UN ABRAZO ENTRE EL ARTE Y LA CIENCIA

UN ABRAZO ENTRE EL ARTE Y LA CIENCIA.

Las artes al igual que la ciencia, son disciplinas en las que aquel que las desarrolla tiene de inicio a fin un objetivo determinado, y aunque estén direccionadas a diferentes puntos y ambiciones, tienen en común intención clara de generar conocimientos. La ciencia pretende dar explicaciones razonables a situaciones, circunstancias, hechos, procesos, etc., mientras que las artes buscan transmitir sensaciones emociones que estos mismos (situaciones, circunstancias, hechos, procesos, etc.) pueden producir en las conductas cotidianas del ser humano, por lo tanto, en el caso de las artes, están sujetas a la subjetividad, mientras que, en el caso de la ciencia, es en su totalidad objetiva.

Entre estas hay infinidad de diferencias, siendo una de ellas la manera en que es expuesto este conocimiento generado, mientras que las ciencias buscan estrategias explicativas, razonables, que no quiebren la normativa del discurso o el argumento, las artes re rigen en conductas más emotivas, intuitivas, más “viscerales”, sobre aquello que lo estético permite interpretar, no tomando lo estético, como “lo lindo o lo feo” sino como “la belleza de lo grotesco o lo grotesco de la belleza” es decir, la subjetividad en su máxima expresión. Pero así mismo, estas dos disciplinas, desde el propio hacer de cada una, puede generar abrazos de comunicación la una con la otra, pues, en ambas se busca cambio, desde detonantes creativos, desde la observación, desde el análisis; que además de todo esto, transformen convicciones y maneras de ver una realidad, que, si bien puede ser de un común, también puede ser universal.

Desde mi experiencia como creador e interprete artístico, y la cercanía reciente que he tenido con el método científico, he percibido un sinfín de similitudes en los procesos del hacer de cada una de estas disciplinas, la observación, que, para mí como investigador de la danza, ha sido primordial, es un punto común entre las dos que desde su búsqueda deberían compartir al mundo, si nos detenemos a analizar el concepto de “observar” descubrimos que es una acción que nos permite “Mirar algo o a alguien con mucha atención y detenimiento para adquirir algún conocimiento sobre su comportamiento o sus características” y estaríamos deteniendo esa mala costumbre de aprender cosas, repitiendo lo que otros ya dijeron sobre ello, que igual no está mal, pero tampoco es ideal pleno de generar conocimientos.

Llegar a diferenciarlas o asociarlas en su totalidad, es algo que no se podría hacer, pues cada una tiene rasgos que la hace direccionarse hacia diferentes horizontes, pero siempre tendrán puntos comunes, ese abrazo que cada quien que quiera en algún momento unirlas, decidirá hacerlo. Ambas tienen herramientas, metodologías, caminos que pueden ser de gran ayuda, y un dialogo entre ellas podría potencializar tanto a la una como a la otra y los objetivos propios de quien decida tomarlas.

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