TERAPIA NUTRICIONAL MÉDICA
Enviado por lamarthaquiroz • 27 de Marzo de 2015 • Tesis • 4.316 Palabras (18 Páginas) • 184 Visitas
TERAPIA NUTRICIONAL MÉDICA
REQUERIMIENTOS DE ENERGÍA OBJETIVOS DEL SOPORTE NUTRICIONAL
Entre los objetivos del soporte nutricional durante la sepsis y tras
una lesión, se cuentan la reducción al mínimo de la inanición, la
prevención o corrección de carencias de nutrientes específicos, el
Aporte de las calorías suficientes para satisfacer las necesidades
Energéticas minimizando las complicaciones metabólicas asociadas, y el mantenimiento del nivel de líquidos y electrólitos para favorecer la excreción de orina y la homeostasis normal.
El primer objetivo ha de ser la reanimación con líquidos y la eliminación del estrés causal, a través de la reparación de la herida, el drenaje de los abscesos, el desbridamiento e injerto en quemaduras, o el tratamiento de la infección. El soporte nutricional debe instaurarse tan pronto como el paciente esté hemodinámicamente estable (con funciones vitales estabilizadas, equilibrios de líquidos y electrólitos y ácido-básico, y perfusión de tejidos suficiente para permitir el transporte de oxígeno y energía).
Los traumatismos, la sepsis y la cirugía se asocian a hipercatabolismo y equilibrio negativo de nitrógeno.
Requerimientos nutricionales de Energía: Los pacientes críticos deben recibir alimentos en dosis de 25 a 30 kcal/kg Aunque el aporte energético adecuado es esencial para los pacientes sometidos a estrés metabólico, un exceso de calorías puede dar lugar a complicaciones tales como hiperglucemia, esteatosis hepática y sobreproducción de dióxido de carbono, que puede exacerbar la insuficiencia respiratoria o prolongar el período de deshabituación a la ventilación mecánica.
Proteínas. Los aminoácidos son suministrados a los enfermos
críticos como parte del régimen nutricional global, a fin de favorecer
La síntesis de proteínas necesarias para la defensa y recuperación
del organismo, la reserva de masa corporal magra y la
Reducción del catabolismo de proteínas endógenas para la gluconeogénesis.
Para un paciente adulto sin estrés metabólico y con
Una función orgánica adecuada que requiera soporte nutricional,
0,8 g/kg/día, pueden resultar adecuados. Sin embargo, las demandas metabólicas pueden hacer que esta cifra ascienda hasta valores de hasta 2 g/kg/día (Consejo Directivo de la ASPEN, 2002). El aporte de aminoácidos exógenos no altera el estado catabólico, pero reduce el característico equilibrio nitrogenado negativo suministrándole al hígado los sustratos necesarios para la síntesis de proteínas y, en consecuencia, reduciendo la necesidad de proteínas endógenas procedentes de tejidos periféricos.
Vitaminas, minerales y oligoelementos. No existen recomendaciones específicas en relación con la aportación de vitaminas, minerales y elementos traza a pacientes sometidos a estrés metabólico. Las necesidades de micronutrientes están elevadas durante a la enfermedad crítica, debido al incremento de las pérdidas urinarias y cutáneas y la disminución de la absorción gastrointestinal, a la distribución modificada y a las concentraciones
alteradas de las proteínas trasportadoras (Prelack y Sheridan,
2001). El aumento de la ingesta calórica conlleva en ocasiones
una elevación de las necesidades de vitaminas del complejo B,
sobre todo de tiamina y niacina. El catabolismo y la pérdida de
masa magra aumentan la pérdida de potasio, magnesio, fósforo y
cinc. Las pérdidas gastrointestinales y urinarias, la disfunción
orgánica y el desequilibrio ácido-básico requieren que las necesidades de minerales y electrólitos sean determinadas y ajustadas en cada caso. Han de aportarse líquidos y electrólitos para mantener valores normales de excreción urinaria y electrólitos séricos.
Estrategias de alimentación. La vía preferente para la aportación
de nutrientes es la oral. No obstante, con frecuencia los
pacientes críticos no se encuentran en condiciones de comer, por la
intubación endotraqueal o la ventilación. Además, la alimentación
oral puede verse dificultada por problemas al masticar o deglutir,
por la anorexia inducida por los fármacos contra el dolor o por el
shock postraumático y la depresión. Los pacientes que son capaces
de comer en ocasiones no llegan a satisfacer los requerimientos
aumentados de energía y nutrientes que se asocian con el estrés
metabólico y la recuperación, y, a veces, es necesario recurrir a una
combinación de suplementos nutricionales orales, nutrición enteral
con sonda y nutrición parenteral. Cuando la alimentación
enteral no permite satisfacer las necesidades nutricionales o cuando
está contraindicada la alimentación gastrointestinal, ha de instaurarse la nutrición parenteral.
Tiempo y vías de alimentación. La enteral es la vía preferida
para el soporte nutricional, debido a que es la menos problemática
desde el punto de vista psicológico y produce menos complicaciones
infecciosas (DiSario, 2006). Una nutrición enteral
satisfactoria para pacientes quirúrgicos o con estrés metabólico
requiere un acceso al intestino delgado. Se presupone que en el
paciente crítico es mayor el riesgo de aspiración, por alteraciones
tales como insuficiencia respiratoria, dismotilidad gástrica o parálisis
neuromuscular. Aunque la alimentación transpilórica resulta
útil en casos de regurgitación o aspiración del alimento gástrico,
la tasa de aspiración cuando el alimento es dirigido al estómago y
al intestino delgado no es significativamente distinta (Kattelmann
y cols., 2006; Malik y Zaloga, 2003).
La motilidad gástrica suele verse afectada entre 12 y 24 horas
después de una laparotomía mientras que el íleo de colon puede
prolongarse hasta 5 días. En general, la motilidad del intestino
delgado se restablece 4-6 horas después de la cirugía. Si se prevé
que el paciente no pueda tomar alimentos por vía oral durante
un tiempo prolongado, se puede colocar una sonda para alimentación
enteral. Es posible implantarla en el estómago o el intestino
delgado, con ayuda de rayos X, por endoscopia o durante la
cirugía (v. capítulo 20).
Al principio, los pacientes con lesiones intestinales múltiples,
íleo del intestino delgado, fístulas de alto gasto u otros cuadros
intestinales graves, pueden requerir nutrición parenteral total
(NPT). Sin embargo, dados los efectos beneficiosos de la nutrición
enteral, la alimentación
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