Un Cambio Necesario

Tal escrito lo hago en virtud de dar a conocer que ver al planeta Venus en horas diurnas si es posible. Decir que podemos ver a las estrellas en pleno día es mentira pudiera no ser del todo cierto, pues cuando Venus es visible ya sea al amanecer o bien a las primeras horas del anochecer podemos identificarlo fácilmente por ser un lucero o bien una “estrella muy brillante” y es esto lo que la diferencia del resto de las demás estrellas, así que, como “estrella muy brillante” aún se puede ver en horas diurnas.

La idea de tratar de ver a Venus a plena luz del día me viene gracias a lo que he leído de los relatos de pilotos de caza de la segunda guerra mundial, en particular del libro “Samurai” de Saburo Sakai en el cual se menciona lo siguiente:

“Todos los estudiantes de Tsuchiura estaban dotados de una extraordinaria capacidad visual; por supuesto, ésa era una condición mínima para el ingreso. Siempre que podíamos nos dedicábamos a desarrollar nuestra visión periférica, a aprender a reconocer objetos distantes con una mirada veloz... en una palabra, a desarrollar técnicas que nos diesen ventajas sobre los pilotos de caza contrarios.

Una de nuestras tretas favoritas consistía en trata de descubrir las estrellas más brillantes durante las horas diurnas. Esta no es una proeza corriente, y si una visión superior a la común resulta virtualmente imposible realizarla. Pero nuestros instructores nos imbuían constantemente del hecho de que un avión de caza visto desde una distancia de algunos metros es a menudo tan difícil de identificar como una estrella a la luz del día. Y el piloto que descubre primero a su enemigo y maniobra para ocupar la posición de ataque más ventajosa, puede lograr una superioridad invencible. Poco a poco, con mucha práctica, nos volvimos muy competentes en nuestra búsqueda de estrellas. Luego fuimos más allá. Cuando avistábamos una estrella y fijábamos su posición, desviábamos la vista noventa grados y la hacíamos girar de nuevo, para ver si podíamos ubicar la estrella inmediatamente. De tales cosa están hechos los pilotos de caza.”

Así pues, decidido a imitarlos observaba el cielo ya no para identificar estrellas porque resultaba incompetente en esa tarea, sin embargo, trataba de identificar en el cielo las formas de las nubes lejanas hasta que un día observe por el claro de mi casa lo que me pareció ser un simple globo plateado, después subí a la azotea para poder verlo mejor, luego de mucho trabajo en tratar de localizarlo lo encontré, marque algo de referencia para poder ubicarlo nuevamente una vez que haya dejado de obsérvalo, minutos después subí el telescopio para obsérvalo de “más cerca”. La imagen que vi a través del telescopio me pareció a un globo plateado pero no completamente redondo, sin embargo éste se mantenía fijo, sin movimiento aparente, con lo cual empecé a sospechar de que

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