Un Milagro Llamado Zara

Para el grupo Inditex, dueño de Zara, no hay crisis. Sus buenos resultados económicos demuestran que no existen fronteras para esta empresa textil española. Las ventas por Internet, la expansión en Asia y no depender de los bancos son algunos de sus secretos.

La conquista China. Una cliente en una tienda de Zara en Shanghai.

Desde que abriera una pequeña tienda llamada Zara en el año 1975 en La Coruña, lugar donde inició su actividad y donde está su sede central, Inditex, la empresa española más exitosa del país, no ha parado de crecer. Los últimos resultados correspondientes al primer trimestre de 2012 vuelven a desafiar a la crisis, aunque en su sede de Arteixo la consigna es “ninguna euforia” y ser lo más neutrales posible. “Es solo un trimestre y queda mucho por delante, así que calma, calma y calma, estamos en un entorno muy complicado”, es la respuesta ante las alabanzas generadas por la buena evolución del grupo.

Inditex ha elevado sus ventas un 15%, hasta 3.416 millones de euros, en uno de los momentos más difíciles para la economía española desde hace décadas. Bajo la gestión de Pablo Isla, presidente del grupo textil, el beneficio neto del gigante español se situó en 432 millones de euros, un 30% más que en el primer trimestre del ejercicio 2011. Una tendencia positiva que además parece mantenerse, ya que al inicio del segundo trimestre, en el periodo comprendido entre el 1 de febrero y el 10 de junio de 2012, las ventas en tienda a tipos de cambio constantes han seguido creciendo un 14%.

El tejido de Inditex, lejos de descoserse, sigue imparable, ajeno a los vaivenes económicos mundiales, hasta alcanzar un volumen de negocio consolidado en 2011 de 13.793 millones de euros y un beneficio neto de 1.932 millones. “No hay una clave ni ningún secreto, lo que intentamos es hacer cada día mejor lo que hacemos, y eso conlleva una organización bien enfocada, muchísimo trabajo y una vocación de globalidad en los mercados. Pero sobre todo no perder nunca de vista la esencia de nuestro trabajo, que es el producto y las tiendas, o sea los clientes. Todo esto dentro de una cultura nuestra, muy crítica, de no estar nunca satisfechos del todo”, comentan en Inditex. O lo que viene a ser lo mismo, la forma y la filosofía de entender la vida de su fundador, Amancio Ortega, aplicada al negocio. Un hombre que, a pesar de tanta modestia, es ya el más rico de Europa y el cuarto del mundo, según el índice de millonarios que elabora la agencia Bloomberg. El fundador de Inditex suma una fortuna de 39.500 millones de dólares (32.500 millones de euros), lo que le coloca a la cabeza de los millonarios europeos, por delante del fundador de Ikea, el sueco Ingvar Kamprad, o el francés Bernard Arnault, dueño de la firma de artículos de lujo Louis Vuitton.

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