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Tejidos Vegetales


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2014  •  3.644 Palabras (15 Páginas)  •  891 Visitas

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TEJIDOS VEGETALES

En una planta pueden existir varios tipos de tejidos que se diferencian según su función.

 Tejidos embrionarios: El tejido meristemático o meristemo es el responsable del crecimiento y desarrollo de las plantas. Está constituido por células vivas, pequeñas, con grandes núcleos, sin vacuolas y con una pared celular fina, que permite su crecimiento y su división. Se localizan en las semillas, en los ápices de las raíces y los tallos, en las yemas y también en el interior del tallo o tronco. Frecuentemente, cuando se observa al microscopio, se puede ver que algunas (o muchas) de sus células se encuentran en división.

Son los responsables del crecimiento vegetal, en un sentido longitudinal y diametral; las células en estos tejidos poseen una doble capacidad de diferenciación y de multiplicación

 Tejidos conductores: Son los que transportan sustancias por el interior de las plantas. Existen dos tipos básicos, el xilema y el floema. Estos tejidos se forman a partir de diferentes tipos de células y de ahí se les denomina como los tejidos más complejos, dado a que en su mayoría derivan de las células meristemáticos; los dos tipos de tejidos conductores que son el xilema y el floema, constituyen el sistema vascular o conductor de los vegetales.

 Tejidos protectores: El tejido epidérmico recubre las hojas y los tallos y raíces jóvenes. Protege la parte aérea de la planta de la desecación y permite la absorción de agua y de sales minerales a través de la parte subterránea. Está formado por una única capa de células vivas. Como su nombre lo dice son aquellos tejidos encargados de proteger a la planta, formando una capa externa en ella para así resguardarla de los agentes externos; está conformada por el tejido epidérmico o epidermis y el tejido suberoso o súber.

 Tejidos fundamentales: Son los parénquimas o tejidos parenquimáticos. Tienen diversas funciones: realizar la fotosíntesis (parénquima clorofílico), almacenar sustancias como almidón, grasas, etc. (parénquima de reserva), acumular agua (parénquima acuífero) o aire (parénquima aerífero.)

o Tejidos esqueléticos Son el colénquima y el esclerénquima. El colénquima o tejido colenquimático mantiene erguidos los tallos jóvenes y los pecíolos de las hojas. El esclerénquima aparece en órganos protectores, como el «hueso» del melocotón, cubierta protectora de la semilla.

o Tejidos parenquimáticos: se encargan de nutrir a la planta, localizado en todos los vegetales, se ocupan de llenar aquellos espacios libres que otros órganos y tejidos dejan; existen varios tipos, donde uno de ellos es el responsable de realizar la fotosíntesis.

A medida que las células de la planta se van diferenciando van perdiendo capacidad de reproducción. El crecimiento y la división celular son funciones que, en condiciones normales, son realizadas por un tipo particular de tejidos vegetales que reciben el nombre de meristemos.

Célula meristemática

Las células meristemáticas están poco diferenciadas, y presentan características que las distinguen de las demás. Son células pequeñas, isodiamétricas, y que presentan solo una pared primaria delgada. Su citoplasma posee abundantes proplastidios (plastos aún no desarrollados) y vacuolas pequeñas y abundantes. No se observan inclusiones citoplasmáticas. El retículo endoplásmico está poco desarrollado, mientras que poseen un gran número de ribosomas y un aparato de Golgi grande, ya que en las células vegetales este orgánulo está relacionado con la síntesis de la pared vegetal. El núcleo es grande, se encuentra en posición central, y presenta abundante cromatina condensada. En resumen, se trata de células poco especializadas, que están dividiéndose continuamente mediante mitosis para dar lugar a diferentes tipos de tejidos dentro de la planta.

Según su origen se distinguen dos tipos de meristemos: los primarios aparecen ya en el embrión, y son capaces de originar todos los tejidos primarios, y los secundarios, que se generan por diferenciación de células maduras, y que originan los tejidos secundarios.

Los meristemos primarios pueden aparecer en el ápice de crecimiento (meristemas apicales) o en los entrenudos del tallo (meristemas intercalares). Estos últimos son los responsables del crecimiento en longitud del tallo. En cuanto a los apicales, en ellos se distinguen células que dan origen a la epidermis (protodermis), a los tejidos vasculares primarios (procambium) y al resto de los tejidos primarios de la planta (meristema fundamental). Los principales meristemas secundarios son el felógeno y el cambium vascular:

El felógeno es el responsable de la formación de los tejidos secundarios protectores de la planta, es decir, de la peridermis. Inicialmente se situa formando un anillo contínuo por debajo de la epidermis. Cuando empieza su proliferación, las células que lo forman sufren divisiones periclinales (es decir, el eje de división de cada célula se sitúa en disposición radial), dando lugar a dos células que evolucionan de modo diferente: hacia el exterior forman una capa de súber, caracterizada porque la pared celular de sus células presenta una sustancia grasa impermeable, la suberina, mientras que hacia el interior dan lugar a la felodermis, un tejido formado por células isodiamétricas.

El cambium es un tejido meristemático que da lugar a la formación de los tejidos vasculares. El procambium es un meristemo primario, que se forma en el ápice de crecimiento a partir del meristemo apical, y que da lugar al floema y al xilema primarios. En las plantas con crecimiento secundario, el cambium vascular forma una vaina continua alrededor del tallo y la raíz, y de sus respectivas ramificaciones. En el caso de que las hojas presenten crecimiento secundario también se extiende por ellas en forma de bandas.

Las células del cambium vascular tienen un aspecto diferente a las células meristemáticas típicas. Cuando están en reposo tienen relativamente pocas vacuolas, pero cuando empiezan a dividirse se transforman en células muy vacuoladas. Hay dos tipos de células cambiales: las iniciales fusiformes, alargadas y terminadas en cuña, que dan lugar al sistema vascular axial, y las células iniciales radiales, que pueden tener desde forma isodiamétrica a alargada, y que dan lugar al sistema vascular radial.

Las plantas terrestres, como resultado de su adaptación a este medio, han necesitado desarrollar sistemas de transporte vertical de nutrientes en dos sentidos distintos: el agua y los nutrientes minerales deben subir desde

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