el mismo año.
Calidad y evaluación
Sin una educación superior de calidad no será fácil romper el círculo vicioso de la exclusión ni ofrecer a los jóvenes más y mejores oportunidades y mayores niveles de bienestar. Una oferta educativa de calidad es también un medio indispensable para lograr una inserción más ventajosa de México en la economía del conocimiento y en las cadenas de valor de la competitividad mundial.
Los esfuerzos dirigidos a mejorar la calidad de los servicios que brindan las instituciones educativas se han venido apuntalando desde hace al menos dos lustros. Entre las diversas medidas instrumentadas sobresalen los programas de fortalecimiento institucional, de profesionalización del personal académico, de formación y fortalecimiento de cuerpos académicos y la integración de redes de investigación. Los resultados de esos esfuerzos son alentadores
2. La gratuidad de la Educación Superior
Aunque existen diversidad de opiniones; lo cierto es que, por diversas razones que van desde lo histórico, social, y económico hasta llegar a lo constitucional, el financiamiento de la educación superior en México ha sido una responsabilidad principalmente del Estado.
En torno a este tema, la polémica ha sido muy prolífica y hay quienes consideran que el financiamiento a la educación superior es una obligación que está enunciada en el artículo tercero constitucional. No obstante, para algunas personas la obligación del gobierno es primordialmente para el nivel básico cuya educación deberá ser impartida por el estado y deberá ser gratuita.
Lo cierto es que existe imprecisión jurídica en cuanto a los conceptos de obligatoriedad del Estado y de gratuidad de la educación superior que debieran estar definidos claramente en las leyes respectivas, empezando por el artículo tercero constitucional.
Sin embargo, cabe preguntarse si la educación superior es una obligación que deberá atender el Estado y, si lo es, ¿en qué consiste esta obligación, y con qué alcances y calidad deberá ofrecerla? y ¿hasta qué grado debe ser gratuita la instrucción superior y cuáles son los límites de esta gratuidad? Lo que resulta claro es que el poder legislativo tiene que definir el papel que debe desempeñar el Estado en la educación superior, considerando, cuando menos, los aspectos que a continuación mencionamos.
Los estudios superiores son considerados como generadores e impulsores del conocimiento, que, a su vez, tiene un beneficio económico directo y, en muchas ocasiones, es la fuente más importante del valor agregado de los productos y servicios que genera una nación. Es innegable que la capacidad productiva de una sociedad depende crecientemente de la mayor explotación social y económica del conocimiento que generan las universidades. Una sociedad educada es aquella que no sólo cuenta con un índice de analfabetismo bajo, sino que es capaz de generar su propio conocimiento, de innovar, de crear tecnología de punta. En síntesis, es aquella que cuenta con recursos humanos competitivos y altamente calificados.
En este sentido, consideramos que es insoslayable la responsabilidad del Estado, cuando menos, como promotor de la educación superior, ya que es un deber del gobierno velar por el desarrollo y el bienestar de los individuos y de la sociedad.
No obstante, los efectos catalizadores de la educación superior son muy amplios y sus beneficios inciden tanto en el desarrollo comunitario como en el individual.
La educación superior es un factor que brinda mayores posibilidades de movilidad social a los individuos que ven en ella una inversión rentable que les reporta beneficios principalmente en lo económico. Contar
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