TODOS OBSERVAMOS, MAS NO DOCUMENTAMOS

TODOS OBSERVAMOS, MAS NO DOCUMENTAMOS

“Cuando la falta de ética profesional afecta la epidemiología”

La epidemiología parte de la observación y como personal de cirugia notamos que a menudo se presentan casos de urgencia en que el paciente no es revisado en su historial como es debido sino que por el afán de estabilizarlo se ingresa de rapidez, y es por lo general con la rapidez donde se llega a errar ya sea por acción u omisión, la inmediatez de la circunstancia  puede incurrir a que se vea afectada nuestra ética profesional en que por dejarnos llevar por el afán y el estrés no reportemos un hallazgo epidemiológico.

El silencio epidemiológico en algunos casos no es por disminución o ausencia de eventos, sino por un problema de conciencia y ética profesional de no reportar lo observado. Las instituciones se han acostumbrado a manejar según la prioridad del caso solo el principal motivo de consulta por el que llega un paciente descartando o pasando por alto un chequeo más detallado que me suministra información que puede ser determinante al momento de hacer determinado estudio. Lamentablemente al momento de tratar la patología y con el afán de mejorar el estado del paciente y facturar se pasan por alto hallazgos epidemiológicos que a la final posiblemente puede ser más relevante; y mientras los hallazgos son evidentes presentándose a través de una enfermedad nosocomial de paciente a paciente o de paciente al personal, seguimos tabulando datos estadísticamentes buenos, ignorando la problemática existente pero que a la final termina convirtiéndose en un silencio epidemiológico que se termina mal-reportando a las Unidades Notificadoras Departamentales y Distritales (UND) afectando así estudios a gran escala.

Es entonces cuando nace la duda ¿ estamos reportando los hechos como deben ser, con exactitud, veracidad y hasta de manera oportuna..?  O solo estamos llenando formularios, es evidente que no le estamos dando la importancia que se merece, porque pasamos por alto la documentación e información que sometida estudios me arrojaría resultados que me llevan a tomar medidas pertinentes en pro de disminuir la incidencia, controlando tal evento y logrando minimizar el riesgo y la aparición de nuevos casos.

Y ha sido notorio que muchas instituciones no realizar observaciones, estudios o vigilancia frente a nuevos casos patológicos ya sea porque omiten esto o porque no les conviene reportar, y terminan mostrando así solo una infranotificación quizá menor al 10% de los casos reales. Estas instituciones son las mismas que frente a bacterias en quirófanos o enfermedades infectocontagiosas en algún servicio olvidan los modelos y protocolos de vigilancia e  intentan resolver el problema a nivel interno y sin que quede evidencias de ello.

Resulta por tanto decepcionante que frente a esto ni siquiera se alerte al resto del personal ni se tomen medidas ni prevenciones.

Muchas veces se desconocen las nuevas tendencias simplemente por no reportarse de forma oportuna, desconociendo que también tal suceso es tendencia en otra región ; cuando se realizan estudios, se alcanza a tener el criterio para comparar sucesos de naturaleza similar presentado en otras épocas u otras regiones y así determinar de que manera esto a afectado.

No estamos siendo educados en la cultura de la calidad de hacer las cosas bien, caemos en el error de creer que todo ya esta dicho, de pensar que todo ya está hecho, y no vigilamos y frente a hechos potenciales de hallazgos determinantes todos observamos mas no documentamos.   Muchas veces los empleados de la salud ignoramos que vale la pena informar un episodio nuevo, subestimando así un hallazgo y esto sucede por falta de conciencia, falta de conocimiento, percepción errada de que no es grave, afán y falta de familiaridad de qué hacer en estos casos o porque por lo general tiempo después el personal  nunca fue retroalimentado, esta mala cultura es la que tiende a actuar en reacción al problema y no a la prevención de riesgos.

...