TIPOS DE REPRODUCION

Reproducción Sexual y Asexual Para todo ser vivo, es importante que su especie perdure a través del tiempo, es decir, que no se extinga, sino que continúe existiendo de generación en generación. Una característica que distingue a los seres vivos de los seres no vivos, es precisamente la reproducción, la cual es un proceso biológico que permite la creación de nuevos organismos. Mediante la reproducción, la especie asegura su existencia. La muerte de unos individuos es compensada con el nacimiento de otros y se continúa así en un ciclo que sería eterno, si no fuera alterado por factores externos tales como: la acción del hombre. Las plantas, los animales y los seres humanos no son los únicos que se reproducen, también lo hacen los hongos, las bacterias, los virus y los protistas. Sin embargo, se reproducen de modos muy diferentes, pero con el mismo fin. Las estrategias y estructuras que emplean los seres vivos para cumplir con la función de reproducción son diversas. Así, es posible encontrar especies que producen una enorme cantidad de huevos, como la mayoría de los peces, a fin de asegurarse de que algunos lleguen a adultos. Otras especies, como el albatros o la ballena franca del sur, generan una única cría por cada etapa reproductiva, a la que cuidan intensamente por largos períodos de tiempo, esto disminuye las posibilidades de muerte y aumenta las probabilidades de continuidad de la especie. Ciertos peces, como los meros tropicales, cambian de sexo rápidamente; pueden comportarse como machos fecundando los huevos de las hembras o como hembras depositando huevos para que otro macho los fecunde. La reproducción es, en sí misma, un hecho biológico trascendente, de gran importancia para la supervivencia de la especie, ya que perpetúa la vida más allá del individuo. El progenitor deja un legado que se mantendrá vigente por muchas generaciones más. Existen dos tipos de reproducción: la reproducción asexual o vegetativa y la reproducción sexual o generativa. La reproducción asexual, también llamada reproducción vegetativa, consiste en que de un organismo se desprende una sola célula o bien, trozos del cuerpo de un individuo ya desarrollado, que por procesos mitóticos (mitosis), son capaces de formar un individuo completo genéticamente idéntico a él. Se lleva a cabo con un solo progenitor y sin la intervención de las células sexuales o gametos. Este tipo de reproducción puede presentarse en microorganismos, plantas y animales.

La reproducción asexual en microorganismos se da por división binaria y esporogénesis si se trata de organismos eucariotas; y se da por fisión binaria si se trata de bacterias. Se da en las plantas, cuando una parte de ellas, ya sea el tallo, la rama, un brote o un tubérculo, etc., se desarrolla hasta convertirse en una nueva planta. Existen muchas modalidades de este tipo de reproducción en plantas, sin embargo, las más destacadas son: las mitosporas, los propágulos y la multiplicación vegetativa artificial. Las mitosporas son esporas originadas por mitosis. Cada espora consta de una sola célula protegida por una gruesa envoltura que le permite resistir condiciones ambientales desfavorables. Cuando estas condiciones son buenas, la envoltura se desgarra y la célula contenida su interior, empieza a germinar, dando lugar a una nueva planta. Algunas esporas se mueven por medio de cilios o flagelos, mientras que otras son dispersadas pasivamente por el agua, el viento o los animales. Es una modalidad de reproducción asexual típica en hongos, musgos, helechos y líquenes. Los propágulos son porciones separadas de una planta ya desarrollada, de cuyos tejidos se produce todo el conjunto de órganos para formar una planta nueva. Entre las formas más importantes de propágulos tenemos a los estolones, los rizomas, los tuberculos y los bulbos. Los estolones son ramas que, tras crecer mucho, llegan a tocar el suelo y enraízan engendrando una nueva planta. Esto ocurre en el fresal y muchas gramíneas. Los rizomas son tallos subterráneos que crecen alargados horizontalmente y que al cercenarse, originan nuevas plantas. Son típicas en los lirios. Los tubérculos son porciones más o menos esféricas de tallos subterráneos, ricos en material nutritivo. En su superficie se desarrollan las yemas (ojos) que son capaces de dar origen a una nueva planta. Ejemplos de estos son la patata y la chufa. Los bulbos son tallos cortos y cónicos con una gran yema terminal rodeada por numerosas hojas que almacenan sustancias de reserva. En las axilas de estas hojas se forman los bulbos de renuevo. Estos bulbos se desprenden para dar lugar a una nueva planta. Ejemplos son la cebolla y el tulipán. La multiplicación vegetativa artificial es una modalidad de la reproducción asexual en plantas en las que interviene la acción humana, aplicando técnicas agronómicas que permitan la formación de nuevas plantas.

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