Una mirada ética de la evaluación
Enviado por Darinel_92 • 29 de Noviembre de 2014 • Resumen • 3.356 Palabras (14 Páginas) • 195 Visitas
UNA MIRADA ÉTICA DE LA EVALUACIÓN
Martha Patricia MEJIA PACHÓN
RESUMEN
En este escrito se plantea de qué forma asume el maestro el asunto de evaluar como práctica pedagógica, esbozando una pregunta general sobre el tema de la evaluación cualitativa con el pretexto de justificar el papel que cumple, quienes se benefician y al servicio de quién está.
La evaluación es un tema o tarea que, de una u otra forma realizamos en nuestra cotidianidad. (La del ser docente); es un proceso que presenta un alto grado de complejidad. Decía Lawrence stenhouse, “para evaluar es necesario comprender”. Se trata de reconocer la fuerza que lleva la evaluación cualitativa, como uno de los principales elementos del compromiso, que ésta ha asumido a través de la educación como práctica social.
Palabras clave: Evaluación cualitativa, pedagogía, prácticas formativas y formadoras.
Aspectos Generales de la Evaluación.
La evaluación como práctica pedagógica nos invita a preguntarnos: ¿Están siendo significativos los temas que orientan el curso asignado? ¿Estoy coordinando adecuadamente las actividades de aprendizaje? ¿Elegí de manera conveniente las estrategias para que ese aprendizaje sea significativo? A juicio personal, desde la experiencia como docente, la evaluación es una manera de resolver las inquietudes antes mencionadas. A través de ésta se establece una relación con el estudiante y desde esa interacción se inician procesos de percepciones y conocimientos de aprendizajes y de resultados, lo que permite ir creándose parámetros de comparación entre procesos, estrategias, metodologías.
Implicaciones de la Pregunta Inicial.
Siendo coherente con la prácticas formativas y formadoras, y en concordancia con los paradigmas normativos; se retoma de la lectura “La evaluación en el Momento actual” (Módulo Currículo y Evaluación, Lectura complementaria de Evaluación n° 1, ps.1-15); el paradigma cualitativo de acuerdo con la postura de los autores Weiss, rein, parlett, Hamilton o Guba, quienes consideran “la metodología cualitativa como la más apropiada para valorar los procesos en programas con objetivos amplios”.
En consecuencia, el aprendizaje por corresponder a un proceso pedagógico educativo que pretende potencializar de manera continua la formación de la persona, da paso para que este escrito se centre en el método cualitativo, siendo pertinente la referencia que hace Cook y Reichard acerca de “los métodos enmarcados en los modelos cualitativos, identificándolos como idóneos para evaluar procesos” y de ello, prosigue: “por eso parecen los más apropiados para valorar la enseñanza y el aprendizaje que tiene lugar en las aulas”.
Esta conceptualización da la apertura para describir desde la experiencia educativa, real, cómo la evaluación cualitativa, se postula a manera de actividad, cuya finalidad fundamental es regular el proceso de enseñanza y aprendizaje y de esta manera posibilitar que los medios de formación respondan a las características de los estudiantes a los cuales se pretende formar.
Experiencia en donde se pretende que la evaluación sea formativa, que supere el valorar productos finalizados - de los cuales hablan los métodos experimentales cuantitativos – y más bien permitan la reflexión, la autoevaluación crítica y continua del desempeño de sus propios procesos de aprendizaje.
En este sentido, la evaluación es otra experiencia educativa, que no se limita a cumplir funciones de diagnóstico e información en adquisición de conocimientos; sino como actividad educativa, se convierte en una forma de control del propio aprendizaje. Expresado de otra manera, es una toma de conciencia sobre los avances cognitivos personales en la medida que no se le teme a los errores sino que se aprende de ellos.
Afirma Cronbach, (pág. 64) que “el objetivo de toda evaluación es tomar una decisión que en muchas ocasiones, se inscribirá en el marco de otro objetivo mucho más global”, corroborando así que la evaluación cumple un papel diferente al de emitir un juicio para convertirse en una práctica pedagógica en la cual se aprecian diferentes acciones como la pertinencia de las estrategias de enseñanza puestas en marcha como propósito de aprendizaje, los fines que se propone. Como decía Stenhouse “La evaluación puede estar al servicio de la comprensión y de la formación; permite conocer como se ha realizado el aprendizaje, de lo que puede derivarse una toma de decisiones racional y beneficiosa para un nuevo proceso. En esta perspectiva la evaluación es holística cuando comprende e integra lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal cumpliendo una función orientadora (Ander Egg) afirma, que guía al estudiante en su proceso de aprendizaje y al educador en los actos de enseñanza
Este paradigma evaluativo permite concientizar, en las ventajas que derivan y sustentan la formación en la concepción de una evaluación formativa.
En este orden, la evaluación no únicamente muestra el progreso y resultados del aprendizaje, sino también el progreso de todo el proceso educativo incluido el la formación como ser humano, pues no se puede desconocer que la evaluación tiene su origen en la medición de la inteligencia (con Francis Galton, un primo de Darwin que intentaba aplicar los principios de la evolución al campo psicológico). Recordemos que la evaluación formativa se vale de diferentes instrumentos evaluativos como la coevaluación, la heteroevaluación y la autoevaluación; lo que ayuda al estudiante a autorregular su aprendizaje, su autonomía y así ser capaz de proyectarse como ser humano en diferentes contextos.
La evaluación, reflexión permanente
La práctica docente en el proceso de formación de nuestros estudiantes, nos muestra como los estilos de aprender y enseñar han cambiado debido a las exigencias de la escuela de hoy, invitando a reflexionar permanentemente sobre cómo el ser humano construye conocimiento y cómo las formas de aprendizaje le permiten su apropiación y desde luego cómo incide en ello los criterios creados por la cultura que nos muestra los antecedentes y evolución que han tenido estas prácticas.
De estas relaciones emergen las interacciones entre los aprendizajes y criterios que los docentes llamamos válidos e importantes de potenciar en los estudiantes, valga mencionar la formación en valores, la responsabilidad, sus desempeños sociales, las estructuras cognitivas y en fin las características de los seres humanos que desde temprana edad empiezan a aprender para relacionarse y entender el significado de vivir en comunidad y desempeñarse
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